■ Dice que debe analizarse el resurgimiento de estas ideologías totalitaristas de corte fascista no sólo en Estados Unidos sino en Europa
■ “La no aceptación de los otros detona asesinatos, matanzas; su destrucción, para presuntamente preservar la supremacía de unos grupos sobre otros más vulnerables”
Detrás de la violencia que ataca a “la otredad”, al diferente; subyace un problema ideológico de corte fascista que ha activado Donald Trump, “y que pone en riesgo no solamente a los migrantes sino a toda la estructura social en términos de su fomento del odio”, expuso el historiador René Amaro Peñaflores.
Cuando esta ideología se articula con otros elementos culturales, sociológicos o antropológicos, la no aceptación de los otros detona asesinatos, matanzas; su destrucción, para presuntamente preservar la supremacía de unos grupos sobre otros más vulnerables, como se hizo evidente con los recientes ataques a la población hispana en los Estados Unidos, agregó.
El docente investigador en la Unidad Académica de Historia de la UAZ dijo que debe analizarse el resurgimiento de estas ideologías totalitaristas de corte fascista no solamente en los Estados Unidos sino en Europa, pero también observarse que siendo producto de un pensamiento hegemónico, cruzan fronteras, se transversalizan, haciéndose presentes en nuestro país replicando este rechazo.
“Yo he visto eso. Y lo he visto con mis colegas, en la familia, en otros ámbitos universitarios, que cuando se menciona que los migrantes ponen en riesgo un cierto estatus un cierto, un confort, una situación de bienestar estandarizada o intereses de tipo nacionalista”.
“Allí es donde vemos que está operando la ideología porque ellos dicen, hay que cerrar las fronteras del sur, hay que contener a estos grupos”.
Ante el discurso, sectores sociales reaccionan y pugnan “por poner orden”, alegando que “vienen delincuentes”, por ejemplo, o que los emigrantes sustituyen en los trabajos a los nativos.
En México a pesar de que desde el Gobierno de México se ha buscado difundir un pensamiento de corte humanístico al tema migratorio, “de tolerancia y paz”, se sabe que justo las mentalidades e ideologías son lo que más tarda en cambiar en una sociedad.
De esta manera persiste el pensamiento hegemónico mediante el que pretende mantenerse un estatus quo, la desigualdad y la diferenciación social, también de carácter racial.
“Entonces yo creo que efectivamente ese pensamiento hegemónico es el que está operando de manera muy activa, generando esta exclusión, este problema de no respetar lo diferente, no respetar a los otros”, mismo que en otros momentos de la historia del país también ha generado violencia.
René Amaro citó el caso de la matanza de 303 personas de origen chino asesinadas en Torreón, Coahuila en 1911, y otros episodios más recientes de xenofobia.
“En términos históricos podríamos rastrear en el siglo 19 esta problemática de la migración, de la exclusión, pero cuando se articula con estas ideologías de tipo fascista o esta idea de defensa de lo nacional a ultranza, ahí es donde aparecen estos problemas que generan una crisis política que amenaza con convertirse en una crisis social”.
