■ Miscelánea
No es bueno escribir sobre sí mismo, a menos que sea para dar una explicación. Lo hago:
Accedí hace días, a una invitación que me hizo mi amigo Rafael Flores Mendoza, para participar como candidato por la coalición PRD-PAN para la presidencia municipal de Guadalupe.
Hice acopio de la documentación que se requiere para el registro ante el Instituto Electoral del Estado, habiendo renunciado el doctor Christian Alan Flores Rodríguez con gran generosidad, a fin de que yo ocupara tal espacio.
Dimos por hecho el registro, a tal extremo que públicamente fui presentado con el carácter de candidato para la Presidencia de Guadalupe, Zacatecas, por la coalición PRD-PAN.
Pasaron días y no se procedió a mi registro oficial. Luego me entero que la documentación, aunque ya tenía la firma del Presidente del Comité Estatal del Partido Acción Nacional, carecía de la firma correspondiente del Presidente del Comité estatal del Partido de la Revolución Democrática.
Ante tal situación y dado que el tiempo apremiaba para poder iniciar campaña, opté por localizar personalmente al Presidente del Partido, quien, luego de refrendarme su amistad desde tiempos de universitarios, me hizo saber que era necesaria la renuncia de las candidaturas uno y dos de plurinominales para disponerlas en favor de un supuesto líder de nombre Dagoberto y de otra persona.
Dado que la modificación a la planilla ya registrada no estaba en mi posibilidad, informé a otros dirigentes del partido y al candidato a gobernador. En tanto un diputado federal, sin debate parlamentario ni trabajo legislativo, entraba en redes para reclamar la candidatura para el tal Dagoberto.
Al no lograr la firma del Presidente del PRD y ante el tiempo que inexorablemente avanzaba, el asunto pasó del interés a la dignidad, lo que me hizo desistir de la participación electoral. Mientras al presidente le interesaban las plurinominales y la derrota de su partido para acceder a ellas, para mí el interés era ganar, aunque no se accediera a las plurinominales.
Queda mi deuda de gratitud: Al candidato a gobernador Rafael Flores Mendoza que me invitó, al presidente del Partido Acción Nacional Arturo López de Lara, que aceptó sin obstáculo alguno mi candidatura y firmó por el registro, así como al doctor Christian Alan Flores Rodríguez por haberme cedido generosamente el espacio.
Cannabis. Reforma incompleta.
“Propone Peña despenalizar uso de la mariguana”. Cabecea en primera plana “La Jornada” nacional el viernes 22 de abril.
La propuesta es para permitir la posesión de cannabis hasta en 28 gramos para uso lúdico, así como medicamentos elaborados a base de los elementos activos de dicha planta (tetrahidrocannabinol) en uso terapéutico, lo cual en nuestra opinión es correcto y necesario.
Ante la propuesta del Presidente Peña que indudablemente es de inminente aprobación, los chinos seguramente estarán muy contentos y los ecologistas muy molestos: La República de China vende anualmente miles de metros de tela fabricada con cáñamo a los Estados Unidos, igual que hilo de cáñamo.
“El cáñamo es una fibra estándar en el mundo. Tiene gran fuerza para tensarse y mucha durabilidad. Sirve para elaborar más de 5,000 productos textiles, desde cuerdas hasta encajes finos. Las hebras leñosas que quedan cuando se elimina la fibra, contienen más de 77 por ciento de celulosa y pueden usarse para elaborar más de 25,000 productos, desde dinamita hasta celofán”, documenta Rowan Robinson en “El Gran Libro de la
Cannabis”.
Y agrega: “En Illinois una fábrica nueva produce fino papel bond de cáñamo”. La despenalización para efectos de siembra, cultivo y cosecha haría innecesaria la tala de árboles que hoy son sacrificados para la producción de papel. Pero hay más datos:
“Desde el punto de vista de un campesino, el cultivo del cáñamo es fácil, y produce de tres a seis toneladas por acre, en cualquier terreno en el que se dé maíz, trigo, o avena. Su estación de crecimiento es corta, de manera que puede sembrarse después de otros cultivos”.
Obviamente que la despenalización implica reglamentación, por lo que el campesino podría vender el producto únicamente al gobierno y sembraría también previa licencia. El Estado ejerce el monopolio del producto y controla la distribución: de las hojas para uso lúdico, pues es en ellas donde está el elemento activo tetrahidrocannabinol; de las hojas y floración para uso terapéutico, de las fibras para la industria del hilo y tela de cáñamo y de las semillas para la fabricación de cosméticos.
La República de Uruguay con la presidencia de José Mujica, logró liberarse del control y prohibición norteamericano y despenalizó la cannabis para todos los usos. No ocurrió nada adverso y sí muchos beneficios. Otros países ya lo han hecho. México se queda corto con la reforma de Peña y los mexicanos sin beneficiarse de la tierra fértil con que la naturaleza nos dotó. ■
