Las Vegas. Perder el control en el cara a cara le valió a Saúl Canelo Álvarez que Gennady GGG Golovkin lo llamara «cobarde», y que parte del público en la atiborrada T-Mobile Arena abucheara al mexicano, tanto como a su llegada al kazajo, durante la ceremonia de pesaje previo a la esperada pelea de desempate por el título mundial de los pesos medianos.
Ambos peleadores se enfrentarán por segunda vez en sus carreras, después de un polémico empate en septiembre de 2017 que permitió que hubiera una revancha, que se pactó para mayo de 2018, pero todo cambió en marzo, cuando el Canelo dio positivo por clembuterol en un control antidopaje aplicado por su equipo, que atribuyó el resultado al consumo de carnes rojas en México.
La Comisión Atlética de Nevada suspendió al tapatío medio año, hasta agosto pasado, y después de múltiples cuestionamientos y polémicas de ambas partes, esta noche llega el combate que enfrenta al mexicano de 28 años con el kazajo de 36.
Golovkin, quien presume su “estilo mexicano” al ser entrenado por Abel Sánchez, defenderá sus dos títulos mundiales de peso mediano, el del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y el de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB). El de la Federación Internacional de Boxeo (FIB) le fue retirado; declinó la defensa a la espera de la pelea con Álvarez.
Cumplieron en la báscula
Tanto Álvarez como Golovkin pesaron un poco menos de las 160 libras (72.57 kilos), el límite de la división de los medianos; cumplieron, pero no lograron el tradicional careo previo a la contienda.
Cuando ambos se acomodaban en la pose para los medios, Canelo, quien se había caído de la silla al momento de ponerse el pantalón, llegó descontrolado al centro del escenario para la foto, sintió la cabeza de su adversario por encima, se puso a la defensiva como preparando un golpe y provocó empujones entre los equipos de cada peleador.
“Yo estoy relajado, él (Álvarez) es un cobarde”, expresó el kazajo, en la entrevista inmediata al pesaje, en referencia al forcejeo del mexicano. “Quiero el nocaut, sería un gran regalo para mí conseguirlo”, sentenció Golovkin, quien buscará mantenerse invicto, hasta ahora en 38 peleas, con 34 nocauts, y un empate, además de romper la marca de defensas de títulos.
Con su nocaut al estadunidense Vanes Martyrosian en mayo, el kazajo igualó las 20 defensas de la leyenda, Bernard Hopkins.
“Este sábado tendremos una gran pelea de la que saldré victorioso. Voy a mostrarles todo el trabajo que he hecho durante todo el entrenamiento, ese es el principal rival, lo demás es lo más fácil”, manifestó el mexicano al tomar la palabra, al tiempo que era parcialmente abucheado por la afición.
“Yo no voy a hablar de él (Golovkin), yo hablo en el cuadrilátero; mañana (hoy) se verá”, añadió el Canelo, quien suma 49 victorias –34 por nocáut–, una derrota y dos empates.
Mauricio Sulaimán, presidente del Consejo Mundial de Boxeo, reveló que Álvarez, “por su poder de ventas en el pago por evento y el arrastre con el público mexicano y mexico-americano”, ganará más que el campeón defensor. El tricolor tiene asegurados 30 millones de dólares, por 20 para Golovkin.
En la pelea subestelar, el mexicano Jaime Munguía buscará la segunda defensa del título superwelter de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) ante el canadiense Brandon Cook. Otro mexicano en la cartelera será Moisés Fuentes, quien tendrá como rival al nicaragüense Román Chocolatito González, en duelo pactado a 10 rounds en supermosca y entre ex campeones mundiales.
También estarán los hermanos Roberto Massa Ortiz y Carlos Ali Ortiz, cuando enfrenten a invictos prospectos estadunidenses como Vergil Ortiz Jr y Alexis Rocha.
Finalmente, en duelo en peso medio y entre candidatos naturales a enfrentar a Canelo o GGG, el canadiense David Lemieux y el irlandés Gary O’Sullivan, chocarán en la división de los medianos.
