Londres. El jefe del Gabinete británico, Damian Green, se encuentra cada vez bajo una mayor presión por los presuntos comportamientos sexuales inapropiados de los que se le acusa, en el marco de un escándalo mayor sobre acosos en el Parlamento del Reino Unido.
La ministra de Interior, Amber Rudd, confirmó hoy que se investigará la acusación de que en una de las computadoras parlamentarias de Green se encontró material pornográfico.
El Sunday Times había informado previamente de que, según un ex jefe de policía, se había detectado ese material pornográfico durante un registro en 2008. Green negó esas acusaciones y las calificó de «calumnia política».
El político ya está siendo investigado por las acusaciones de una periodista. Esta asegura que Green le tocó una rodilla en un bar en 2015 y después le envió un mensaje «sugerente», algo que el conservador también niega.
Dos diputadas conservadoras, Heidi Allen y Anna Soubry, instaron a Green a hacerse a un lado temporalmente mientras se lleva a cabo la investigación. «Si es inocente y no tiene nada de que preocuparse, deje que el proceso siga su curso natural», pidió Allen.
En los últimos días varios miembros del Parlamento, tanto conservadores como laboristas, se han visto envueltos en acusaciones por conductas sexuales inapropiadas.
El ministro de Defensa, Michael Fallon, dimitió el miércoles sorpresivamente por haber acosado a una periodista tocándole la rodilla durante una cena hace 15 años. El sábado dimitió también el ministro escocés de Asistencia a la Infancia, Mark McDonald, por posible comportamiento inadecuado.
