Autor: David Fernández Martínez
Residencia: Tizayuca, Hidalgo, México
Qué bueno que viene mi siñora,
en qué le puedo ayudar.
Pase, pásele pa dentro,
Por favor, véngase a disayunar.
Mire que estaba aquí pensando, que ya es tarde y pronto la divisaría,
pus si ya me decía,
la siñora ya se tardó,
Está haciendo harto frío afuera, qué no.
El Polito está dormido, mire bueno que pregunta,
lo voy a despertar.
Llegó ayer ya muy tarde de trabajar.
El muy canijo siempre se me escapa por las nochis a la calle a andar de vago y a tomar.
Nada más deje preparo sus tortillitas;
mientras le sirvo más cafecito.
Sólo no se vaya a quemar que está bien calientito.
Ya tenía tiempo sin verla siñora,
desde la muerte del sr Adonias,
Quién iba a pensar que su caballo lo mataría.
Siempre pensé que de borracho moriría.
Cómo es la vida, verdá,
Uno nunca sabe dondi va quedar.
Míreme a mí, tantos años y sigo aquí;
más aguanté que otros, unos buenos, y otros malos
se fueron primero, nomás así, sin preguntar.
Yo ya me siento muy cansada;
qué bueno que me visita,
Ya no estoy pa’ estas desveladas.
Sólo déjeme ir por mis ganchos para tejer, me imagino que vamos lejos,
y ya casi termino un suetercito para vender.
Igual y nos sirve más tarde,
pa’ comprar algo di comer.
Pus a dónde si fue, mi siñora Catrina.
Siquiera termine su cafecito,
Cuántas veces y siempre con lo mismo.
Polito ya levántate, ya es tarde; vete a la milpa, mijo,
a trabajar Polo, Polito, mijo.