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jueves, 28 marzo, 2024
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Seguir hacia adelante

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Por: CARLOS FLORES* • admin-zenda • Admin •

La Gualdra 258 / Opinión

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Abro la ventana. El aire fresco me anuncia el paisaje gris que se extiende sobre la ciudad. El cenzontle que anima los amaneceres en mi jardín hace tiempo que no se escucha. El único sonido desde hace un par de semanas es el del agua. Pareciera que el mundo está filtrando la suciedad en la que ha estado envuelto. A la ciudad de Zacatecas esto le sienta bien. Las calles se limpian, las cañerías ya no desprenden su nauseabundo olor y los cerros enverdecen.

Pero esta atmósfera no sólo es gris gracias a la naturaleza. Lo es también por los cambios que se avecinan. Cambios políticos y administrativos. Incertidumbres que en vez de generar una esperanza pintan un futuro aún más oscuro. Varios sectores de la población ven con tristeza cómo el triste proyecto de vida que se habían trazado durante años se viene abajo dado que la administración parece no querer ayudar a su crecimiento, y sí, por el contrario, quiere exprimir hasta su último centavo.

La educación que se ofrece en estas tierras es tan deficiente que la respuesta de la ciudadanía hacia esta voraz explotación no pudiera ser de otra forma. Silencio y pasividad. El individualismo impregna la mente y no permite unir fuerzas para salir a las calles y protestar. El individualismo hará que, ya tarde, con el agua hasta el cuello, el individuo se una a la masa para tirar patadas de ahogado.

Una carcajada siniestra y putrefacta suena desde la silla presidencial, desde los aposentos donde se decide el destino de este país, la muchedumbre que revela tiene que ser aplastada, hay que demostrar que con el poder no se juega. El miedo es un arma infalible, el terrorismo criminal y el temor a perder a los seres queridos es paralizante, impide ver que hasta el ser más pequeño puede cambiar el curso del mundo.

El paisaje no puede ser más gris. La sociedad no da señales de querer cambiar las cosas. Proteger los pocos bienes materiales que se tienen parece ser lo único importante. Aquellos derechos inherentes y naturales que se obtenían de nacimiento, son aplastados hoy en día. El hombre se convierte en un objeto, su vida, su familia, sus sueños y valores no parecen tener lugar en los albores del siglo XX.

No obstante, el día gris resulta ser hermoso, y aunque no cante el pájaro de las mil voces, la lluvia resulta refrescante en meses de calor. El aire fresco en los pulmones es suficiente para valorar el tiempo otorgado en este mundo. Las cuestiones humanas y los problemas son parte de una herencia cultural que ya no se puede detener. Quejarse es inútil. Actuar es impensable. Vivir no es una opción.

Son cientos años de pisotear y exterminar las culturas que rinden culto a la naturaleza en pro de aquéllas que la sobreexplotan, miles de años de explotación de la humanidad para el bienestar de unos cuantos, toda una civilización con una edad de más de cien mil años que aún no ha logrado comprender el por qué de su existencia. Así que no nos queda más que seguir viviendo, siempre adelante, adelante, aunque no se vea nada ninguna luz en el camino.

https://issuu.com/lajornadazacatecas.com.mx/docs/la_gualdra-258

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