- Culmina el 79 Congreso Nacional de la Confederación Nacional Campesina
- No se aceptará algún intento de imponer aranceles a las mercancías mexicanas
La inclusión de los intereses de los pequeños productores del sector agropecuario y de los trabajadores mexicanos en las renegociaciones del TLC, fueron preocupaciones reiteradas en la mesa seis, “El Tratado de Libre Comercio de América del Norte: resultados y retos”, del 79 Congreso Nacional de la Confederación Nacional Campesina (CNC) que concluyó sus trabajos este domingo.
Al respecto, refirió Juan Carlos Baker Pineda, subsecretario de Comercio Exterior de la Secretaría de Economía, que en la revisión del acuerdo “hay que se francos”, se propone como parte de “todo un rediseño de la relación” de Estados Unidos con México, que incluye otros asuntos como los de seguridad y migración; el “cómo nos vemos”, luego de la llegada de Donald Trump a la presidencia de aquel país.
Advirtió en este sentido en alusión a su interlocutor, “no puedes pegarme en migración y esperar cooperación en la parte del comercio”.
Observó asimismo respecto del tema de los pequeños productores que se han visto afectados por el acuerdo comercial, que el TLC firmado por el gobierno mexicano en 1994 no incluyó un capítulo para las Pymes, “que en México son la mayoría de las unidades económicas”.
Después de 23 años de TLC el país se ha convertido no sólo en el principal exportador, sino en el vendedor dominante de una serie de productos agropecuarios en los Estados Unidos, pero el propio funcionario precisó que la generación de divisas está concentrada en un 64 por ciento, apenas en unos 20 productos.
A la par, pequeños productores se han visto muy afectados, entre otros, los de leche, algodón, granos, chile y frijol, (estos dos últimos cultivos fundamentalmente zacatecanos), quienes ayer tomaron la palabra para exponer sus dificultades con los precios del mercado internacional, el coyotaje, el dumping, y la reducción de recursos dirigidos al campo mexicano, así como las que derivan de las importaciones de productos que desplazan del mercado interno a los nacionales.
Jaime Espinoza, de Zacatecas, refirió que en la entidad el 82 por ciento de las unidades de producción rural son pequeñas, esto es, se encuentran por debajo de las 20 hectáreas, y dijo, “no pueden seguir castigando a los estados” que se encuentran en esta situación.
Pidió tener cuidado con la forma en que se plantee en el presupuesto de 2018 el programa especial concurrente, pues este año se redujo en 50 por ciento, impactando a los pequeños productores zacatecanos.
En mismo tono, un productor de granos de Mexicali, Baja California, sintetizó la situación de los campesinos del país al señalar que en “México se siembra por fe”, y acusó a los intermediarios Cargill y Gradesa, de regir los mercados.
Concordantes se escucharon intervenciones desde Guanajuato, Coahuila, Jalisco, Durango, Sinaloa, y la delegación Milpa Alta en la Ciudad de México, esta última que en voz de una mujer pidió tanto a la representación del Senado en el evento, como a la comisión negociadora del TLC de la SE y la SRE, “tener dignidad, inteligencia y astucia” en las negociaciones, para responder “a lo que los campesinos y mexicanos merecemos”.
Luego de escuchar las afectaciones que 23 años de TLC les han ocasionado, Baker Pineda les contestó: “váyanse con tranquilidad que ya tomamos nota”.
El principal mensaje a expresar desde la Presidencia de la República y la Secretaría de Economía, dijo, es que “estamos preparados, sabemos cuáles son las cosas que tenemos que cuidar”.
El funcionario enumeró cuatro áreas en las que el equipo negociador mexicano “no aceptará” modificaciones, según las instrucciones que ha dado Enrique Peña Nieto. La primera respecto de algún intento de imponer aranceles a las mercancías mexicanas, que consideró “completamente inaceptable”.
Una segunda en la que se admite la modernización del Tratado pero no retrocesos en sus alcances, ejemplificó con el tema fitosanitario y la espera de 12 años a la solicitud de México para que se le declarara zona libre de fiebre porcina clásica, y que impidió por este lapso sus exportaciones a Estados Unidos, cuando a la par en un mercado más estricto, el japonés, tuvieron viabilidad.
Agregó el rechazo a las políticas de dumping mediante las que se ha acusado al país de vender por debajo de los precios de mercado obstaculizando la comercialización de sus productos, y cerró con la exigencia de un comercio incluyente que involucre a los pequeños productores.
Al respecto de esto último cabe recordar que a pesar de la situación de precariedad e incertidumbre que han manifestados las pymes agropecuarias mexicanas, la renegociación del convenio comercial trilateral fue abierta por “invitación” de los Estados Unidos a sus socios comerciales, México y Canadá, luego de un momento previo de amago con su cancelación total, del presidente Donald Trump, y que ha reiterado recientemente.
El tono de las declaraciones del mandatario estadounidense ahora en alusión al discurso emitido en Phoenix, Arizona, hizo declarar ayer a Baker Pineda que “va a haber momentos difíciles”.
También fue reiterada la preocupación de que el tema de los trabajadores mexicanos, que sostienen a unas 12 millones de familias en aquel país, según se expuso, y las remesas que proceden de su labor, sean abordados en las negociaciones del TLC.
Hubo asimismo la solicitud por parte del líder nacional cenecista, Rubén Escajeda, de integrar una representación de la organización en las mesas de negociación. Coincidieron en el reclamo de tener voz en ese espacio para la defensa de sus intereses, también participantes indígenas y mujeres.
Fue manifiesta asimismo la postura de que algunos productos se decreten en México, como parte de una estrategia de “seguridad nacional”. Entre ellos, el maíz, la leche, el arroz, y las aves. Y se externó la preocupación al respecto de la gestión del agua y la categorización de regiones con respecto a su disponibilidad.
El senador Gerardo Sánchez García, integrante de la Comisión de Agricultura y Ganadería de la Cámara Alta, quien fungió como presidente de la mesa, dijo que las consideraciones expuestas ayer por los cenecistas y que se integraron a la relatoría, se propondrían en un documento que se dirigirá a los secretarios de Economía, Idelfonso Guajardo, y de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray Caso.
“Nosotros haremos lo propio para que en la plenaria de la próxima semana, del grupo parlamentario del PRI, lo metamos en la agenda para que lo podamos blindar”.
Ayer por parte de Gobierno del Estado estuvieron atestiguando los trabajos de la mesa seis del 79 Congreso Nacional de la Confederación Nacional Campesina, “El Tratado de Libre Comercio de América del Norte: resultados y retos”, el secretario de Economía, Carlos Bárcena Pous, y Julio César Chávez, subsecretario de Gobierno.
“México no quiere privilegios, sino competir en igualdad y libertad”: Sagarpa
El pasado sábado comenzó en Zacatecas el 79 Congreso Nacional de la Confederación Nacional Campesina (CNC) en cuyo acto protocolario, José Calzada Rovirosa, titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), aseguró que el Gobierno Federal defenderá los intereses de los campesinos mexicanos en la renegociación del Tratado de Libre Comercio (TLC).
“México no quiere privilegios, sino competir en igualdad y libertad dentro del TLC, porque el país ha demostrado que es mejor en calidad de sus productos agropecuarios”, afirmó el funcionario, quien asistió en representación del presidente Enrique Peña Nieto.
Afirmó también que los productores del campo se han caracterizado por una historia exitosa, ya que “han demostrado que en la competencia de libre mercado producen más, exportan más de lo que el país compra al exterior”.
Sin embargo, se comprometió a “rejuvenecer el campo mexicano y vamos a hacer que regresen los jóvenes y las mujeres, brindándoles mejores oportunidades, financiando sus empresas productivas para beneficio de sus familias”.
Por su parte, el gobernador de Zacatecas, Alejandro Tello Cristerna, afirmó que México tiene el potencial para transitar de una economía de subsistencia a una generadora de riqueza, y para ello es importante fortalecer el campo.
En ese sentido, dijo que en su primer año de administración gubernamental se ha realizado un esfuerzo importante para impulsar proyectos productivos en el tema de la modernización y tecnificación del campo, por ejemplo, la implementación de sistemas de riesgo e infraestructura agrícola para tener un campo rentable.
Entre los retos que tiene el campo, indicó, está el combate al cambio climático, la inestabilidad económica mundial, las coyunturas políticas y la modernización del TLC, para lo cual es importante la participación de todos los sectores.
Respecto al congreso de la CNC, Tello Cristerna dijo que esa es una de las organizaciones más comprometidas con México, puesto que su propósito es transformar al campo en una fuente de generación de empleos. “Nadie puede dudar que una parte importante de la fuerza del campo mexicanos radica en los integrantes de la CNC por su influencia política y organización social”.
El 79 Congreso Nacional de la CNC concluye este lunes y el programa de actividades consiste en seis mesas de trabajo en las que delegados y especialistas de todo el país analizarán la coyuntura en el campo mexicano y se plantea que los resultados sirvan para la elaboración de políticas públicas que favorezcan a los campesinos.
Las mesas de trabajo las encabeza Rubén Escajeda Jiménez, presidente nacional de la CNC y los temas que abordarán son TLC, gobernanza en el sector rural, desarrollo agrario, vivienda y ecoturismo rural.
En el acto inaugural estuvieron presentes, además de Calzada Rovirosa, los secretarios federales de Hacienda y Crédito Público, José Antonio Meade, y de Turismo, Enrique de la Madrid.
