Ahora que tenemos la certeza de que viene un cambio positivo para México, debemos estar atentos al sello distintivo que darán al desarrollo integral y sustentable de la nación, a los estados y municipios que serán gobernados por el Movimiento Regeneración Nacional (MORENA). Por todos es sabido que nuestra realidadtiene muchos lados criticables pues hasta ahora, los beneficios han sido solo para la clase dominante sin que mucho de lo expuesto por la Constitución Política Federal sea garantizado para la mayoría de los mexicanos. Creo fundamental que el cúmulo de servidores y funcionarios morenistas, adopten los principios que llevaron a la victoria a López Obrador, de lo contrario, no existirá brújula que guíe a buen puerto los esfuerzos que se realicen para lograr las metas y las propuestas ambiciosas que ofertaron en la campaña. Es importante mencionar que se debe tener cuidado con los expertos en colarse en cada administración, me preocupa que ahora, todos son morenistas y votaron por AMLO y, aprovechan su capacidad camaleónica para insertarse entre las distintas posiciones que deberán ocuparse para jalar las riendas del proyecto alternativo de nación. Así las cosas, creo que para gobernar hay que tener mucha disciplina, buenos cimientos personales, culturales y una excelente educación, pero también, la diplomacia necesaria para sacudirse a tanta lacra que lo único que harán es estorbar y contaminar lo que pudiera ser, una genuina estrategia de consolidación político-democrática. Los morenistas desde López Obrador, deben estar atentos para evadir a la marejada de individuos indeseables que podrán contribuir a todo, menos a hacer bien las cosas y esas cosas, se traducen en administraciones públicas eficientes y honestas, en una producción legislativa acorde a lograr que los pobres sean el principio del gobierno y no el fin, como históricamente han sido colocados o bien, en una administración de justicia que recupere la confianza del pueblo en el estado de Derecho. Distinto es conciliar a solapar a tanta rata corrupta que buscará brincar de canoa en canoa hasta asegurar un espacio dónde saquear lo que no alcanzaron en otras administraciones, así, es fundamental puntualizar que las líneas estratégicas morenistas se orientan a: 1. Lograr un esquema efectivo que garantice la legalidad y la erradicación de la corrupción (Aquí no entran las ratas y ya se les colaron varias). 2. Combate a la pobreza (A las ratas les conviene la pobreza para seguir mamando del presupuesto y quitarle las oportunidades a otros. 3. Recuperación de la paz (A las ratas les gusta lucrar con el hambre, la pobreza y el dolor de la gente, no caben en este proyecto). 4. Viabilidad financiera y austeridad, (A las ratas no les gusta la austeridad sino la opulencia, además de corromper todos los esquemas financieros, las concesiones, las licitaciones, el otorgamiento de obras etc.). 5. Equidad de género (También hay ratas femeninas que oscurecen trayectorias y logros de otras femeninas ilustres, son algunas de ellas, tan corruptas como los hombres, quieren posiciones y lo que menos les interesa es la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres). En este contexto, hago votos para que realmente se logre conjuntar equipos de trabajo bien orientados, con perfiles y trayectorias reconocidas, con prestigio profesional y con un cambio en la mentalidad, pues el gobierno no debe seguir siendo un botín de unos pocos, el gobierno es un mecanismo de servicio para el pueblo, su fin es la satisfacción de necesidades colectivas; el hecho de formar parte de una administración no es para saquear y enriquecerse en 6 o 3 años como hasta ahora se ha hecho. Si las ratas e hijos de la corrupción logran tatuarse en los gobiernos morenistas, éstos perderán identidad y la población seguirá sin advertir cuál fue el cambio por el que votaron, pues siguen en los puestos, los mismo que han saqueado las arcas y han empobrecido a la población. Uno de los receptáculos fundamentales en donde se deberá impregnar el toque morenista a las administraciones públicas son el Plan Nacional de Desarrollo, los planes estatales y los municipales, ahí se debe insertar el proyecto alternativo y los ejes fundamentales de la cuarta transformación, esta última entendida como la gran revolución pacífica que motivará los cambios estructurales que deberán escribirse en la historia de México desde el punto de vista económico, social, cultural y político. Si se logra la consolidación de la agenda morenista en todos los órdenes de gobierno, habremos de avanzar con metas claras, si por el contrario, las ratas logran incidir y ocupar puestos estratégicos, estaremos ante la presencia de un fallido proyecto de Nación que solo contribuirá a ampliar las grandes brechas sociales y a agudizar nuestros profundos problemas comunes.
*Integrante del Consejo Mundial para la
Defensa de los Derechos Humanos
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