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viernes, 29 marzo, 2024
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Discursos de odio de grupos conservadores contra la población LGBTTIQ atentan contra los derechos humanos

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Por: ALMA RÍOS •

■ Son un acto de incongruencia en términos de la fe que profesan cuando son asociados a diversas iglesias: Mara Muñoz

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■ Si estos grupos religiosos “no se autoimponen como límite el respeto al derecho ajeno, habrá que hacer un llamado a sus jerarcas para que los llamen a la cordura”

 

Los discursos de rechazo y odio esgrimidos desde grupos conservadores asociados a diversas iglesias, contra la población LGBTTIQ, “no solamente son un acto de incongruencia en términos de la fe que profesan, la cual se basa supuestamente en al amor al prójimo o a la prójima, sino que atentan de manera muy grave y clara contra los derechos humanos, los cuales son un logro histórico de la sociedad”, expuso Mara Muñoz Galván.

La activista destacó que los derechos humanos no son una graciosa concesión sino la consecución de un estadío que busca mejorar las condiciones de vida de todas y todos de manera “que tengamos un espacio para podernos desarrollar de manera más integral”.

“Es un logro que está basado en el dolor humano y que tiene como contraste la barbarie a la que se puede llegar cuando se promueven discursos de odio, cuando se llevan a cabo acciones que atentan contra la dignidad, integridad y la vida de las personas”.

La presidenta del Observatorio de Justicia y Derechos Humanos de Mujeres y Niñas opinó que “no podemos olvidar de dónde venimos en este momento del desarrollo de nuestra historia, como estado, país y como sociedad humana”.

Por ello no es permisible que los discursos que aumentan la polarización social y justifican incluso acciones violentas de carácter verbal e incluso físico sigan proliferando bajo el argumento del ejercicio de la libertad de expresión o religiosa.

Dijo que si estos grupos religiosos “no se autoimponen como límite el respeto al derecho ajeno, habrá que hacer un llamado a sus jerarcas para que los llamen a la cordura y a la sensatez, porque lo único que se está pidiendo es el reconocimiento de los derechos humanos de un sector de la población”, concretamente al referido al matrimonio igualitario, que apuntó, está inscrito tanto en la Constitución del país como en tratados internacionales firmados por el Estado mexicano.

En este sentido, dijo que la discusión de consultar los derechos humanos de un sector de la población está totalmente fuera de lugar y los legisladores deben entender que sus creencias religiosas y prejuicios deben quedar fuera del proceso legislativo.

Expuso que es imposible dentro del marco legal del país que se les niegue a estas personas un derecho civil básico como es el matrimonio.

“No se trata de romantizar la familia, se trata de que esta población tenga acceso a otros derechos que derivan del contrato matrimonial que tienen que ver con la herencia, la seguridad social, y con existir para una sociedad como personas con plenos derechos humanos”.

Mara Muñoz Galván también se refirió al problema del subregistro de los ataques contra la población LGBTTIQ que culminan en asesinatos por razones de odio.

Expuso que al no clasificarse de manera correcta no hay estadísticas claras al respecto, lo que deriva en la inexistencia de una política criminal que responda a las situaciones generadas “por el odio hacia el otro, o la otra, en nuestra sociedad”.

En Zacatecas “estamos totalmente a oscuras” en términos de entender la magnitud de este problema, agregó, pues la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE) no ha dado muestras de haber implementado una política transversal de perspectiva de género en la institución, que acotó, no solamente se refiere al tratamiento que debe darse a los crímenes cometidos contra mujeres y niñas sino a los de todas aquellas personas diversas en su preferencia sexual e identidad de género.

El tema implica además de la capacitación del personal para que se haga una correcta clasificación de estos delitos, el que se genere un sistema estadístico que ofrezca claridad sobre su comisión para que la sociedad dimensione los problemas que genera la violencia por razones de género.

En ese sentido, dijo, se tiene un Estado en sus tres niveles de gobierno que persiste en este tipo de omisiones pero también, a un gobierno local conservador que no ha sabido estar a la altura de la situación que impera en la entidad, el país y el mundo.

“No sabemos la magnitud del problema pero lo que sí podemos saber sin duda por los casos que llegan por ejemplo al Observatorio de Justicia y Derechos Humanos de Mujeres y Niñas, es que este tipo de manifestaciones de odio que se difunden tanto a través de redes sociales, medios de comunicación e incluso música, impactan en personas que sienten que hay un ambiente permisivo para cometer actos de violencia contra comunidades que históricamente han estado marginadas. Y en ese supuesto, entran quienes pertenecen a la población LGBTTIQ y también, las mujeres y las niñas”.

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