■ 60 estudiantes fueron rapados (la mayoría involuntariamente) y motivados a ingerir alcohol
■ Los afectados pueden interponer una denuncia penal y la dirección les brindaría ayuda: De Lira
Alrededor de 60 estudiantes rapados (en su mayoría involuntariamente), enharinados, con cabello pintado y motivados a ingerir bebidas alcohólicas servidas en cascos mineros, así como tres jóvenes aprehendidos por embriagarse en la vía pública y otro más por conducir en esa condición, fue el saldo de la “Peloniza 2016” o novatada, realizada este lunes y martes en la Unidad Académica de Ciencias de la Tierra de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ).
Patricia de Lira Gómez, directora de ese centro, informó que “una gran parte de los estudiantes de la unidad, en ambos turnos, decidieron hacer su evento denominado Peloniza o novatada, que consiste en rapar de manera voluntaria, involuntaria, con agresión o sin agresión, a los estudiantes de nuevo ingreso”.
“El día de ayer (lunes), en el turno vespertino, una gran cantidad de estudiantes fueron a los salones de nuevo ingreso y de manera bastante agresiva raparon a muchachos que estaban de acuerdo y a quienes no estaban en el interés de participar. Luego empezaron a tomar adentro de la unidad académica y posteriormente estuvieron en el estacionamiento”, agregó.
Ante esa situación, la funcionaria solicitó la intervención de la Seguridad Pública porque ese evento organizado por los alumnos no está permitido y por lo tanto el Consejo de Unidad tendrá la responsabilidad de sancionarlos.
De Lira Gómez dijo que todo alumno universitario tiene la obligación de respetar la normatividad institucional y el hecho de que la novatada se haya realizado durante los últimos años “no significa que sea correcto”.
Comentó además que entre los estudiantes que promovieron esos actos contra los alumnos de nuevo ingreso están varios que tomaron la escuela el día en que fue electa como directora, en mayo pasado, por lo que puede haber la intención de retar a la autoridad.
“Han deteriorado toda esta convivencia que para nada está avalada por ninguna autoridad de la Universidad. Yo tengo el respaldo del Rector, él está enterado de lo que sucedió y se debe analizar cada situación en particular y en general, porque los estudiantes asumieron las consecuencias de sus actos”, expuso la directora.
Este martes por la mañana, aproximadamente 100 estudiantes irrumpieron en las aulas para continuar con la “Peloniza” e iniciar con la ingesta de bebidas alcohólicas, pero la policía logró disuadirlos, indicó De Lira Gómez.
“Cuando ellos hacen la rapada se salieron de la unidad académica, solicitamos el apoyo, cerramos instalaciones. Eran las 10 de la mañana y ya estaban con el alcohol encima y por eso no era permisible tenerlos ahí”, opinó.
Reiteró que todo estudiante que no cumpla con las obligaciones que tiene al estar inscrito en la UAZ, puede ser objeto de una sanción, ya que “fue un acto claro de violencia dentro de las instalaciones y los derechos humanos no deben ser vulnerados a nadie”.
Por último, la directora manifestó que los alumnos afectados pueden interponer una denuncia penal y la dirección de esa unidad académica les brindaría la ayuda que sea necesaria. Mientras tanto, al interior de la Universidad se analizará lo sucedido para “tomar una decisión respecto a este grupo de estudiantes”.
Historia de las novatadas en Zacatecas
El origen de las novatadas se remonta a la década de los 50 del siglo pasado, en el Instituto de Ciencias de Zacatecas, pero la tradición concluyó en 1941, cuando el ex notario Abraham Torres ocupó la dirección del mismo.
La novatada era denominada “El desfile de los perros”, pues los alumnos de nuevo ingreso a secundaria, preparatoria, Ingeniería y Derecho, y a cada uno le asignaban un “perrero”, y consistía en someter a los alumnos de nuevo ingreso a secundaria y preparatoria, además de las carreras de Ingeniería y Derecho, a diversas vejaciones como vestirlos de mujer, maquillarlos y trasquilarlos.
Todo iniciaba en el cuarto de patinaje, local anexo al instituto (actualmente Preparatoria 1), donde los alumnos eran disfrazados y maquillados y tronaban cuetes para anunciar el comienzo del “Desfile de los perros”.
El desfile avanzaba hacia la Alameda, luego transitaba la calle Juárez y la Hidalgo, y ahí realizaba una escala, afuera de una tienda de música, para bailar y exhibir a “los perros”. Posteriormente partía hacia el Mercado González Ortega.
La familia Pacheco, que tenía un puesto de frutas, se sumaba a la festividad y proveía de fruta descompuesta al desfile para realizar una “guerra” contra los “perros”. Finalmente, la celebración concluía en Plaza de Armas donde uno de los “perreros” ofrecía un discurso contra el gobernador en turno.
Los participantes también hacían escala en la calle Juan de Tolosa, en el inmueble que ahora es la oficina regional de la Unesco, puesto que era un cuartel militar, y luego regresaban a la Alameda donde los “perreros” hacían dos filas y hacían pasar a los “perros” para golpearlos.
