Entre 2016 y 2018, el porcentaje de la población en situación de pobreza descendió de 49.0%, equivalente a 780 mil 274 personas, al 46.8%, o sean 755 mil 214.
En el mismo periodo, la población en pobreza extrema bajó de 3.5% a 3.4% o sea, de 56 mil 113 personas, a 54 mil 414.
Estas son estadísticas del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), que si bien muestran ligeras reducciones, queda claro que en los objetivos de abatir la pobreza y la pobreza extrema falta en Zacatecas mucho por hacer.
Sin embargo, si hacemos que las personas dejen de ser números o porcentajes, vemos que hay 25 mil 60 pobres menos, y de la pobreza extrema han salido mil 699 personas. Aun así, es preciso reconocer que al gobierno de Zacatecas y el Estado mexicano todavía deben hacer mayores y más certeros esfuerzos para que las estrategias antipobreza sean funcionales y den los resultados esperados.
Conviene recordar las características con que el Coneval define los dos fenómenos sociales mencionados. Una persona está en situación de pobreza cuando presenta al menos una carencia social (rezago educativo, acceso a los servicios de salud, a la seguridad social, calidad y espacio de la vivienda, servicios básicos en la vivienda y/o carencia por acceso a la alimentación) y no tiene un ingreso suficiente para satisfacer sus necesidades básicas.
La pobreza extrema se da cuando hay tres o más carencias sociales y no existe un ingreso suficiente para adquirir la canasta alimentaria.
Las cifras se refieren solo a Zacatecas, pero la situación en el resto del país no difieren demasiado, por lo que puede afirmarse que todavía falta mucho para ser el país que todos los mexicanos deseamos.
Ciertamente, las cifras del Coneval no son para que el gobierno zacatecano se sienta orgulloso de esos pequeños avances; al contrario, deben estimularnos para rediseñar políticas públicas tendentes a combatir con mayor eficiencia y contundencia los rezagos sociales y económicos.
En este sentido, el gobierno de Alejandro Tello Cristerna ha implementado estrategias que dan buenos resultados, como por ejemplo, en el objetivo de disminuir el desempleo. Gracias a sus empeños especiales en la materia, en su tercer informe de gobierno comunicó que durante su administración ya se abrieron más de 20 mil 200 plazas laborales, lo que permite suponer que su compromiso de terminar su quinquenio con 40 mil nuevos empleos se logrará.
Tener un trabajo estable, con ingresos seguros, es una de las vías para abatir la pobreza, pero como los rezagos sociales son mayúsculos, no basta con alcanzar las metas referentes al empleo.
Ante esta situación, en este año se ejerce un presupuesto de 273 millones de pesos dentro de la estrategia UNE, una política de desarrollo social cuyo objetivo es mejorar la calidad de vida de las personas en condiciones sociales de vulnerabilidad.
No se trata de impulsar el pernicioso asistencialismo, sino de fortalecer la construcción de ciudadanía, en un ejercicio participativo y transparente que combine programas gubernamentales con los esfuerzos de las personas.
Una de esas acciones es el programa UNE Crece, que se propone empoderar a las mujeres dentro de la familia y en la comunidad, mediante su participación en el desarrollo a través de la corresponsabilidad social.
Otro programa es UNE Autoproducción, para mejorar la alimentación de las familias. Actualmente son mil 493 las familias beneficiadas de una inversión de casi 3.4 millones de pesos. Recibieron 300 familias vientres porcinos y sementales; a otras mil 193 familias se les distribuyeron paquetes de gallinas de postura para producir huevo como alimento y huevo fértil para aumentar el número de aves.
A grandes rasgos, la Secretaría de Desarrollo Social, a través de UNE, auxilia a personas en vulnerabilidad económica y social mediante la autoproducción, créditos para el desarrollo, mejora de ingresos familiares, empleo temporal, inclusión de personas con discapacidades, acceso a la Biblioteca Digital, paquetes escolares y centros UNE, donde se proporcionan cursos para mejorar aptitudes que faciliten el ingreso al empleo o eleven su productividad.
La actual coyuntura, con fuertes restricciones presupuestarias impuestas por el Gobierno de México, es bastante difícil, pero no insalvable. Deberá buscarse la forma de optimizar el gasto y enfocarlo exclusivamente a lo más necesario.
No se trata de crear vanas esperanzas. El gobierno de Zacatecas no puede esperar la llegada de situaciones económicas más favorables; debe crearlas, con más trabajo, más eficiencia y más pasión para servir.
*Titular de la Coordinación Estatal de Planeación
