- La decisión ha sido influenciada y presionada por el Grupo Pachuca: René Amaro
- Un buen homenaje, crear más espacios deportivos con el nombre de Carlos Vega: Ortega Neri
- Cambio va en contra del imaginario colectivo; seguro enfrentará resistencias: Eduardo Jacobo
La historia contemporánea de México y Zacatecas no se entiende sin personajes como Francisco Villa (Doroteo Arango), por lo que es una equivocación cambiar el nombre del estadio y demuestra que decisiones como esa las toman personas “que no tienen idea del significado de un caudillo como él”, opinó René Amaro Peñaflores, historiador de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ).
Afirmó que es poco probable que se haya realizado un plebiscito para cambiar el nombre del estadio, como se ha dado a conocer, y desde su punto de vista esa decisión ha sido influenciada y presionada por el Grupo Pachuca.
Además, subrayó que muchos de los ideales de Francisco Villa están plasmados en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y estos representan aún a los sectores sociales más vulnerables.
“Es un error cambiar el nombre al estadio, no sólo por el mito que existe sobre Villa, sino porque es un actor histórico muy importante. La historia contemporánea de nuestro país no se puede explicar sin él”, expresó.
Respecto a Carlos Vega Villalba, comentó que no tiene alguna referencia de él, pero si la intención es homenajearlo como presume la información oficial, hay otras formas para rendirle homenaje o reconocerlo.
Amaro Peñaflores reiteró que el cambio de nombre es equivocado, pues Francisco Villa “fue un revolucionario que representó una vertiente social y popular en la Revolución Mexicana y está plasmada en la Constitución de 1917, en el Artículo Tercero, 27 y 123”.
“Entonces la gente que ha promovido el cambio de nombre debería de documentarse un poco más sobre la historia de este estado y del país. El problema con el equipo profesional de futbol que juega en ese estadio es que es contradictorio porque no es un equipo de Zacatecas, es de un grupo de poder en el futbol, y tal vez eso tiene que ver con la idea de cambiarle el nombre al estadio”, explicó.
Señaló que el estado de Zacatecas tiene una historia profunda vinculada con el pueblo y Francisco Villa aún representa a todos esos sectores populares, campesinos y vaqueros, que hace 100 años constituyeron la base del Villismo.
Consideró que el gobernador Alejandro Tello debería dar marcha atrás con esa idea y no cometer más errores, pues “de entrada es equivocado subsidiar con recursos al Grupo Pachuca, pero el hecho de cambiar un nombre histórico al estadio, es el colmo”.
Amaro Peñaflores concluyó que son muchas las concesiones que el Gobierno del Estado otorga a la franquicia de Mineros y es muy probable que el nombre del estadio sea otra exigencia del corporativo que preside Jesús Martínez.
Cuestiona cambio
El historiador Alejando Ortega Neri señaló que “no estoy muy versado en futbol, conozco al señor (Carlos Vega Villalba), nunca entrené con él, pero he sabido de su dedicación. Pero los lugares y espacios emplazan memoria. Será muy difícil acostumbrarse, quizá nunca lo logren, para los que asisten al estadio olvidar que se llama Francisco Villa”.
Quizá muchos no sepan ni quién fue Villa, ni su actuación trascendental en la Batalla de Zacatecas, pero se han apropiado del espacio y del nombre, que no deja de sonar a historia. Si han decidido a hacerlo, pues bien por él, aunque considero que un buen homenaje sería crear más espacios deportivos con su nombre”.
Agregó que cuando al estadio Azteca se le decidió cambiar el nombre por el de Guillermo Cañedo, tuvieron que regresarle el nombre original, que es como lo conoce la gente.
Igual pasó con el de Toluca que lleva por nombre Nemesio Diez, pero para la gente de allí es la bombonera. Quizá el estadio de Zacatecas nunca deje de ser el Francisco Villa.
Imposición
El también historiador Eduardo Jacobo opinó que son pocos los elementos que dotan de identidad a los zacatecanos, el futbol retoma dos de los más significativos: la minería y Francisco Villa.
Cambiar el nombre al estadio, enfatizó, va en contra del imaginario colectivo, por lo que seguro enfrentará muchas resistencias.
“No se trata de restarle mérito a don Carlos, sino de respetar el patrimonio simbólico de los zacatecanos; afortunadamente pasará, como señala Alejandro Ortega Neri, algo similar al caso del estadio Azteca, la afición difícilmente hará suya esta imposición, y para fortuna nuestra este gobierno se acaba en cuatro años, y todo este asunto pasará a la historia como una idea absurda que intentó llevar al extremo eso de “gobernar diferente”.
Sin plebiscito
En el marco de la celebración del 471 Aniversario de la Fundación de Zacatecas (8 de Septiembre de 2017), el gobernador Alejandro Tello Cristerna, al rendir su Primer Informe, hizo el anuncio oficial del cambio de nombre del Estadio Olímpico “Francisco Villa”, al de “Carlos Vega Villalba”, informaron las autoridades estatales en un comunicado.
Según el documento, el acuerdo administrativo por el que se asigna el nombre oficial “Carlos Vega Villalba” al estadio de futbol, ubicado en Calzada de los Deportes s/n del Fraccionamiento Bulevares de la Ciudad de Zacatecas, se desprende del plebiscito, es decir, del apoyo masivo de un pueblo para reconocer la trayectoria del Hombre-Institución.
Sin embargo, la Ley de Participación Ciudadana indica que el Instituto Electoral del Estado de Zacatecas (IEEZ) debe participar la elaboración de un plebiscito.
Juan Osiris Santoyo de la Rosa, secretario ejecutivo del IEEZ, comentó que no sabía sobre la elaboración de un plebiscito sobre el cambio del nombre del estadio, pero que consultaría con otros funcionarios al interior del Instituto.
Por su parte, Héctor Alvarado, titular de la Coordinación General de Comunicación Social del Gobierno estatal, afirmó que se realizó una encuesta no un plebiscito y se trató de un error del Instituto de Cultura Física y Deporte del Estado de Zacatecas (Incufidez).
