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jueves, 28 marzo, 2024
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La UAZ fortaleza emblemática y soporte en el Festival Cultura y Educación 2017 (1/2)

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Por: UZIEL GUTIÉRREZ DE LA ISLA* •

■ El Mirador de Heródoto

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“En la realización del Festival Cultura y Educación, la UAZ contribuye de manera decidida con elementos académicos y culturales de la Unidad Académica de Artes, en donde está el talento que se aprovechará para ofrecer espectáculos de calidad. (…) Desde el punto de vista presencial de la UAZ es la oportunidad para reafirmar su compromiso con la sociedad, el detonante para incidir en que la formación de sus educandos fortalece el sentido humanístico y de respuesta ante la problemática del estado, nacional y más allá de sus fronteras.”
Antonio Guzmán Fernández, rector de la UAZ.

Un evento reciente, por demás significativo e histórico, fue la presentación ante la prensa del Festival Cultura y Educación que se realizará en la ciudad de Zacatecas del 17 al 23 del presente mes de abril, hecho al cual nos referiremos a continuación. Antes, haremos algunas consideraciones generales respecto al término cultura.

La palabra cultura tiene aproximadamente 250 definiciones interrelacionadas que han ido cambiando a lo largo del tiempo.

Proviene del latín “cultivo”. En los primeros siglos de la humanidad el término cultura estuvo ligado al cultivo de la tierra. A mediados del siglo XVI, metafóricamente, cultura sería el cultivo del espíritu humano. En Francia, en el Siglo de las Luces (s. XVIII), los pensadores de la Ilustración le otorgaron un nuevo sentido: el de cultivar alguna facultad intelectual. Así surgió el concepto de civilización, estableciéndose la oposición entre cultura y naturaleza.

En el siglo XIX prevaleció un concepto tal de cultura, que en la práctica se convirtió en un instrumento de dominio. Las élites sociales adoptaron para sí las bellas artes y la vida intelectual. Se consideraba que solo la gente culta producía y consumía cultura. Esta concepción etnocentrista de cultura, si bien ha tenido ajustes en la postmodernidad, prevalece en la imaginería popular.

En Inglaterra, a finales del siglo XIX, las ciencias sociales introdujeron el concepto científico de cultura (Tylor): cultura es lo que genera la sociedad, es decir, lo que ha sido producido por la mano y la mente humana, ya sea de índole material o inmaterial. Globalmente, “Todo lo que no es natura, es cultura”.

En la actualidad el derecho a la cultura está incluido en la Declaración Universal de Derechos Humanos en el artículo 27, mismo que ha inducido a los gobiernos a crear organismos que garanticen la participación ciudadana en la vida cultural. Reforzando lo anterior está la Declaración de Friburgo sobre Derechos Culturales adoptada por la Organización de las Naciones Unidas en el 2007 quien señala que la cultura abarca los valores, las creencias, las convicciones, los idiomas, los saberes, las artes, las tradiciones, las instituciones, así como los modos de vida por medio de los cuales una persona o un grupo expresa su humanidad y los significados que da a su existencia y desarrollo.

Por lo demás, la importancia de la cultura es enorme y multifactorial. Vale destacar que nos dota de identidad como nación. Los valores culturales compartidos a través de la comunidad  nos generan un sentido de pertenencia. La cultura nos une y nos da sensación de seguridad. Ese es uno de los motivos por los cuales el Estado debe garantizar tanto la optimización como la socialización de la misma.

Si nos enfocamos un una sola línea de expresión cultural, en este caso las manifestaciones artísticas, éstas le han servido a la humanidad como medio para cuidar su salud mental y corporal. Cuando la gente vive situaciones extremas, se defiende consumiendo cultura. Oye música, lee un libro. En el ayer, los esclavos, a modo de escape, cantaban y bailaban para olvidarse momentáneamente de su situación de opresión. Hoy en día la gente busca al arte para potenciar un momento de placidez, o para buscar el equilibrio de sus emociones. El arte genera fuerza interior, armonía, gozo estético.

Cada pueblo tiene su propia cultura, y en cada lugar geográfico el impulso que se le imprime al desarrollo cultural es singular.

Respecto a la promoción cultural, en el devenir histórico de la ciudad de Zacatecas destacan algunos hitos a saber: uno de ellos ocurrió en 1956, según lo señala Jánea Estrada, -La Gualdra 287, Suplemento Cultural de la Jornada Zacatecas- cuando José Minero Roque, gobernador de Zacatecas (1950-1956), en el último año de su gestión administrativa en un discurso denominado “La cultura y el pueblo zacatecano” expresó de manera magistral la necesidad de impulsar la cultura y el arte en Zacatecas, y en los hechos actuó de manera congruente.

Formando parte de ese empuje cultural estuvo el Instituto de Ciencias de Zacatecas, antecedente de la UAZ, que para entonces albergaba en sus instalaciones –en el inmueble de la Unidad Académica Preparatoria, programa 1-  al Museo de Arte Huichol, primer museo en Zacatecas.

A esa etapa histórica corresponden también “Los Cursos de Primavera para Damas” del ICAZ, expresiones de difusión cultural orientados a población abierta e impulsados por el docente universitario Roberto Almanza, titular de Difusión Cultural de la UAZ, (1968-1980).

En la próxima edición aterrizaremos este tema con el espíritu creativo de los universitarios y zacatecanos.

Mientras, disfrutemos del Festival Cultural Zacatecas 2017, posicionado ya  internacionalmente.

Así se observa el mundo desde El Mirador de Heródoto. ■

 

*Docente investigador de la UAZ

[email protected]

 

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