■ Doctores en Estudios del Desarrollo abordan tema migratorio en el Calderón
■ Académicos locales participaron en el programa del Festival Cultural 2017
■ Entre 1988 y 2016, migrantes aportaron 336 mil millones de dólares en remesas
■ Un millón 300 mil familias dependen de envíos monetarios, y 65 mil son zacatecanas
El balance del neoliberalismo en México, en el tema de la migración, se resume en que entre 1982 y el 2017, ese modelo económico significó la expulsión del país de 11 millones de mexicanos. Asimismo, entre 1988 y 2016, los migrantes aportaron a la economía de México 336 mil millones de dólares de remesas y actualmente un millón 300 mil familias dependen de ellas, de las cuales 65 mil son zacatecanas.
Así lo afirmó Rodolfo García Zamora, investigador de la Unidad Académica en Estudios del Desarrollo de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), durante la mesa redonda denominada “México en llamas: ecos de la migración”.
Señaló además que la migración México-Estados Unidos ha sido proporcional a la crisis económica. A finales de la década de los 70 solamente había 800 mil mexicanos en el vecino país del norte, pero luego, con las crisis de 1976, 1982, 1994 y luego durante el periodo de “estabilidad recesiva”, la cifra ha aumentado a 12.2 millones.
Entre 1995 y 2007, periodo al que le llama “estancamiento estabilizador, informó que aumentó el desempleo, la pobreza, la marginación, la inequidad, la migración y las violencias.
En ese sentido, dijo que la violencia generalizada en el país, no es un accidente, sino que es resultado de un modelo económico fracasado que durante 34 años ha empobrecido a la población, mientras que el Estado mexicano se ha corrompido, se ha envilecido y está al servicio de las corporaciones.
García Zamora manifestó que el discurso gubernamental, en el sentido que México y Zacatecas tienen la capacidad para recibir a los migrantes que retornen como consecuencia de la política antimigratoria de Donald Trump, es simple demagogia, pues no existen iniciativas para generar empleos ni ofrecer educación y salud para todos.
Por su parte, Humberto Márquez Covarrubias, también de Estudios del Desarrollo, comentó que durante décadas se ha erosionado la institucionalidad gubernamental, política y estatal que daba sustento al desarrollo social, lo que afecta al salario de los trabajadores de manera directa.
“La ofensiva contra los trabajadores va generando nuevas figuras migratorias. Cuando hablamos de migraciones usualmente utilizamos estadísticas o indicadores, pero también conviene hablar de los migrantes, porque en México hay un flujo migratorio interno muy importante de jornaleros agrícolas, en su mayoría indígenas, que están soportando este auge exportador”.
Sin embargo, dijo que se puede establecer un parámetro porque en Estados Unidos también hay muchos jornaleros mexicanos, proceso que es interesante porque los cultivos que ahí se producen se exportan a México y por lo tanto aquí se pierde paulatinamente la potencia agroexportadora y se experimenta una catástrofe por la profundización de la dependencia alimentaria.
Asimismo, Márquez Covarrubias expuso que los gobiernos en México y Estados Unidos pactan, a través de los programas de trabajo temporal, el envío de migrantes para un periodo de tiempo muy corto, sin que se generen derechos laborales.
Es decir, “podemos establecer que hay una especie de juego de espejos o de complementariedad de las nuevas figuras del trabajo laboral entre los dos países, donde la economía mexicana se desploma”.
