La educación en Zacatecas atraviesa por momentos difíciles. Los resultados en las pruebas estandarizadas en educación básica muestran al estado en los últimos lugares, en las últimas pruebas de Enlace (por contenidos) y la primera de Planea (por competencias) el estado se ve con brechas importantes en capacidad lectora y pensamiento matemático. En las primarias los resultados no son tan graves como en el nivel de secundaria. En este último, sobre todo en las federalizadas los números indican rezagos preocupantes. En el bachillerato la alarma crece. No sólo por temas de calidad, sino por deserción: los jóvenes rebasan el histórico de 15 por ciento (que ya era alto) y en ciertos planteles llega hasta el 40 por ciento. Cosa que se vincula a los problemas sociales de los llamados ‘ninis’, ya que la capacidad de absorción del nivel superior es muy bajo y el trabajo es escaso o precario. En el caso de la educación superior hemos señalado en este mismo espacio la poca pertinencia de la oferta educativa y la reducida cobertura que tiene este nivel.
Sin embargo, un factor esencial para estos resultados es el financiamiento. Si más del 90 por ciento del presupuesto está dedicado al pago de nómina, significa que no hay nada para inversión en infraestructura y programas dedicados a la calidad. Cuando se federalizó la educación en los años 90, se responsabilizó a los estados de la administración de su sistema educativo, y al mismo tiempo se le dio más carga en el crecimiento de nueva planta docente. En estos últimos años de re-centralización, en lugar de que esto significara una ventaja para el estado, representó una desventaja, porque se desprotegió gran parte de la planta docente que fue contratada por el estado. Así las cosas hay un poco más de 2 mil millones de pesos de brecha financiera en el sistema de educación básica, y otro tanto igual en los pasivos de la universidad. Además de la quiebra del Colegio de Bachilleres que ahora plantea desaparecer las prestaciones a los profesores para cubrir la enorme deuda que pesa en dicha institución. En suma, ¿cuál es el compromiso del Gobierno Federal para con la educación y para con Zacatecas en particular? Hasta ahora, se ve que no hay tal cosa.
Hemos vivido un Gobierno Federal que no da muestras de interés de invertir en la educación y menos en estados como Zacatecas. El estado ha sido marginado de todas las prioridades del Gobierno Federal. Incluso las fórmulas de distribución de las bolsas federales no benefician a entidades como la nuestra. Hoy que está Aurelio Nuño en Zacatecas, se le debe preguntar qué hará para apoyar a la educación básica, media y superior del estado en las presentes circunstancias de emergencia que ahora vivimos. ¿O sólo viene a presentar un plan insulso de educación sin compromisos con los problemas reales que vive el sistema educativo zacatecano? Eso debemos preguntar al secretario de Educación: ¿su visita resuelve algo o es turismo gubernamental?
