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viernes, 19 abril, 2024
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Manifiestan universitarios inconformidad por festejo con strippers organizado por el Spauaz

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Por: ALMA RÍOS •

■ El hecho violenta “nuestra capacidad de decidir si queremos o no queremos”: Adriana Rivero

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■ Es absurdo que una institución académica ofrezca eventos como éste: Rosario Carlos

Luego de que se ofreciera como parte del festejo del Día de la Madre organizado por el Spauaz, un show de strippers en una comida citada a las 2 de la tarde y a la que acudieron muchas acompañadas con sus hijos e hijas menores, académicos y académicas de la Máxima Casa de Estudios en el estado manifestaron su discrepancia con esta forma de conmemorar una fecha que por sí misma ha sido cuestionada en sus orígenes desde el ideario de una izquierda a la que por mucho tiempo un gran sector de la Universidad ha dicho adherirse, ya que recordaron en entrevistas por separado para La Jornada Zacatecas, fue un medio desde el conservadurismo para buscar acotar la lucha de las mujeres del país en su desarrollo en el ámbito público, concretamente, cuando buscaban conseguir su derecho al voto.

Hace 94 años y desde el periódico Excélsior se alertaba a la sociedad mexicana “de una campaña suicida y criminal contra la maternidad”, y en respuesta propuso su director Rafael Alducín, que se celebrara el maternaje; agregó el docente jubilado Armando Márquez Herrera, ex académico en la Maestría en Estudios de Género de la UAZ, “tratando de hacer volver a las mujeres a su papel de madres”, de manera que atendieran la función social que se les había asignado hasta entonces.

Ayer también Verónica Aguilar Vázquez, coordinadora del Centro de Investigaciones Jurídicas de la UAZ, se pronunció en redes sociales mediante una carta abierta dirigida al Comité Ejecutivo del Sindicato de Personal Académico de la Universidad Autónoma de Zacatecas, a la que se adhirieron otras docentes, para señalar entre otras cosas, el episodio como una agresión desde el imaginario colectivo masculino “de que todas estamos deseosas de que nos restrieguen un pene en alguna parte del cuerpo, sin permiso, sin que importe nuestra opinión o aprobación y encima debemos agradecerlo”.

Para Adriana Guadalupe Rivero Garza, docente e investigadora también en el Centro de Investigaciones Jurídicas de la UAZ, el suceso refiere que las mujeres siguen siendo recipiendarias de lo que desde la visión hegemónica decida proponerse como conveniente, adecuado, apropiado o aceptable para las mujeres, en este caso el qué es, o debe ser materia o forma para su divertimento.

“Refuerza la idea de que a las mujeres nos encanta que nos estén violentando los cuerpos, nuestra autonomía y nuestras decisiones”, sostuvo.

Así definió esto como una imposición, ya que no se advirtió a las madres académicas que habría strippers.

Dijo que el hecho violenta “nuestra capacidad de decidir si queremos o no queremos”, pues agregó, aunque hubo mujeres que se sumaron a la actividad, la mayoría se salieron, buscaron distraerse con el teléfono celular o manifestaron desconcierto.

La también consejera consultiva del Instituto Nacional de las Mujeres, recordó que apenas hace unos meses este organismo emitió un pronunciamiento respecto a un evento con que se festejó el Día de la Mujer a integrantes de corporaciones policiacas en Veracruz, donde también se les presentaron strippers y un payaso que bromeaba con chistes sexistas.

“Pareciera que el ejercicio de nuestros derechos tiene que ser así, estarse pronunciando y recordando día a día que nos están imponiendo una serie de conceptos que violentan nuestros derechos humanos”, expuso.

Desde su punto de vista, sí hubo acoso y violencia en el evento organizado por el Spauaz, y refirió como ejemplo el caso de una maestra a la que un stripper “se le acercó a bailar muy cerca poniendo su pene casi en su cara, la maestra se quitaba y ya no sabía hacia dónde hacerse, y el hombre estaba insistente”.

Rosario Carlos Ruedas, docente adscrita al Área de Arte y Cultura de la UAZ, opinó que estos festejos son en realidad un espectáculo que terminan haciendo las mujeres para los varones que mayoritariamente conforman siempre el presídium.

Dijo que es un absurdo el que una institución académica y cultural ofrezca a maestras madres de familia que educan jóvenes, estos eventos, pues aunque pudiera hacerse lectura de un criterio que equipara a hombres y mujeres para divertirse igualmente con nudistas, “no es esa la equidad que buscamos”.

Los festejos por el Día de la Madre se han normalizado, pero en ellos se repiten patrones de conducta que educan a hombres y mujeres para la inequidad, al no concientizarse los problemas reales que se enfrentan desde el maternaje.

“No hay conciencia todavía de todo el trabajo y el esfuerzo que tiene una mujer. Todavía falta mucho para que el hombre tenga esa conciencia de lo que sucede, pero no solamente ellos sino también las mujeres, aquí lo estamos viendo, también estamos en una situación donde no hacemos conciencia de las razones por las que nos colocan en ese lugar del porqué nos desvalorizan de esa forma”, puntualizó.

En este mismo sentido se pronunció Verónica Aguilar Vázquez al expresar su preocupación por el malentendido respecto de los conceptos de equidad que buscan las mujeres como reconocimiento a sus derechos humanos, no sólo desde quienes ocupan los cargos en las instituciones sino en la sociedad en general.

“Por ejemplo de que si ellos pueden encontrar divertimento en espectáculos con mujeres desnudas, ellas también… Ése es el problema, no es la igualdad que estamos buscando”, coincidió con Carlos Ruedas.

Y por eso se han contrapuesto a dicha equidad  los conceptos de mujeres “come hombres” o contra ellos o que buscan los privilegios de los varones.

Coincidieron los entrevistados en que la crítica que se hizo de la presencia de strippers en la conmemoración del Día de la Madre universitaria no es moralista.

Al respecto precisó Aguilar Vázquez, “quiero pensar que fue una mala decisión y con la mejor intención, pero sí me preocupa el hecho de que no haya claridad de lo que significa la libertad de decisión de las mujeres y la delimitación de espacios y actividades”.

El tema no refiere una actitud moralizante respecto del divertimento de hombres o mujeres con seminudistas o espectáculos sexuales, agregó Rivero Garza, “yo no lo veo como un asunto de igualdad o equidad –el que ambos sexos puedan acceder a estos eventos-. Las mujeres si así lo deseamos podemos acudir a los espacios donde los hombres bailan desnudos si nos queremos divertir”, pero su crítica es a la invasión del espacio personal de muchas mujeres que no esperaban, solicitaron ni gozaban con el mismo.

“Una de las obligaciones que marca el Programa Nacional de Igualdad es que como instituciones fortalezcan el respeto de los derechos de las mujeres y ayer eso se rompió, pero también un espacio de convivencia  que había entre mujeres universitarias que son madres y que ahí cuidamos a los bebés que llevan, estamos conviviendo con los hijos de las compañeras”.

Observó que los hijos acompañantes pueden interpretar que a las mujeres les gusta ser tocadas o acosadas o recibir insinuaciones sexuales como era el presunto divertimento ese día, “estamos educando a nuestros hijos que van con nosotras a que a las mujeres nos gusta eso. A lo mejor no a todas nos gusta”.

“A lo mejor alguien puede encontrar alguna justificación en la filosofía de Michel Foucault o alguien así, respecto de la moralidad a través de los cuerpos y la restricción social del manejo de los deseos sexuales femeninos para brindarles a las madres maestras un espectáculo de esta naturaleza”, dijo Armando Márquez Herrera.

El tema tiene muchas lecturas, agregó, pero dijo recordando el origen del festejo y las funciones que ha cumplido como parte de una cultura de sometimiento de las mujeres, su papel en el consumismo, su manipulación sentimentalista y por tanto ideológica y política, que refiere finalmente “que las madres asuman su papel y función social”, que quizás el Spauaz debió plantear una conmemoración que sumara a la “equidad entre los géneros y la colaboración de los machos en las actividades domésticas”.

“Y bueno, es un elemento de diversión relativamente novedoso, pero no abona a despojar a la festividad esta de su connotación conservadora. No es que nos escandalicemos de la presentación que se hace pero hay otros asuntos de mayor fondo que deben atenderse para quitar a la celebración su carácter manipulatorio y hacer una crítica profunda al 10 de mayo como instituciones mediante un mensaje que ponga las cosas en su lugar”.

Crescenciano Sánchez ofrece
disculpa por show con nudistas

Interrogado respecto a las críticas que académicos y académicas realizaron ayer en redes sociales sobre la contratación de strippers con que el Spauaz decidió celebrar el Día de la Madre, y que para algunos resultaron fuera de contexto y aun violatorios de los derechos humanos de las docentes, dijo Crescenciano Sánchez Pérez, que a su nombre y de la secretaria de Finanzas del organismo gremial, “lo que me queda es pedir una disculpa, en el entendido de que soy el secretario general y que no va a volver a suceder en ningún evento”,  pero quiso acotar, la decisión fue de una mujer y no de un hombre.

Dijo no deslindarse del hecho, pero sí, que no preguntó cómo estaba organizado, pues al delegarse funciones por carteras, se dio cuenta de que participarían strippers hasta que éstos aparecieron haciendo el espectáculo.

Respecto a la presencia de niños y niñas llevados por sus madres docentes y técnicas académicas a la comida que se realizó a las 2 de la tarde en el salón de un hotel de la capital del estado, agregó que “es otra mala costumbre cargar a un niño al evento donde ella es la festejada”.

Y contra el argumento de que no tuvieran con quién encargarlo, observó que en estos festejos se sirven bebidas alcohólicas, en este caso sólo vino, por lo que agregó que “también deberían de quejarse de eso, ¿por qué no se quejan de eso también?”.

Comentó que si él pudiera evitar muchas de estas cosas lo haría, refiriéndose a los festejos, “pero es una tradición no sé si sea buena o mala”.

El año anterior comentó, propuso dos eventos para celebrar el 15 de mayo, uno en que se entregaran reconocimientos por años de servicio, pero el otro propiamente de festejo, es al que los académicos acuden porque lo que encuentran interesante son las rifas.

“Esa es la cultura que hemos generado en el Spauaz, -reiteró- yo no sé si sea buena o sea mala, pues a mí me toca cargar con esto”, expuso.

Sobre la ya de por sí cuestionada celebración por sectores progresistas del 10 de mayo, que refieren su origen conservador con el que se buscaba limitar a las mujeres en su búsqueda de espacios de desarrollo en la vida pública, comentó que no sólo esta sino otras conmemoraciones como el Día del Maestro o el Día de la Raza, etc, “la mayor parte ni siquiera sabe” dónde nacieron “y cuál fue el espíritu de eso”.

Comentó asimismo que así como hay docentes que criticaron la forma en que el Spauaz conmemoró el Día de la Madre,  hay otras que pudieran argumentar que el evento se inscribió en un contexto de una cultura de mente abierta.

Refirió el caso de una académica que “desde su silla fue a donde estaba uno de esos muchachos lo abrazó y se le subió a caballo y anduvo ahí, lo puso a caminar con ella cargada” e incluso por la mañana de ayer lo felicitó con un “bien Chano, eso estuvo bien”, ante lo que él no respondió nada.

Sánchez Pérez reiteró que hay una parte que aprobó y otra no, esta forma de conmemoración, pero que no busca generar una discusión “que no nos llevaría a nada”, incluso agregó, pudiera revisarse el origen de la celebración y considerar suspenderla.

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