La crónica fue el vínculo de identidad que unió a los exponentes en el segundo día de actividades del segundo Coloquio Internacional.
Escritores, periodistas, docentes y cronistas compartieron experiencias y sus perspectivas sobre la crónica en Horizontes de identidad, el Ateneo de Zacatecas.
Uziel Gutiérrez de la Isla, presidente de la Red Latinoamericana de Cronistas (Relac), asociación promotora de este encuentro, abrió la sesión de conferencias con una charla sobre los objetivos y logros de dicha institución.
Destacó que uno de los propósitos es la integración de los cronistas oficiales y los denominados no oficiales, entre los que se encuentran historiadores, difusores de la cultura, periodistas y los profesionales interesados en hacer de la memoria histórica un instrumento para resguardar el presente para usos de los ciudadanos del futuro.
La elaboración de proyectos para fomentar la formación académica de los cronistas y la edición y difusión de sus trabajos, dijo, es otra de las metas, por lo que invitó a los presentes a integrarse.
En este día trascendental para Zacatecas, como capital internacional de la crónica, expuso una decena de ponentes de distintas profesiones, de los que destacaron tres como conferencistas magistrales.
Margil de Jesús Canizales Romo, director de la Unidad Académica de Historia y cronista de Trancoso, destacó la importancia de la crónica y la historia como herramientas para el resguardo de la memoria.
El presente no puede ser entendido sin el pasado, dijo, por lo que ambas ramas se entrelazan a la hora de hacer el análisis de un hecho, ejercicio en el que se deben tomar en cuenta la temporalidad, la espacialidad y los sujetos de la historia.
También habló de los peligros de la crónica: escribir sobre un sector, un hecho o una sociedad, siendo excluyente. De ahí que destacara que en ocasiones a los cronistas municipales se les olvidaba que no sólo eran cronistas de los católicos y debían escribir también sobre las minorías.
Simitrio Quezada, coordinador de las bibliotecas públicas del estado, presentó ¿Cómo se escriben las crónicas actuales?, mediante la que mostró ejemplos de las crónicas de personajes como Chava Flores y Carlos Monsiváis, para destacar el hecho de que a través de estos escritos se podía describir un entorno social como un espejo en el que el lector se vea identificado.
Lo literario en la crónica de hoy fue la conferencia magistral del escritor Alejandro García Ortega, quien pronto captó la atención de los presentes al enunciar alarmantes historias como el tráfico de mujeres y la pederastia.
De esta forma, recordó las crónicas de autores como Martín Caparrós y Alejandro Almazán y destacó que este género “ha tomado partes de todo con tal de seducir al lector”.
Citó a Vargas Llosa y García Márquez como ejemplo de la transformación del discurso que busca una empatía con el lector y cómo es que bajo esa premisa, la crónica construye un mundo veraz que tiene que ver “con el nuestro”.
En esta maratónica sesión hubo otros participantes que fortalecieron el evento: los cronistas Gustavo Dévora Rodarte y Felipe Escobar Galicia, así como los docentes Olivia Hernández Aguilar y Efraín Gutiérrez de la Isla.
Eva Gaytán compartió su experiencia como fiel observadora de su alrededor, ejercicio que alimentan a sus exitosas crónicas urbanas que comparte en Facebook y que ella describe como paliativo de la inseguridad.
Lucía Dinorah Bañuelos y Lucía Medina Suárez del Real platicaron sus experiencias con investigaciones y trabajos periodísticos, con La procesión del silencio, crónica de una tradición viviente, y El bloqueo de Televisa: crónica desde la trinchera.
Al final de las actividades, los asistentes celebraron con pastel y bocadillos el cumpleaños del maestro universitario, Alejandro García.
Este domingo se realizará una mesa redonda para abordar las conclusiones del segundo Coloquio Internacional de la Crónica.
