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miércoles, 24 abril, 2024
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Diario de Mateo. Él (también yo)

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Por: Mateo Estrada Gaviria •

La Gualdra 251 / Diario de Mateo

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Sí tiene nombre. Es Pablo. Los apellidos no, él es totalmente Narnia. Es hermoso. Tiene la estúpida belleza de la juventud. Su rostro y piel tienen breves huellas de tiempo y de la miserable tragedia de vida; aunque sí hay mucho de comedia en la forma de vestir.

*

Él me mira a los ojos y me detiene. Me paraliza. Sus besos y lengua siempre juegan a la búsqueda. Sus brazos aprietan; las manos seducen; y, los dedos exploran y hacen rutas para localizar lunares. Me hace plana para mapas.

Los vellos de sus piernas juegan con los míos. También retozan en las tardes del post-amor y en las noches de mi cama individual. Sus hebras jamás lijan; no pueden, porque ellas han construido la memoria de una danza que hace sudar y provoca dolor y gozo (quién, que vive, no tiene vida por un amor).

*

No le gusta hacer el desayuno, aunque la comida sí.

Él lava los trastos y va por las tortillas. Bebe agua, pero jugo no, refresco tampoco. Me arruina mis días de güisqui y tequila. De vez en cuando bebe una cerveza, y si toma tres no parará de hablar de su tierra roja, de la escuela y de que quiere conocer el mar. No fuma y le gusta Enjambre. También le va “mi vida” con DLD.

*

Los domingos se sienta en el desvencijado sillón que heredé del antiguo inquilino del depa. En la hora que sea ve el canal de fútbol. Le gusta mirar juegos viejos repetidos. También ve box. Los disfruta como si fuesen del día. Cuando le llamo para almorzar hace zipizape.

Nunca suelta el control remoto.

*

El celular lo guarda en la cocina o en el cuarto oscuro. Dice: “cuando estoy contigo, estoy contigo”.

En estos días de calor sólo viste playera y bóxer. Calza unas chanclas azules que trajo la segunda vez que se bañó conmigo. Ambos nos bañamos juntos; pero no es para ahorrar agua, es para proseguir la danza que hemos construido. Siempre me talla la espalda y se burla de los dedos gordos de mis pies.

*

Cuando él mira la teve, deja que lea y revise mi Facebook. Alguna vez peleamos y decidimos no mirarnos en esa red. Pero ambos tenemos perfiles falsos para stalkear.

Cada vez que mudo de claves, interroga: “quién le pregunta a quien le escribe”. Invento la respuesta. Su Narnia es mi secreto de una calle que tiene más árboles que autos y parejas funcionales.

*

A él le gustan las películas divertidas y de terror. Su sonrisa me contagia y sonreímos juntos. Cuando viene con sus tristezas del dominio de Narnia, provoca que mis ojos humedezcan.

*

Hoy dijo: “me vendré unos días”.

Sé que miente. Pero mi querer no tiene porqué ignorar las mentiras de su realidad, pues Narnia no existe.

*

Una sola vez fuimos a un hotel. Fue en Aguas. El hotel era de una o dos estrellas. Nos asignaron una habitación con dos camas viejas matrimoniales y sábanas blancas muy cloradas. Esa ocasión peleamos en Los Pericos y no compartimos la cama.

*

Hoy dijo: “me vendré unos días”.

No le creo. Es verano y Narnia no afloja las nieves.

*

Lo quiero. Quiero construir el diccionario de su cuerpo junto al mío. También quiero redactar el Wikipedia de nuestras vidas…

*

Amor. No hay tiempo de lo nuestro.

https://issuu.com/lajornadazacatecas.com.mx/docs/la_gualdra-251

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