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martes, 23 abril, 2024
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Presupuesto 2020 y la carta a “Santa Claus”

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Por: Jorge Adán Hernández •

En el 2012, cuando llego EPN a la Presidencia, ese año se estaba ejerciendo un presupuesto de egresos de poco más de 3 billones setecientos seis mil novecientos millones de pesos y en 2013 cuando EPN le tocó firmar su primer presupuesto de egresos, lo hizo de 3 billones novecientos cincuenta y seis mil trecientos setenta y un millones; es decir pudo aumentarlo unos 200 mil millones. En cambio, AMLO recibió un 2018 con un presupuesto de egresos de 5 billones doscientos setenta y nueve mil seiscientos sesenta y siete millones, y en su primer presupuesto firmado (2019) lo aumentó 500 mil millones. En pocas palabras, la cifra de lo que puede gastar el gobierno ha ido en aumento; pero la exigencia de pedir y pedir más recurso por parte de los órganos de gobierno, las instituciones y los Estados ha aumentado. A pesar de las exigencias de aumentar los presupuestos, estas no son acordes con los resultados y el trabajo que se obtiene, es decir, se ha generado la percepción de que “piden mucho y hacen poco”

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La planificación tan exhaustiva y minuciosa de los egresos e ingresos que tendrá el gobierno es tan importante, que se debe de hacer con bastante tiempo de anticipación; de tal forma se busca que ningún aspecto se quede fuera del presupuesto y que todas y cada una de las áreas que debe atender el gobierno estén bien presupuestadas para que puedan cumplir con sus objetivos. Actualmente ya se tienen propuestas por parte del Gobierno Federal sobre el paquete económico 2020 y como usted debe de suponerlo, a la oposición, no le parece viable dicha propuesta.

Se entiende que la razón de ser de tener una propuesta del presupuesto que ejercerá un gobierno con mucha anticipación, es precisamente para hacer modificaciones al mismo, según las observaciones que se hagan. Es muy lógico que esas modificaciones se hagan en base a las exigencias de los partidos de oposición, eso debe ser celebrable, pues vivimos en un país demócrata. Mencionado lo anterior, hay que reconocer, que muchas de las exigencias o de las modificaciones que la oposición plantea que se hagan al proyecto de presupuesto que plantea AMLO, son simples cartas a “Santa Claus”; sobre todo las que se hacen desde las Entidades Federativas, exigiendo más recurso “para esto o para aquello” sin siquiera demostrar una capacidad efectiva de administración financiera, es decir “piden y piden” y no es claro el ¿cómo y en qué? se lo gastan.

Con gobiernos anteriores, lo que se pedía desde las Entidades, las instituciones y los demás Poderes de la Unión, respecto al presupuesto de egresos principalmente, era aprobado y concedido, sin pedir mucha justificación, sin exigir mucha comprobación de gastos ni nada de eso. Pues bien, los fraudes como la “estafa maestra”, los programas sociales con beneficiarios fantasmas, los hoyos financieros en las instituciones públicas y el desvío de recursos, son algunos de los resultados de esa forma de gobernar tan “dadivosa” que criaba parásitos en la administración pública.
Hoy en día, está abierta la posibilidad de hacer propuestas para modificar el paquete económico 2020 y quien crea necesario pedir más recursos para un Estado o un sector puede hacerlo; pero también se debe entender que ya no es la misma historia de gobiernos pasados. Ahora, la comprobación de cada centavo gastado por el gobierno debe ser una realidad y no solo una letra muerta. Una de las principales políticas de la Cuarta Transformación es la de eliminar los privilegios de la clase gobernante, por lo que gastos innecesarios y sueldos descomunales deben ser eliminados, para con ese recurso ahorrado, redistribuirlo a áreas prioritarias, una vez hecho eso, hay calidad moral para exigir más presupuesto. Por ejemplo, la Universidades Públicas piden más exigen un mayor presupuesto y efectivamente hay muchas necesidades que cubrir, pero ninguna universidad ha planteado la forma en que comprobará sus recursos y trasparentará sus actividades, para no volver a caer en una estafa maestra. Mientras no quede claro que la forma de gobernar y de hacer política ha cambiado, no se puede ser exigente en cuanto al presupuesto que se asigna. Esto no solo aplica a la oposición, sino también a los mismos funcionarios del Gobierno Federal; hay Programas como el Crédito Ganadero a la Palabra, que no tuvieron la comprobación del gasto adecuada, por lo que para el 2020 tendrán una considerable reducción de presupuesto.
Como ya lo dije, estamos a tiempo de que el proyecto del paquete económico 2020 sufra modificaciones. Aun así, quede como quede, la oposición PRIANISTA no estará conforme, porque ellos entienden el concepto de oposición de manera muy limitada.

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