Según Inegi, la población en condiciones de subocupación pasó del 10.6 a 12.4%
Son datos comparativos al segundo trimestre de 2018 con el mismo periodo de 2016
De la Población Económicamente Activa, más de 60% se emplea en el sector informal
A dos años de haber iniciado el gobierno de Alejandro Tello Cristerna, la generación de más de 16 mil empleos es uno de los datos más destacados por la administración estatal.
Sin embargo, las cifras de organismos oficiales como el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) muestran que desde 2016 hasta ahora las condiciones laborales de la mayoría de los zacatecanos se han vuelto más precarias.
La subocupación es uno de los indicadores que ha empeorado en esta etapa y el cual hace referencia “la necesidad de trabajar más tiempo, lo que se traduce en la búsqueda de una ocupación complementaria o de un nuevo trabajo con mayor horario”.
En el último estudio del Inegi correspondiente al segundo trimestre del año se registró un porcentaje de 12.4 por ciento de la población ocupada que está en condiciones de subocupación, frente al 10.6 por ciento que se reportaba en el mismo periodo de 2016.
Las condiciones críticas de ocupación hablar de aquellas personas que “se encuentran trabajando menos de 35 horas a la semana por razones ajenas a sus decisiones, más las que trabajan más de 35 horas semanales con ingresos mensuales inferiores al salario mínimo y las que elaboran más de 48 horas semanales ganando hasta dos salarios mínimos”.
En éste también hubo un incremento en el número de zacatecanos que están en esta situación, pues de abril a junio de 2016 había 14.8 por ciento de los trabajadores enfrentando condiciones críticas de ocupación y en los mismos meses de este año el porcentaje se elevó al 16.5.
La situación se agrava entre las personas que se emplean en el sector informal de la economía y que son la mayoría en el estado, representando más de 60 por ciento de la Población Económicamente Activa.
Este indicador también se ha deteriorado los últimos dos años, incrementándose de un 62.3 a un 63.3 por ciento del segundo trimestre de 2016 al mismo periodo de este 2018.
Incluye, de acuerdo con las mediciones del Inegi, “el trabajo no protegido en la actividad agropecuaria, el servicio doméstico remunerado de los hogares, así como los trabajadores subordinados que, aunque trabajan para unidades económicas formales, lo hacen bajo modalidades en las que se elude el registro ante la seguridad social”.
Otro de los estudios que realiza el Inegi en torno al tema económico es el del Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal (ITAEE) y que habla del crecimiento de la economía en cada una de las entidades federativas.
Al respecto, la cifra general ha tenido una mejora en dos años pues en el primer trimestre de 2016 se tenía un decrecimiento del 0.4 por ciento y en el mismo periodo de este año la cifra fue de 2.7 por ciento de aumento, colocándose por arriba de la media nacional del 1.2 por ciento.
No obstante, al desglosar el indicador por sectores de actividad se advierte que tanto el primario, relacionado con las actividades agropecuarias principalmente, y el terciario o de servicios, que corresponde sobre todo al comercio, han sufrido una grave caída en su nivel de crecimiento.
Las actividades primarias en los tres primeros meses de hace dos años tuvieron un crecimiento del 13.9 por ciento y este año iniciaron con un decrecimiento del 10.6 por ciento, cuando a nivel nacional este sector creció un 5.4 por ciento.
El comercio de enero a marzo de 2016 registró un incremento de 5.1 por ciento y en la actualidad está estancado pues en el mismo periodo se reportó un avance del 0.2 por ciento.
Las únicas actividades que han tenido un repunte han sido las secundarias o industriales, ya que en 2016 se habló de cifras negativas con un -8.5 por ciento y este año comenzaron con un 7.7 por ciento de crecimiento.
