■ La funcionaria entregó su renuncia como titular del Centro de Justicia para las Mujeres
■ La falta de interés y apoyo del procurador, entre las razones que menciona en el documento
“Me niego a ser parte de la simulación, del discurso que dice estar a favor de las mujeres y que en los hechos se queda hueco, sin resultados tangibles. Más aun, atentando con acciones concretas en contra de los derechos humanos de las mujeres”.
Esta sentencia es tan sólo una de las que Mara Muñoz Galván, directora del Centro de Justicia para las Mujeres en el Estado de Zacatecas, expone en el escrito de renuncia a su cargo que este martes envió al gobernador Alejandro Tello Cristerna.
Después de tres años en este puesto, la funcionaria presentó su renuncia “con carácter de irrevocable” debido a la falta de interés y apoyo por parte del procurador general de Justicia del estado, Francisco Murillo Ruiseco, para reforzar las tareas de esta institución.
Además, aseguró que deja esta dirección porque ha enfrentado la “constante intromisión” del recién nombrado subprocurador de Investigaciones, Jesús Manuel Valerio Pérez, a quien acusó de solapar y proteger a presuntos delincuentes acusados de violencia sexual y familiar por ser personas cercanas al titular de la PGJEZ y, en otros casos, por ser elementos de la Policía Ministerial, incluso comandantes.
El documento inicia narrando el comienzo de las operaciones del centro, que empezó con dos asistentes administrativas y con oficinas al interior de la PGJEZ. Muñoz Galván sostiene que gestionó recursos federales “para que las mujeres que acuden día con día a solicitar su derecho a la justicia, contaran con un espacio digno que tuviera el personal capacitado para atenderlas en su afán de que haya justicia en los delitos cometidos por razones de género”.
De esta forma, expone, se lograron más de 58 millones de pesos para la construcción del edificio en el que hoy opera el centro y en el que trabajan más de 60 personas desde agosto de 2016.
Sin embargo, agrega que esto no es suficiente debido a que se requiere un mayor número de personal, sobre todo ministerios públicos, peritos y policía ministerial; una necesidad que “en innumerables ocasiones y por escrito he hecho del conocimiento de Francisco Murillo Ruiseco, procurador Justicia del estado”.
El crecimiento es indispensable porque las expectativas de la institución han sido rebasadas por la gran demanda, demostrada en el hecho de que en tan sólo siete meses de operación se han dado más de 2 mil atenciones a mujeres y niñas.
Se han superado las 500 denuncias por delitos cometidos por razones de género, además de que en 80 por ciento de ellas se ha determinado alguna medida de protección por parte de la autoridad.
No obstante, continúa la funcionaria, “no hemos encontrado respuesta alguna por parte del procurador, por lo que se corre el riesgo de que el Centro de Justicia para las Mujeres se convierta en parte del grave problema que afecta a la procuración de justicia en el estado, el cual tiene que ver con el enorme rezago que dificulta dar una respuesta eficaz a las mujeres y niñas que acuden a las instituciones públicas buscando el acceso a la justicia”.
Concluye que, “de no haber una respuesta inmediata a las necesidades del Centro, los delitos que perseguimos quedarán impunes”.
Como ejemplos de la falta de apoyo, Muñoz Galván informa que el procurador se negó a firmar una carta en la que se hacía responsable del proyecto del nuevo centro de justicia para las mujeres en Fresnillo, requisito fundamental para optar a recursos federales para la construcción de este espacio.
Asimismo, otra de las acusaciones que hace en el escrito de renuncia se refiere al ex director de Investigaciones de la PGJEZ, nombrado este lunes como subsecretario de Investigaciones, Jesús Manuel Valerio Pérez.
Denuncia, en este sentido, la “constante intromisión” de este funcionario y del propio procurador en casos “tan delicados como la presunta violación de una mujer por parte de un alto mando de la policía ministerial”, en horario de trabajo y a bordo de una patrulla de la corporación.
Hace hincapié en “la enorme descomposición de los cuerpos policiales ministeriales pertenecientes a la Procuraduría pues son varios los casos de violencia familiar y abuso sexual que se siguen en contra de elementos de esta corporación, sin que hasta el momento se hayan tomado medidas contundentes”.
Muñoz Galván concluye que “ante estos hechos que demuestran una aplicación selectiva de la justicia, me niego rotundamente a ser parte de actos de corrupción que contribuyen al desprestigio de las instituciones públicas y van en contra del principio de igualdad frente a la Ley que consagra nuestra Constitución y los Tratados Internacionales a los que nuestro país está sujeto”.
