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martes, 16 abril, 2024
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La línea que nos unió por una hora

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Por: JUAN ANTONIO VALTIERRA RUVALCABA •

Nadie de ellos acepta la línea. Ninguno hasta ahora había expresado la idea de reunirse abiertamente y civilizadamente con los demás. Son zacatecanos públicos y públicamente han dicho que tienen deseos de gobernar. Uno es candidato de su partido ya, pero los otros se andan arrebatando los quereres de la línea de los chuchos y de Ricardo Anaya.

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Ellos han dicho que no aceptan la línea de nadie. Quieren medir sus fuerzas. Quieren saber con qué canicas cuentan los de enfrente y los de la casa. Saben de líneas delgadas entre lo deseable y lo posible.

Lo cierto es que ayer sábado, tempranito, en el aeropuerto Benito Juárez de la Ciudad de México comenzó la grilla, el parloteo, el lleva y trae de dimes y diretes. De adivinar, de acercarse, de generar confianza en el de enfrente para que sea yo candidato.

A las 07:30 de la mañana, ahí estaban ellos, muy bañados en una alba fresca de la capital del país, del exDistrito Federal. Apunto de su encuentro inesperado. Apunto de viajar en la única línea que han aceptado desde años en que han viajado por Interjet, la línea del nieto del expresidente Miguel Alemán Valdez. Esa es la única línea que aceptan y que usan.

Políticos de ayer y hoy. José Narro Céspedes, líder del sempiterno frente de lucha de sus inicios al lado de Beto Anaya. Ahora milita en el perredé de Agustin Basave, expriista, excolosista; Rafael Flores Mendoza, exalcalde de Guadalupe. Hombre que vivió sus momentos de gloria al lado de Amalia Dolores García. Muy peinadito y su porte de galán, de artista de radio y televisión. Rafa solo los veía de lejitos pero finalmente saludos a sus otros dos rivales.

Simón Pedro de León Mojarro, hombre venido de la Sedesol federal. Tipo conversador y conocedor de los intríngulis del sistema político al lado de Jesús Murillo Karam, Gustavo Gordillo y los del MAP, en sus tiempos de delegado federal en Hidalgo. Líder estudiantil en sus años mozos de la UAZ. Impulsor de políticos. Venía acompañado de su inseparable Margarita Alonso. En su haber figura que se fue del PRD y regresó.

Un prietito en el arroz nunca falta para amarrar la grilla picara y socarrona. Ese era el habilidoso Arturo Nahle.  Ahí estaba en la línea.

De lejos, parecía muy lejano, llegó apresurado el ungido candidato de Morena al gobierno, el fresnillense David Monreal, hermano del delegado en Cuauhtémoc, Ricardo.

Sonriente,porque así le piden sea, saludó a muchos pasajeros formados antes de abordar el vuelo y a los tres de la alianza PAN-PRD. Unos imaginaron que vendría Arturo Ortiz y otros que llegaría, en una de esas, el mismísimo chamuco.

El santo niño no hace aún el milagro para que David sea tan espontáneo como su carnal. «Lo que Salamanca no da, natura no presta».

Despegó el avión y Pepe Narro y Rafa Flores plática y platica. Una fila más atrás, De León cerraba los ojos y meditaba. Miraba a todos lados y luego pedía algo a su particular Paco Barragàn. Quizá analizaba el porqué no lo quieren dejar pasar.

Casi para descender, el seriote de David se levantó al baño. Así fue y regresó. Inmutable, sin sonrisa. Entre una mujer madura y él un asiento mediaba.

Casi arañando el cielo cruel arriba y la tierra colorada abajo, el vuelo 3940 de Interjet tocó el fin del viaje. Esa línea delgada y fina que no los une, si lo hizo la línea aérea propiedad de un nieto e hijo de políticos.

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