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viernes, 19 abril, 2024
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En materia del derecho a la educación, hay motivos para la esperanza

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Por: RAYMUNDO CÁRDENAS HERNÁNDEZ •

Durante la era neoliberal, el debilitamiento del derecho a la educación como derecho social garantizado tiene directa relación con su mercantilización, con su conversión en una mercancía. Los gobiernos neoliberales han puesto la libertad de enseñanza por encima del derecho a la Educación y muchos gobiernos la han reforzado como la libertad de elegir establecimientos por parte de los padres, con lo que se convierte en  una libertad de mercado, de oferta y demanda. La introducción del mercado tiene como uno de sus efectos principales la segregación educativa, pues ha convertido a la educación pública en un gueto para los más  empobrecidos. En el  México de hoy más de 40 % de la matrícula ya está en el sector privado, en donde el Estado ya no regula nada pues esa función la asumió el mercado.  En ese mundo aparecen y desaparecen  programas, muchos de ellos patito, sin mayor  proyección laboral ni vinculación con algún proyecto productivo para el país, las regiones o las comunidades, y el Estado actúa solamente como una oficialía de partes para que los empresarios privados busquen y encuentren apoyos del sector público.

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Afortunadamente, en todo el mundo se abre paso la idea de que es necesario erradicar el concepto de educación como acto de consumo y defender la noción del Derecho a la educación como un derecho social garantizado por el Estado que  debe considerar a la educación como un bien sin exclusión. En esta lógica cabe ponderar el planteamiento programático que sobre este asunto está haciendo la campaña del aspirante a candidato demócrata a la presidencia de Estados Unidos Bernie Sanders. En su sitio oficial se puede leer lo siguiente:

“La actual economía global es competitiva, y necesitamos tener la clase laboral mejor educada del mundo. Es un disparate y es contraproducente para los intereses de nuestro país y de nuestro futuro que cientos de miles de jóvenes brillantes no puedan ir a la universidad por culpa de su elevado costo, y que millones más de ellos salgan de la escuela con insultantes niveles de deuda que arrastrarán por décadas. Esa ruta miope hacia el futuro debe acabar.

Como presidente, Bernie Sanders luchará para asegurarse que todos los estadounidenses que estudian y se aplican arduamente en la escuela puedan asistir a la universidad sin importar cuánto dinero ganen sus padres y sin temor de terminar profundamente endeudados.

Eliminará los costos de colegiatura en todas las universidades públicas.

Ésta no es una idea radical. El año pasado, Alemania eliminó los costos de colegiatura porque encontraron que cobrarle al estudiante mil 300 por año desalentaba a los alemanes en sus deseos de ir a la universidad. El año próximo, Chile hará lo mismo. Finlandia, Noruega, Suecia y muchos otros países a lo largo y ancho del mundo también ofrecen educación superior gratuita a todos sus ciudadanos. Si otros países pueden hacer esto, Estados Unidos de América también… “El plan Sanders hará gratuitas las colegiaturas en todas las universidades públicas de nuestro país.”

Ante las deudas existentes en todo el país, plantea.

“Cerrará los canales que le permiten a Gobierno Federal obtener ganancias en préstamos estudiantiles.

Durante la siguiente década se estima que Gobierno Federal obtendrá ganancias por encima de los 110 mil millones en programas de préstamos estudiantiles. Esto es moralmente equívoco y es una pésima práctica económica. Como presidente, el senador Sanders prevendrá que el gobierno federal se enriquezca a costillas de los estudiantes universitarios, y utilizará ese dinero para reducir significativamente las tasas de intereses de los préstamos estudiantiles actuales.

Recortará sustancialmente las tasas de intereses en préstamos estudiantiles.

Bajo el plan Sanders, la fórmula para calcular las tasas de intereses en estos préstamos se regresará al punto donde estaba en 2006. Si este plan se pusiera en marcha hoy, la tasa de interés de los préstamos para licenciaturas bajaría de 4.29% a sólo 2.37%.

Permitirá que los estadounidenses refinancien sus préstamos estudiantiles a las tasas menores actuales.

No tiene sentido que puedas obtener un préstamo para un auto con una tasa de interés de 2.5%, pero millones de universitarios graduados se ven forzados a pagar tasas de interés entre 5%-7% o más por décadas. Bajo el plan Sanders, los estadounidenses tendrán la oportunidad de refinanciar sus préstamos estudiantiles a las tasas bajas de hoy.

Permitirá que los estudiantes utilicen programas de ayuda financiera de acuerdo a sus necesidades y trabajo estudiantil para lograr que salgan de la universidad sin deudas.

El plan Sanders requerirá que las universidades públicas cubran 100% de las necesidades financieras de los estudiantes de bajos ingresos. Los estudiantes de bajos ingresos podrán utilizar ayuda financiera federal, estatal y universitaria para cubrir gastos de alojamiento y comida, libros y gastos de manutención. Y Sanders quiere triplicar el programa federal de trabajo estudiantil para edificar valiosa experiencia laboral que les será de gran ayuda después de graduarse.”

El plan será completamente pagado estableciendo un impuesto sobre los especuladores de Wall Street.

El costo de este plan será pagado por completo a través de un impuesto de una fracción porcentual sobre los especuladores de Wall Street que casi destruyeron nuestra economía hace siete años. Más de mil economistas han avalado la propuesta de impuestos sobre la especulación de Wall Street y hoy aproximadamente 40 países por todo el mundo han implementado impuestos similares, incluyendo Gran Bretaña, Alemania, Francia, Suiza, y China. Si los contribuyentes de este país pudimos rescatar a Wall Street en 2008, también podemos lograr que las universidades públicas sean libres de colegiatura y de deuda estudiantil por todo el país.

Como se ve, la hegemonía ideológica del neoliberalismo está declinando. Con motivo del Día del Maestro podemos decir que hay motivos para la esperanza.

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