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miércoles, 24 abril, 2024
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Punto & Aparte

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Por: FERNANDO SANTACRUZ MORENO • admin-zenda • Admin •

La alternancia fecunda el suelo de la democracia.

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Wiston Churchill

Ahora que se vive un proceso electoral, ciertamente que muy diferente a los de años anteriores, en el sector agropecuario no pasa nada, todo sigue en calma. No llegan las lluvias, ni llegan los recursos para el inicio de los trabajos del ciclo agrícola del presente año, la ausencia de las lluvias augura un año irregular que no permitirá al productor conseguir una buena cosecha, aunque existe ya un mayor número de hectáreas destinadas a los cultivos de riego y la alternancia, en el campo, tiene que dar buenos resultados porque ante el acoso de la pobreza, el hambre y la hambruna, no deben de experimentar las autoridades en programas que pudieran dejar como resultado una disminución fatal en la producción de granos.

El hombre del campo está a la espera de los recursos, que no de promesas, para iniciar lo que cada año tiene que hacer, falten o no las precipitaciones pluviales, las tierras se tienen que sembrar aunque la Sagarpa se oponga y las secretarías de desarrollo rural, agropecuario o del campo digan lo contrario porque los campesinos y sus familias ya no viven de la espera, de las pobrezas o de las mentiras que nacen al calor de un proceso electoral, ahora condimentado con tantas y tantas encuestas que lo único que provocan ya es no tanto el desconcierto o, el descenso en la creencia en tal o cual candidato.

En este año no serán las mismas hectáreas que habrán de sembrarse de frijol, ni de maíz, que porque ya no es rentable, aunque no se cubran las necesidades internas de la demanda de estos granos que se siguen importando. Se pretende y ya se tiene establecido que se incrementarán las superficies sembradas de cebada, de calabaza, de trigo, porque ello permitirá al productor mayores ganancias a diferencia del frijol o del maíz, porque desde el mismo momento de iniciar la siembra, la cosecha ya está comprada, “haiga o no haiga” y quien al final de la caminata, el que saldrá perdiendo será el que aun (sin serlo ya) se siente el dueño de la tierra.

Los relevos que están ya a la vuelta de la esquina, deben, de entrada, presentar desde ahora propuestas serias para el rescate del campo, sólo se han escuchado palabras que ya muchos, muchos otros han dicho. Porque con puro rollo no van a sacar al buey de la barranca, hay que hablarle con la verdad a quienes se esfuerzan año tras año en producir los alimentos que cada vez son más escasos y no porque no se tenga la capacidad de producir, sino porque existe un  grave descontrol en los precios que en nada abona al productor, que tiene que enfrentar los embates de los altos costos de los insumos utilizados para llevar a cabo su trabajo desde el inicio del ciclo.

En el proceso electoral, los actores del mismo tal parece que están supeditados a lo que en las encuestas se maneje. Encuestas se han visto muchas, demasiadas, con numeritos de una forma y de otra, causa risa, lástima, coraje y desencanto observar algunas en las que  se les falta totalmente al respeto a los candidatos, porque hay candidatos que la verdad, la verdad, hay que decirlo, se la andan pachangueando a todas emes: salen sus fotografías en los medios impresos, sus rostros y voz la escuchan en la radio o televisión, pero al final, quienes tienen la culpa de todo esto son los mismos representantes de los partidos políticos que en actos desesperados y llevados por vaya usted a saber que consignas u objetivos, no designaron a los candidatos que por méritos, conocimientos o por el deseo mismo y mandato del pueblo tenían que haber nombrado.

Le decía que,  en este proceso político electoral, como en las artes culinarias, todo el caldo se echó a perder porque el cocinero es, ha sido y fue muy malo. Si el caldo se le echó a perder, imagínese si le hubieran dejado hacer una sopita de arroz con su respectivo mole, pero de cualquier manera, ya no le haga caso a las encuestas, la buena será el 5 de junio y los Tellos, los Monreal, los Marcos y las Magdas, todos tendrán que apechugar, porque téngalo por seguro que en este proceso, el pueblo ya entendió que tiene la última palabra, el pueblo es el que decidirá quién será su presidente municipal, su diputado y su gobernador.

Esos políticos que ya les valió “mauser” el ser o no ser y que se la pasan de un lado para otro, se han convertido en los saltimbanquis de la fiesta popular que el 5 de junio tendrá que terminar y ojalá y que bien porque Zacatecas no se merece esto. Aquél que asuma la responsabilidad en la lomita de los disparos a partir del mes de septiembre, deberá de llegar con toda la fuerza del pueblo, para que ejerza el poder en beneficio del pueblo. Decía Alma Rosa Ollervides González, la candidata independiente, Zacatecas necesita el cambio y ella lo dijo: yo sé cómo hacerlo porque quiero, porque puedo y porque tengo, por ahí va la cosa, palabras más palabras menos y le repito: ya no le haga caso a las encuestas, esas, como botana en el proceso, ya cumplieron, ahora sigue el platillo fuerte.

Hasta aquí mi comentario, nos veremos en la próxima entrega… ■

 

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