■ Presuntamente fueron despedidos injustificadamente; podría iniciarse nuevo paro laboral
■ Señalan que su baja fue en represalia por buscar adherirse a un sindicato distinto a la Croc
Silvestre Gutiérrez Castañeda trabajó hasta el pasado 11 de mayo como técnico en el departamento de Fabricación de Triumph México. Alrededor de las 9 horas de ese día, relata, lo mandaron llamar para notificarle le rescindían el contrato “debido a que di información confidencial a algunos medios de comunicación”.
“Me encontraba laborando cuando me dijo el supervisor del área que lo acompañara y ya de ahí no regresé, ya me fui para afuera”.
Al ex empleado de la maquiladora norteamericana de partes para la aeronáutica, quien fue de los primeros en ser despedido de una serie que sumó siete ese día, no le demostraron la imputación ni le refirieron qué tipo de información y a quién o qué medio de comunicación presuntamente la había proporcionado.
Le manifestaron eso sí, que su despido no le daba derecho al pago de una liquidación y lo conminaron a comprobarlo. No obstante, le ofrecieron “un tanto por ciento”.
“Yo les dije que no aceptaba nada, que necesitaba asesorarme para ver exactamente qué era lo que tenía qué hacer…”.
Gutiérrez Castañeda junto con Mario Medina, José Antonio Escarcia, Rafael Lizardo, Yanette Rubio Ríos y otros dos trabajadores más, justo los despedidos el pasado 11 de mayo, comparten como factor común el haber participado en las reuniones en demanda de la reinstalación de otros ex trabajadores de Triumph, quienes han señalado su despido en represalia a su exigencia de adherirse a un sindicato distinto a la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC).
Los trabajadores se inconformaron desde de 2014, no sólo por no haber sido tomados en cuenta para preguntarles si querían o no integrarse a esta organización de filiación priísta con quien Triumph Mexico acordó esta representación desde su asentamiento en el parque industrial del municipio de Calera de Víctor Rosales en Zacatecas, sino porque la misma no ha intervenido en su defensa para obtener una revisión de aumento salarial anual o para que obtengan el reparto de utilidades, entre otros temas.
Los despedidos han señalado incluso, que la rescisión de su contrato responde a un contubernio entre la propia CROC y la patronal, donde la segunda le habría señalado a la primera quienes eran los inconformes.
Gutiérrez Castañeda, padre de tres hijos, asegura ha sido un trabajador dedicado, quien obtuvo su contrato “de planta” en julio de 2012 luego de haber cubierto otro a prueba por cuatro meses. Por lo que estaba por cumplir dos años de antigüedad laborando para Triumph Mexico.
Recuento de desencuentros
El pasado 31 de marzo trabajadores y ex empleados de la empresa iniciaron un paro de labores, teniendo como demanda principal la reinstalación de los despedidos en el contexto citado, mismo que fue levantado a pocas horas de su inicio con la promesa de celebrarse una reunión un mes después, y asimismo, se detendrían las rescisiones de contrato que han señalado como injustificadas.
El 30 de abril se llevó a cabo la reunión en Ciudad Administrativa, de la que tampoco pudo obtenerse la reinstalación de los trabajadores.
El pasado 12 de mayo, un día después de que se dieran una serie de despidos violando lo que a los trabajadores se les había propuesto como “un pacto de caballeros”, decidieron manifestarse en oficinas de Ciudad Administrativa en su rechazo.
Convocados a una nueva reunión para el día de ayer a las 9 horas, la respuesta a su demanda prioritaria en este momento, la reinstalación de los últimas siete personas despedidas, quedará en revisión para ofrecerles una postura definitiva de la empresa el próximo jueves 21 de mayo.
De los resultados de esta, ha señalado su dirigente, Omar Torres Robles, dependerá las acciones que tomarán, entre las que podría estar un nuevo paro de labores.
