Esta noble institución, en su largo trayecto histórico, ha realizado significativos aportes al desarrollo de la entidad, preparando a miles de jóvenes que han abrazado a la formación universitaria como parte sustancial de su proyecto de vida, y precisamente, poder testificar como nuestra institución ha cambiado favorablemente, múltiples expectativas, es lo que más satisfacción me ha causado.
Antonio Guzmán Fernández
Tercer informe administrativo 2016-2020
Hacer crítica de nuestra Universidad es común en todos los espacios institucionales, pero la crítica constructiva con prospección de crecimiento, con alternativas de soluciones y encaminadas al desarrollo de la comunidad y de la institución en general, no es tan sencillo encontrarla en nuestro entorno.
Al respecto, cito las palabras de María Luisa García vertidas en su artículo sobre el pensamiento de José Martí: “A hacer crítica viniera y no justicia, si por crítica hubiera de entenderse ese mezquino afán de hallar defectos, ese celo del ajeno bien, ese placer del mal ajeno, huéspedes ciertamente indignos de pechos generosos. Crítica es el ejercicio del criterio (…), Criticar no es morder, ni tenacear, no clavar en la áspera picota, no es consagrarse impíamente a escudriñar con miradas avaras en la obra bella los lunares y manchas que la afean; es señalar con noble intento, el lunar negro, y desvanecer con mano piadosa la sombra que obscurece la obra bella. Criticar es amar (…)”.
La enseñanza de la reflexión anterior nos invita naturalmente a observar y criticar sin exagerar los defectos, a eliminar el exceso de elogios, pero también a valorar la belleza y la calidad. Traspolándolo al informe del rector Antonio Guzmán Fernández, la invitación es a valorar los resultados y reconocer los avances por mínimos que parezcan, finalmente son la imagen de la institución.
El comentario lo hago en el contexto de la filosofía de la columna El Mirador de Heródoto, centrar la atención en lo que se hace bien, porque exagerar lo que se hace mal corresponde a una especial afición de una mayoría que inconsciente, no contribuye al crecimiento y mucho menos al fortalecimiento de la identidad y el orgullo institucionales, hoy por hoy muy devaluados.
En el tercer informe administrativo, el rector Antonio Guzmán Fernández destacó las mejoras en infraestructura, resumido en rehabilitaciones, ampliaciones y construcciones de nuevas aulas, espacios clínicos y edificios.
En materia educativa, las estadísticas del informe arrojaron que durante el ciclo escolar 2018-2019 se registró un aumento en la matrícula de todos los niveles educativos; el más alto fue en posgrado, con 130.66 por ciento. El ciclo cerró con 39, 877 alumnos en total. En el periodo que inicia el número de adscritos a nuestra benemérita institución rebaza los cuarenta mil.
Como bien sabemos, la Universidad recién amplió su oferta educativa, ya son 10 los nuevos programas: Fisioterapia, Salud Pública, Biotecnología, Ingeniería Bioquímica, Ciencia Aplicada, Ingeniería en Manufactura, Actuaría, Ciencia y Tecnología del Agua, Docencia de la Lengua Inglesa y Arquitectura
En el aspecto financiero, Guzmán Fernández informó que por primera vez en más de una década se solventó el 100% de las observaciones acumuladas en auditorías, y se aplicó un nuevo sistema de contabilidad gubernamental que refleja el buen uso y transparencia de los recursos. Además, gracias a la exitosa gestión de recursos extraordinarios se ha logrado cumplir con el 50% de los pagos de ISR pendientes desde 2015. Sin embargo, el déficit financiero al 31 de diciembre del pasado 2018 es de 2 mil 33 millones 792 mil 311 pesos, según los resultados de la inspección de la Secretaría de Educación Pública.
Como fortalecimiento a la identidad institucional, en las últimas semanas se ha reconocido la trayectoria de personajes de significancia en la historia de nuestra institución, como Jesús Manuel Díaz casas, emblemático universitario y rector del periodo de 1972 a 1980, considerado el decano de los rectores; de Pedro Valtierra, por su trayectoria en el campo del fotoperiodismo, que unidos a los galardonados anteriormente, Juan Ramón de la Fuente, Uriel Márquez Valerio y Manuel Felguérez, conforman el cuadro de honor de los valores para los universitarios.
Para el próximo mes de noviembre denominado de Francisco García Salinas se tienen las siguientes actividades: día 5 se conmemoran 187 años de que fundara nuestra institución; el día 20 el aniversario de su nacimiento en 1786; el día 28 la publicación de sus “Reflexiones sobre el acta constitutiva”, en 1823; y en este 2019, el día 29 para ser exactos, se prepara el cincuentenario de otro emblema universitario, la obra “Prometeo”, ubicada en la Unidad Académica de Derecho, evento que será un merecido reconocimiento a su autor, el artista plástico Ismael Guardado.
Con la presentación del tercer informe del rectorado 2016-2020 se inician las pre-campañas —de manera velada, pero reales— para la sucesión administrativa, caldo de cultivo propicio para el desprestigio y el descrédito de unos y otros candidatos. ¿Veremos contiendas en las que prestigie la calidad académica y administrativa y lo mejor que han hecho los aspirantes? Sería una ideal manifestación de madurez y de crítica constructiva. El reto está nuevamente en la palestra y el resultado, en nuestras manos.
Felicitaciones a los participantes del IV Encuentro Latinoamericano de Cronistas en Bogotá, Colombia.
Así se observa el mundo desde El Mirador de Heródoto. ■
*Cronista de la UAZ.
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