Más recursos estatales a la UAZ: financiar la inteligencia local

Las universidades están agrupadas en diferentes tipos: nacionales (como la UNAM, UAM o IPN); Tecnológicas, Normales y Universidades Estatales. Estas últimas tienen como misión adaptarse y contribuir al desarrollo de su respectivo estado. Por ello, el subsidio ordinario de dichas instituciones se compone de tres partes: la aportación federal, la estatal y los ingresos propios de las mismas. Así las cosas, las entidades federativas contribuyen con sus universidades de manera muy distinta: hay estados que asumen más del 50 por ciento de la totalidad del subsidio, otras con el 40 y otras (como en Zacatecas) con el 15 por ciento. Por ello, el promedio nacional es el 30 por ciento; y como es evidente, el gobierno de Zacatecas es de los que menos aportación hacen a la educación superior de su estado.
En muchos de los indicadores de desarrollo los promedios mundiales o nacionales se usan para formar las líneas u horizontes normativos, y sobre ellos se miden las brechas. Y las líneas normativas son metas mínimas que todos deben alcanzar. Si así son las cosas, entonces, el gobierno de Zacatecas tiene la meta de doblar su aportación y pasar del 15 al 30 por ciento (como mínimo o piso) en la contribución del subsidio de la UAZ. Si ahora se dan alrededor de 250 millones, tendrán que dar otro tanto más, y subir el monto a 500 millones al año. Y 500 millones de un presupuesto de (números redondos) 26 mil millones es cosa mínima. La brecha se puede traducir a deuda: es lo que se debe para estar en el piso de arranque. Luego entonces, Godezac tiene una deuda con la UAZ de aproximadamente 250 millones al año.
Ahora bien, la dificultad financiera de la institución la han cargado los propios profesores, en los últimos años ha crecido la universidad, y con ello, han aceptado a más de 10 mil estudiantes; pero el precio es que los profesores no tienen depósitos en sus cuentas individuales, los tiempos determinados han disminuido sus percepciones y los gastos para laboratorios o viajes de prácticas prácticamente han desaparecido. Todo se cobra. Las cuotas han subido y el estrés institucional está a tope. Mucha gente, incluyendo universitarios, atribuyen la crisis a mala administración y gastos superfluos, y sin negar que efectivamente hay algunos casos de este tipo, no es la causa de la crisis. Cosa que se demuestra en una simple verificación contable: todos los funcionarios no cuestan ni el 5 por ciento de todo el presupuesto. Tampoco el caso de los actos de corrupción, como la Estafa maestra, son causa de la crisis, porque esos fondos son proyectos específicos extraordinarios: fuera totalmente del subsidio ordinario. Es cierto que la UAZ debe mejorar su transparencia y rendición de cuentas, ya que hasta prometió un sistema anticorrupción y no ha cumplido; sin embargo, eso no quita la obligación de Godezac de cerrar la brecha que evidenciamos arriba. La institución de educación superior más importante de Zacatecas debe fortalecerse para que aporte mejores soluciones a los problemas del estado: es como darle recursos al bienestar de la inteligencia estatal.