(SEGUNDO LUGAR DEL 4 CONCURSO DE CUENTO CORTO DE LJZ)
La casa de doña Teodora era una casa muy antigua que guardaba grandes historias y, además, secretos.
Un día, doña Teodora recibió la visita de sus sobrinos Melisa y Alexis. Melisa era una niña de 12 años, muy curiosa y asustadiza; Alexis, su primo, que era de trece años, era muy bromista.
La primera noche que los niños estuvieron en la casa, Melisa se encontraba dormida, soñando que tenía catarro; de pronto, un fantasma, con una vestimenta blanca y holgada, se acercó a ella tratando de asustarla, pero Melisa, entre media despierta y media dormida, tomó la túnica del fantasma y se sonó los mocos, y el fantasma salió más asustado que Melisa.
A la siguiente noche, unas calaveras llegaron al cuarto de Melisa; pensó que era una broma de su primo Alexis; entonces les quitó los cráneos y los utilizó como bolas de boliche. Las calaveras juraron no volver al cuarto de Melisa…..
Así transcurrieron varias noches, hasta que una noche que no podía dormir escuchó ruidos en el sótano, y su curiosidad la llevó hasta el sótano. Ahí se encontró con los fantasmas, y al verlos, pegó un grito, y los fantasmas, al ver que era aquella niña que los había usado como pañuelo y utilizado como bolas de boliche, corrieron despavoridos para todos lados hasta terminar chocando entre ellos. Al ver esta acción, Melisa les preguntó –¿Quiénes son ustedes; qué hacen en la casa de mi tía Teodora? Los fantasmas respondieron –Vivivivimos aquí desde hace tiempo; sólo queremos que expongan nuestras pertenencias de cuando estábamos vivos.
Melisa le contó a su tía lo que había pasado en el sótano y la tía limpió y acomodó las cosas del sótano. Los fantasmas se veían felices; mucha gente iba a ver las pertenencias de los fantasmas.
Melisa se hizo amiga de los fantasmas y juntos pasaron algunas aventuras.
Pero ésas son otras historias.
Autora: Fátima Berenice González Robles
Edad: 9 años
Escuela Primaria Severo Cosío
Guadalupe, Zacatecas
