(6 CONCURSO DE CUENTO CORTO DE LJZ)
Todo empezó cuando yo salí de la escuela con mis amigos. Nos fuimos a la tienda de la esquina, como acostumbrábamos siempre, para ir a jugar en los videojuegos. Ese día no fue el mejor, porque, al llegar, mis compañeros me ganaron casi todos mis videojuegos favoritos, sólo quedaba uno, pero estaba con un letrero que decía: “Fuera de servicio”.
Así que recurrí con la señora de la tienda y me dijo que había un nuevo videojuego de realidad virtual, que si lo quería probar, a lo cual yo acepté sin dudarlo, pues quería probar videojuegos nuevos. Primero me sentó en una silla y después recurrió a ponerme unos lentes, los cuales me incomodaban demasiado. Después de un rato, me sentí muy rara; mi cabeza me daba vueltas y no sabía por qué. Después de un instante… ¡Cuál sería mi gran sorpresa! Ya no estaba en la tienda, sino dentro del videojuego.
Estaba desconcertada, sin saber cómo salirme de él. Intentaba descubrir dentro de cuál juego estaba, pero no lo logré, así que empecé a caminar y me encontré con una especie de animales raros que tuve que saltar para poder librarme de ellos. Más adelante, descubrí que cada que tocaba una moneda se escuchaba un pequeño sonido. Luego choqué fuertemente con algo que me hizo volar rápidamente y recoger monedas de oro de una manera más divertida. Me entretuve un muy buen rato en ese nivel.
Me senté por un instante y me puse a reflexionar cómo le haría para poder salirme, y llegué a la conclusión de que si podía mantenerme con vidas y pasaba todos los niveles lograría llegar hasta la meta del juego convirtiéndome en la campeona, que tendría como premio pedir un deseo y ése sería regresar a mi vida normal.
Tomé con calma lo que me estaba sucediendo; decidí no estresarme y disfrutar el momento de manera divertida. Seguí caminando e inesperadamente choqué con un animal, lo cual me hizo darme cuenta que iba perdiendo vidas, porque en la parte de arriba había unos corazoncitos que cada que chocaba desaparecían. Después me dije a mí misma que ya no debía perder más vidas, para poder llegar a la meta y cumplir mi deseo.
Pasé todos los niveles sin dificultad y con ansias de llegar a la meta. Y cuando llegué al último nivel, di un gran salto para poder agarrar la banderilla y ser la campeona, pero cuál sería mi mayor desilusión que no alcancé a llegar y me caí en un hoyo profundo. Mientras iba cayendo, me sentí muy triste, porque pensé que sería mi final y jamás podría regresar con mi familia y amigos, pero ¡oooh sorpresa que me llevé!, pues todo fue una pesadilla y desperté muy asustada en la silla.
Ahora que reflexiono todo lo que me pasó, puedo decir que no fue una pesadilla, sino un gran sueño que viví por todas las aventuras que pasé gracias a: “un videojuego de realidad virtual”.
Autora: Cindy Nicole Pacheco de Lira
Edad: 12 años
Escuela Secundaria Técnica 68. Internado 9 “J. Trinidad García de la Cadena” CEBAARE
Zacatecas, Zacatecas
