■ “Los viejos esquemas sindicalistas siguen prevaleciendo en México”: Valerio
■ “Mejoras”, como el aumento en el salario real, provienen no de la movilización de los trabajadores o del sindicalismo, sino de la fuerza del capital internacional
Francisco Valerio Quintero, representante de la organización Nosotrxs en Zacatecas, aseguró que el panorama para los trabajadores en México sigue siendo desalentador y cuestionó la celebración que realizan los trabajadores el primero de mayo, puesto que ello hace reproducir sus condiciones.
Opinó que las “mejoras” en las condiciones laborales de los trabajadores, tales como el aumento en el salario real, provienen no de la movilización de los trabajadores o del sindicalismo, sino de la fuerza del capital internacional.
En ese sentido, “el Día del Trabajo se ha convertido en una celebración formal, no de ahora, sino de hace mucho tiempo, en la cual los trabajadores hacen una reivindicación de su propia condición de trabajadores, pero al mismo tiempo reproducen las condiciones que los tienen en situación de pobreza”.
Aunado a ello, “parece una celebración de los líderes sindicales para la cual movilizan a la base trabajadora”, especialmente en una coyuntura que coincide con el próximo campo de batalla en el ámbito legislativo: la modificación a la Ley Federal del Trabajo.
Consideró paradójico que, más que el reclamo de los propios trabajadores o de sus líderes sindicales, hay una fuerza que impulsa a la elevación de los salarios reales derivada de los tratados de comercio internacional suscritos por México.
De acuerdo con Valerio Quintero, lo paradójico está en que, mientras para los líderes sindicales y los patrones, las condiciones salariales que imperaban en el país se movían en medio de la legalidad, para el comercio internacional el trabajo barato en México (una octava parte de lo que vale en Estados Unidos), era una condición de ventaja ilegítima que encarecían los productos en los otros países.
Es decir, la fuerza que impulsa el aumento de los salarios reales viene del capital internacional, lo que evidencia la desmovilización de los trabajadores y la falta de fuerza de los sindicatos.
Refirió que la reforma a la Ley Federal del Trabajo que se avecina también se enmarca en esta coyuntura de falta de movilización de los trabajadores porque, incluso, lo que se observó en semanas anteriores en el norte del país, donde se realizaron huelgas en varias empresas, “dio la impresión de que se trató de movimientos inducidos por una abogada estadounidense. Daba la impresión de obedecer más a intentos de desestabilización que de defensa real de los trabajadores”.
“¿De qué fuerza disponen realmente los trabajadores en este momento? Yo diría que no es mucha, puesto que los viejos esquemas sindicalistas siguen prevaleciendo en México, incluso en los que alguna vez hubo visos de movimiento democrático como el Sindicato de Telmex, que se convirtió en un caciquismo del mismo tipo de aquellos que criticaron en el pasado”, dijo Valerio Quintero.
Manifestó entonces que hay un proceso de involución o regresión de las organizaciones sindicales auténticas, libres e independientes, lo que significa que todo aumento en el salario y todo mejoramiento en las condiciones laborales será producto de una negociación entre partidos políticos y no por representación de los intereses de los trabajadores.
