■ Entre los socios hay hijos o parientes de funcionarios, ex servidores públicos y diputados locales
■ Hay inconformidad de los vecinos por exceso de ruido; presentan queja ante la CDHEZ
Desde hace un año y tres meses, el bar La Diez opera sin licencia en la Alameda Trinidad García de la Cadena, del Centro Histórico de Zacatecas. Entre los socios que lo dirigen bajo estas condiciones irregulares están hijos o parientes de funcionarios y ex servidores públicos de Gobierno estatal y también de diputados locales.
Este local abrió en diciembre de 2013, sin tener el permiso del ayuntamiento capitalino y en este tiempo ha generado inconformidad entre los vecinos de la zona por el exceso de ruido durante la madrugada; molestia que provocó incluso que los habitantes del lugar interpusieran el pasado 31 de marzo una queja ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Zacatecas, con el expediente CDHEZ/1852015.
De acuerdo a información publicada en medios de comunicación y revistas de sociales de la entidad, entre los propietarios de este establecimiento que opera fuera de la legalidad están Arturo Nahle, hijo del ex procurador de justicia de Zacatecas Arturo Nahle García, y César Deras Solano, familiar directo del diputado local por Movimiento Ciudadano, César Augusto Deras Almodova, respectivamente.
Los otros socios que se mencionan en esas publicaciones son Luis Daniel Márquez Cristerna, José Arellano Cervantes, Javier Solís de Santiago, Erwin Salas Abasolo, Antonio Borrego Ibargüengoitia, Juan Carlos Vázquez, Francisco Rodríguez y Manuel Alatorre.
Fue el alcalde de Zacatecas, Carlos Peña Badillo quien, en una entrevista transmitida en el noticiero radiofónico Espacio Abierto, reconoció que este establecimiento opera sin licencia de las autoridades del municipio.
Al respecto aseguró que “hay uno (de los locales de la Alameda) que efectivamente no tiene el permiso, que nosotros hemos estado haciendo las multas correspondientes, hemos estado actuando en consecuencia. (…) Es el bar La Diez, el que tiene el problema permanente con los habitante de esa zona del municipio”.
Señaló que en el ayuntamiento se está esperando la aprobación del reglamento de la Alameda, elaborado en conjunto con los vecinos, a raíz del inicio de las obras en este espacio, para “definir si se otorga o no se otorga un permiso”.
Sin embargo, este bar se puso en funcionamiento antes de que iniciaran los trabajos de remodelación de este lugar histórico y desde el principio no tuvo la aprobación de la autoridad ni de las personas que habitan en las casas cercanas.
Inclusive, en una página de la red social Facebook llamada “Vecinos de Fernando Villalpando”, se exhiben videos filmados desde la calle y desde el interior de las viviendas, en los que se aprecian las afectaciones que enfrentan por el alto volumen de la música del local.
Según el académico, escritor y periodista Ricardo Raphael, durante la presentación de su libro Mirreynato la Otra Desigualdad en Zacatecas, que se realizó hace menos de tres semanas, el término mirrey se refiere a los personajes junior versión 2.0, es decir, hijos de políticos o los mismos políticos que llevan una vida ostentosa y de excesos gracias al recurso público o haciendo uso de sus influencias en las esferas de poder.
Acerca de esta ausencia de permisos con la que opera La Diez Terraza Bar, fue consultado uno de los socios, Erwin Salas Abasolo, quien argumentó que la falta de licencia se debe al retraso en los trámites oficiales para su expedición, tanto por parte del ayuntamiento capitalino como de la Secretaría de Finanzas.
Aunque aseguró, por lo tanto, que los responsables de esta situación son las autoridades por sus procedimientos y también las obras que se está realizando en la Alameda, reconoció que sí ha habido “muchas multas” por parte del gobierno municipal, ya que no tienen la licencia de venta de alcohol que se requiere para el giro de su negocio.
Al respecto, comentó que “en realidad sí hemos tenido multas porque la autoridad nos las tiene que imponer, por lo mismo que no hay permiso de venta de alcohol por el momento, pero se han respondido todas, se han pagado y se han liquidado”.
Pese a no tener estos permisos, el bar La Diez continúa en la actualidad operando y suministrando bebidas embriagantes a sus clientes.
De acuerdo con los artículos 63 y 64 del Reglamento Sobre Funcionamiento de Giros Comerciales con Venta de Bebidas Alcohólicas en el municipio de Zacatecas, en función de la gravedad de una falta cometida por parte de un establecimiento o de su reincidencia en la violación a la ley, el ayuntamiento impondrá sanciones que van desde multas de entre 10 y 150 cuotas de salario mínimo vigente en el municipio y el aseguramiento de las bebidas alcohólicas, hasta la clausura parcial, temporal o definitiva.
En cuanto a los requisitos para la apertura de un establecimiento de cualquiera de los giros que se incluyen en el reglamento, el artículo quinto establece que “se requiere contar con licencia o permiso expedido por el ayuntamiento”.
Además, en el artículo 14 se menciona como otro elemento necesario para que un local inicie operaciones que “el ayuntamiento pedirá la anuencia de los vecinos en donde se pretenda ubicar el establecimiento, cuando el giro se pretenda ubicar en zona habitacional”.
