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jueves, 28 marzo, 2024
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La cuestión Judío-palestina: entre dos delirios. Una esperanza que hoy no está: la izquierda judía y los moderados islámicos creando un acuerdo de paz

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Por: MARCO ANTONIO TORRES INGUANZO •

Hay muchas expresiones que declaran opiniones del conflicto árabe-israelí. Es necesario fomentar opiniones informadas para que se opine basados en la historia y su facticidad y no en meras consignas producto de propaganda. Los extremismos de ambos lados promueven opiniones fanáticas. Ofrezco un ejercicio de ilustración del tema, aun cuando el espacio es muy reducido. Me centro en dos cosas: la narración de cómo Israel llegó a ser Estado y las claves del sistema político israelí en el contexto de guerra.
El territorio que hoy conocemos como Palestina, bautizada así por los romanos, ha sido históricamente muy conflictivo, su posición geopolítica le determina esa condición. Los judíos fueron desterrados por la fuerza de su territorio después de la sangrienta segunda guerra judía del 135 dC, la rebelión de Kobka. Los romanos los sacaron de ahí, y no volvieron sino hasta pasada la segunda guerra mundial en el siglo XX. Es sorprendente que un pueblo logre mantener lo esencial de su identidad desde el siglo XIII aC, hasta el XX dC. Alrededor de 3 mil años. No conozco otro pueblo que haya logrado tal cosa. Pues bien, después de los mamelucos, entran los Otomanos al dominio de palestina desde el siglo XVI hasta 1917. Después de ese año inicia el dominio británico. Desde el poder Otomano, (mitad del siglo XlX) se dan olas migratorias de judíos a ese territorio. En 1924 ya se contaban 96 mil judíos. Los árabes se alían a los británicos para sacar a los otomanos con la promesa de tener territorio propio: logran para la familia Hussein el gobierno de Jordania. Todo el territorio de palestina era de 120 mil kilómetros cuadrados, de esos, los árabes consiguen el 75 % de esa área para fundar Jordania. Quedan 30 mil km bajo mando directo de los británicos, que es lo que hoy está en conflicto.

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En la década de los 20’s hay núcleos importantes de judíos socialistas en palestina. Forman colectivos de trabajadores y unidades de producción, los famosos Kibutz de propiedad comunal. En ese contexto ya hay problemas con los clanes árabes de la zona. Los judíos organizan las Haganá, guardias entrenadas de defensa. En los 30’s, por el ascenso de Hitler en Alemania llegan 250 mil judíos más, lo que hace que sumen como 600 mil. En el contexto de inicio de la 2da guerra mundial, en 1936 hay una revuelta árabe contra los británicos. Los árabes cierran los puertos y los judíos fundan el de Tel Aviv, con enormes ventajas económicas para estos. Al mismo tiempo se unen a los británicos para luchar contra el nazismo, donde participa una de sus organizaciones militares más famosos: Etzel. Hay que mencionar que hubo grupos judíos que no lo hicieron, poniendo por delante un discurso antiimperialista, como Leji y el grupo Stern. En ese contexto, el llamado sionismo promueve la compra de tierras en palestina, con el llamado “fondo para Israel”. Los británicos, después de un tiempo, lo prohibieron. Lo importante es constatar que durante esas dos décadas, los judíos logran crear estructuras institucionales, aunque desde agrupamientos ideológicos diversos: los judíos socialistas tienen la confederación de trabajadores, su banco y un seguro médico; los nacionalistas (Etzel: antecedente lejano de Likud) el banco nacional; los ortodoxos (que eran anti-sionistas) y los liberales, de la misma manera tienen sus estructuras. Todo esto ocurre antes del 46. Sólo faltaba pasar de esta estructura social e institucional fragmentada a la conformación unificada de un Estado. ¿Cómo ocurrió eso? Veamos.

Al término de la segunda guerra mundial Gran Bretaña estaba en la quiebra, por lo que no podía seguir en la ocupación de palestina. Además, los judíos tienen el beneficio de la solidaridad por el Holocausto, que llamaba a la protección de ese pueblo sin Estado. Las condiciones eran favorables para que se atendiera la exigencia judía de contar con su propio Estado. Se conforma una comisión de Naciones Unidas por 11 países, entre los que están 3 latinoamericanos (Guatemala, Perú y Uruguay), y dicha comisión recomienda dos soluciones al tema palestino: (1) crear un estado binacional (árabe-judío); o (2) conformar dos estados, uno árabe y otro judío. Además de recomendar declarar a Jerusalén ciudad internacional. En ese momento todos (árabes, judíos y hasta los jordanos) eran palestinos. Los diferentes clanes árabes no aceptan la partición. El proyecto de repartición de la ONU fue casi por mitad en cantidad de kilómetros. El 27 de noviembre de 1947 se emite la resolución de la ONU al reconocimiento de un Estado judío. Estos últimos discuten el nombre entre Judea o Israel, y gana el último. Israel declara su independencia en mayo de 1948, como un país democrático, con libertad de culto, conciencia y educación. Israel no batalla para armar su estructura estatal porque ya tenia instituciones formadas, lo que no ocurrió con los árabes palestinos, que estaban más fragmentados y no procesaron la decisión de armar un Estado Propio en el territorio asignado por la ONU, sino que se fueron por la vía de la guerra. Esa guerra, los judíos le llamaron “de independencia”, y lo hicieron con el ‘plan Dalet’, que consistió en sacar las fronteras, lo que se leyó como intento de invasión del territorio asignado a los árabes. Ante este conflicto caliente, los árabes ricos se van de palestina. Un montón de detalles de esta situación (que no podemos describir), como la población árabe en territorio judío y al revés, y los reacomodos de población que se hacen tortuosos. La guerra fue con Irak, Siria, Jordania y Líbano, que atacan por el norte, y Egipto que lo hace por el sur. Los jordanos se anexan Cisjordania y Egipto lo hace con Gaza. No logran acabar con el naciente Israel y se firma el cese al fuego en 1949. Así, Israel se establece como Estado. Un detalle importante: gran parte del armamento de Israel de esta ‘guerra de independencia’ es de origen soviético (por vía de Checoslovaquia), porque los rusos los querían atraer a su zona de influencia, aprovechando la presencia de grupos judíos pro-soviéticos.

Los israelíes forman un Estado con un sistema parlamentario clásico, muy parecido al sistema español actual. De tal manera que se conforma un sistema de partidos políticos que compiten por 120 escaños del parlamento (el Knesset), y los partidos mayoritarios forman gobiernos de coalición. De esta manera, los gobiernos no son de un solo partido, sino de varios, lo que trae como consecuencia el fomento de la unidad nacional a partir de espacios de negociación y acuerdo en los actos principales de gobierno. Este sistema político les ha traído buenos resultados en el manejo de conflictos internos. Los partidos son muchos, llegan a ser hasta 13 o 15. Unos muy pequeños, como los árabes de Israel y los comunistas. Pero tradicionalmente hay cuatro bloques de coalición: la derecha, los ortodoxos, los liberales y la izquierda. La historia política de Israel la podemos hacer mostrando los mapas políticos que se hacen desde las coaliciones del Knesset y sus intenciones y consecuencias políticas. Así, se tuvo un largo periodo que va del 48 hasta antes de la guerra de los 6 días o del 67, de claro dominio de las izquierdas; y el ascenso de la derecha a partir del 77.

Por poner algunos ejemplos de la conformación de los mapas políticos. Al inicio hay hegemonía de la centro-izquierda con el partido Mapai (P. de los trabajadores), que luego fue el P. Laborista, liderado por el legendario David Ben-Gurión. Este dirigente hacía sus alianzas con los liberales en lugar de hacerlo con el Mapan (socialista) y el Maki (comunista), cuando tenía la posibilidad numérica de hacerlo. Jugaba a los equilibrios que le permitía el sistema parlamentario. Está de paso decir, que el Mapan y el Maki insistían en un Estado binacional. El P. Progresista (liberal) se ubicaba al centro, y el Jerut (nacionalista) se localizaba a la derecha. Así, Ben Gurión, hizo su primera coalición de gobierno con Mapai, más religiosos, más liberales. Dejando fuera del gobierno a la derecha extrema (el Jerut) y a los comunistas (Mapam). En un solo parlamento, podían formarse varios gobiernos, no era necesario llamar a elecciones cada que caía un gobierno: el parlamento volvía a organizar otro, a partir del rejuego de alianzas. En el camino se reconfiguran los partidos y nacen otros. Es un sistema que se mueve, aunque dentro de esos cuatro bloques que mencionamos. Por ejemplo, el Jerut termina dando lugar al actual Likud (de extrema derecha). Y el peso de cada partido también cambia mucho de una Knesset a otra, según las circunstancias concretas del momento.
El evento que marca la historia actual es la guerra de los seis días en 1967. Las consecuencias de esa guerra marcan el problema de territorios que a la fecha se litigan. Inicia con el ascenso de Nasser en Egipto, que nacionaliza el canal de Suez (en el 56) y apoya la rebelión en Argelia contra Francia. Israel hace alianza con Francia y se aleja de Rusia una vez que Stalin mata a los médicos judíos. Con lo que se fortaleció la política de los nacionalistas israelíes. Nasser se acerca a Moscú y cierra el estrecho de Tirán, con lo cual, cuasi-declara la guerra a Israel. Las cosas se van calentando en esos años, hasta que pasa lo que pasa: en el 67 estalla la guerra. Antes pasaron dos cosas muy significativas: el caso Eichman (62) y la fundación de la OLP (64). El resultado es que la guerra de Israel contra la liga de Egipto, Siria y Jordania, la gana Israel, con Itzac Rabin como jefe del Ejército. El efecto es un nuevo reparto de territorio: Israel se queda con el Golán (Libano), el Sinai (de Egipto) y la Cisjordania (Judea y Samaria). De este evento y las sucesivas resoluciones de la ONU se configura el mapa de la guerra, donde el pueblo palestino ha sufrido mucho. Sin embargo, quienes han sido un cáncer del conflicto son los extremistas islámicos, específicamente Hamas, Yihad Islámica y Hezbollah. Estos han terminado por llevar a la derecha israelí al poder: en los acuerdos de los 90´s, como la autonomía palestina, y los acuerdos de los 2000, 2001 y 2008, han empujado por la negación de los acuerdos, y la consecuente guerra fratricida. Fanatismos delirantes de organizaciones islamo-fascistas. Por ejemplo, cuando Shimón Peres y Arafat logran acuerdos, sus atentados fortalecen a la política de fuerza de Netanyahu que lo lleva al poder. Ha habido ofertas y posibilidades de paz, con el reconocimiento de un Estado palestino y el reparto de territorios más justos, y estos grupos fanáticos han terminado haciendo el juego a la derecha israelí, y con ello, impidiendo un acuerdo definitivo para la paz. Si las alas moderadas del Islam y la izquierda israelí lograrán frenar a sus extremos delirantes, sería posible alcanzar la paz. Como vemos: la cosa es más compleja que una mera consigna.

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