Osvaldo Álvarez Crespo, docente de la Unidad Académica de Psicología de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), informó que tragedias o desastres naturales como los que se han presentado recientemente en el país provocan diversos problemas emocionales en las personas afectadas, pero también se genera un comportamiento social de solidaridad debido al sentido de sobrevivencia y cooperación.
“Toda catástrofe natural tiene dos consecuencias, una es la cuestión de la crisis en el momento del suceso y a posteriori, pues en primer momento hay un sentimiento de minusvalía, depresión, búsqueda de respuestas que no hay, vulnerabilidad, y eso crea que algunas personas caigan en pánico que a su vez puede llevar a diferentes situaciones”, explicó.
Quien no logra enfrentar de manera positiva la crisis después de la catástrofe, expuso que tienden a desarrollar traumas, y si ha fallecido un ser querido, se le provoca culpa en varios aspectos, es decir, “hay muchas dudas más que respuestas y para eso se requiere ayuda, un soporte emocional”.
Ante desastres naturales, ya sean sismos, inundaciones u otras, Álvarez Crespo manifestó que el apoyo que brinde la sociedad civil y las instituciones gubernamentales es muy importante, porque hay quienes pierden su patrimonio o algún familiar y requieren espacios para dormir o alimentos.
“Después viene la reparación personal y emocional, la cual debe ser con conciencia, acompañado por apoyo moral y solidario para encausarlo de buena manera, porque tampoco debe ser desbordado o agobiante ni platicar siempre de la situación”, indicó.
Tal como se ha observado en los sismos que azotaron los estados de Chiapas Oaxaca, la Ciudad de México, Puebla y Morelos recientemente, donde la sociedad civil se ha solidarizado a tal grado que han rebasado a las autoridades de gobierno, dijo que “ante una emergencia, el ser humano tiene el sentido de sobrevivencia, y al yo tener las condiciones se sobrevivencia garantizada, busco garantizar la supervivencia del otro”.
Es decir, en un momento de riesgo, es natural que las personas busquen hacer algo por el otro para que también sobreviva, es decir, de lo personal la tendencia es atender el ámbito comunitario.
Álvaro Crespo señaló entonces que ese sentido de sobrevivencia y cooperación en el ser humano es el que le genera la necesidad de ayudar a potras personas, si siente que tiene garantizado su bienestar fisiológico y tiene un lugar donde dormir y comer.
