Según acaba de declarar el secretario Nuño, será el lunes 29 de este febrero cuando se conocerán los resultados de los maestros examinados en la primera etapa de evaluación del servicio profesional docente, que tuvo lugar en noviembre y diciembre de 2015. Quedaran pendientes aquellos casos de exámenes que se seguirán aplicando extemporáneamente a maestros que no se evaluaron no obstante, haber sido notificados. Se habla de 15 mil y en su mayoría están inscritos en los estados en los que existen núcleos duros de CNTE: Oaxaca, Chiapas, Michoacán y Guerrero la mayoría de ellos, aunque entre estos se encuentran los 31 mentores zacatecanos, según un conocido medio local, en Zacatecas y que ya se han manifestado para que no los despidan. No fueron pocas las entidades en donde las jornadas de evaluación registraron incidentes de violencia y el examen se aplicó con resguardo policiaco en las puertas de las sedes de aplicación. La experiencia de evaluación del servicio como había ocurrido meses previos con el concurso de oposición también consideró a profesores aspirantes o convocados para ser ratificados en plazas de directivos y de supervisión.
La Ley del Servicio Profesional Docente como no podría faltar, dedica un capítulo a los profesores con cargos directivos. Es el IV que establece como se hace la promoción para los cargos con funciones de dirección y supervisión en las escuelas de básica y media superior. Por supuesto que como ocurre con los maestros frente a grupo, los directivos habrán de demostrar que son idóneos pasando por la primera aduana que es el examen de oposición. Es por medio de éste como deben demostrar los conocimientos y capacidades de las que son acreedores. Dichos concursos son públicos de acuerdo a los términos, perfiles y parámetros fijados por las respectivas convocatorias. Aquí adelantamos que transcurrida la primer experiencia de evaluación en las jornadas de noviembre diciembre pasados, dentro del grupo examinado en todo el país, en el caso de quienes aspiraban o buscaban reafirmar una dirección o supervisión en preparatorias de de alguno de los muchos tipos de bachilleratos que existen, dos de cada tres resultaron no idóneos, es decir, reprobaron el examen que les fue aplicado. En este medio trabajan profesionistas de todo tipo y es el nivel con el más alto índice de deserción y reprobación.
En el nivel medio superior quienes aprueban el ingreso de director comienzan un periodo de inducción de dos años, tiempo dentro del cual cursaran programas de desarrollo de liderazgo y gestión escolar. Es decir se busca capacitarlos y ponerlos a prueba para sean buenos directivos. El artículo 28 no debe pasar por alto. Este precepto normativo establece que en “la Educación Media Superior la Promoción a una plaza con funciones de dirección dará lugar a un Nombramiento de Tiempo Fijo”. En buen cristiano, esto no es otra cosa que no ser de base, serán interinas y limitadas. Además serán renovables de acuerdo con el desempeño. No es el caso de la Educación Básica en donde quien se gane una supervisión lo hará con nombramiento definitivo, pero obligados a participar en los “procesos de formación”.
Por lo que hace a la vigencia y promoción, quienes ingresen al primer nivel podrán ascender después de transcurridos cuatro años bien sea para confirmar el nivel en que laboraron o ascender al siguiente. Plan con maña pues esta cláusula del artículo 39 se presta a la arbitrariedad y discrecionalidad de los exámenes e instrumentos. Si la autoridad no quiere o no puede ofrecer ascensos, aplicara exámenes con un mayor grado de dificultad y diseñara los instrumentos de evaluación con mayor exigencia para seguir con el espíritu muy cristiano de la extinta Carrera Magisterial en la que muchos eran los convocados, pero pocos los admitidos. Porque además la LSPD en esta parte no deja lugar a dudas: “el ascenso al primer nivel del programa y el avance de niveles estarán sujetos a la disponibilidad presupuestal”. El servicio profesional docente es un rosario de filtros y aduanas que quien desee mantenerse y ascender debe sortear y resistir con una disciplina espartana. ■
