■ Esta actividad resulta rentable por las “regulaciones relativamente laxas” que existen, señala
■ El gasto de agua que hace la minería equivale al consumo de 9.8% de la población de México
Si en México se permite que la minería consuma cantidades excesivas de agua y también de energía es porque las autoridades se basan en el principio de que “la naturaleza y la destrucción ambiental no cuestan”.
Bajo esa premisa, dijo el doctor de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Gian Carlo Delgado Ramos, la actividad minera en el país resulta rentable precisamente por las “regulaciones relativamente laxas” que existen y que no toman en cuenta los costos ambientales de esta industria.
El académico impartió este viernes en el Congreso del estado una conferencia denominada La minería en México: situación e implicaciones socio ambientales.
El consumo de agua por parte de las empresas extractivas ha sido uno de los elementos que ha provocado tensiones entre las compañías y los pobladores de las comunidades en las que se asientan las explotaciones.
Como se publicó esta semana en La Jornada Zacatecas tan sólo la empresa Peñasquito, ubicada en Mazapil, consume al año la misma cantidad de agua que requerirían todos los habitantes del municipio en medio siglo.
El investigador de la UNAM agregó que la minería en esa región tiene concesionados 60 millones de metros cúbicos de agua y Peñasquito acapara casi 80 por ciento del total de las concesiones que existen en Mazapil para la actividad extractiva.
Tomando como base el consumo básico por persona de 100 litros, establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), precisó que el agua consumida por las actividades extractivas en Mazapil serviría para abastecer 92 veces a la población del municipio o para cubrir el consumo del total de la población del estado.
A nivel nacional el gasto del vital líquido que hace la minería equivale al consumo del 9.8 por ciento de la población de México y en cuanto a la energía consume 4.1 por ciento del total.
El académico consideró que “no tiene sentido” dedicarle estas cantidades de agua a una industria que genera a nivel nacional solamente el 1 por ciento de la riqueza, además de que el número de empleos que genera es muy pequeño ya que se coloca en poco más de 34 mil 800 en todo el país.
Delgado Ramos, sin embargo, destacó que hay 15 municipios en el territorio mexicano en los que el peso de la minería en su economía es “brutal” y entre los que se encuentran Mazapil, Fresnillo y Morelos. Estos aportan respectivamente el 5, 10.8 y 1.92 por ciento del valor total de la producción nacional, es decir, casi 18 por ciento.
Aun así agregó que, mientras la minería metálica genera más del 70 por ciento de la riqueza total del sector, la creación de empleos se da sobre todo en la minería de bajo valor que tiene que ver con los materiales pétreos y la arena, entre otros.
Por tanto concluyó que “todos estos proyectos que nos venden como generadores de empleos, que es la Inversión Extranjera Directa, en realidad son los proyectos que menos generan empleos y que más se llevan riqueza”.
