■ No coinciden precios oficiales con los pagados por empresarios en el recinto ferial
■ En 2014 hubo una derrama económica de 140 mdp; no se refleja en beneficios para colonias
Tras la Feria de Primavera de Jerez del año pasado, las autoridades del municipio informaron de una derrama económica de unos 140 millones de pesos. Sin embargo, los empresarios locales, tanto de colonias periféricas como del centro, lamentaron no haber sentido esos beneficios que se presumen oficialmente; por el contrario, aseguraron que no obtuvieron buenos resultados, pese a la inversión millonaria en estos eventos.
Este balance cobra fuerza en estas fechas, debido a que está próxima la Feria de Jerez 2015, que empezará el primero de abril y en la que el gasto del gobierno municipal va a ser también elevado.
La versión gubernamental, ofrecida por el ya ex alcalde y actual candidato a diputado federal por el Partido Acción Nacional (PAN) en el Distrito 2, José Manuel Viramontes, fue la de señalar la existencia de una derrama económica de 144 millones de pesos, entre los sectores hotelero y restaurantero, y demás negocios de empresarios jerezanos.
En este argumento se basó el ex presidente municipal para defender el gasto de 7 millones 600 mil pesos por parte del ayuntamiento en la feria del año pasado y los 10 millones que se destinarán en la presente edición, con los que “por supuesto que esperamos tener una derrama económica mucho mayor, que es lo importante”.
No obstante, según advirtió el académico de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), José Luis Guardado, “no solamente en Jerez, sino yo creo que en la mayor parte del país y con la mayor parte de los gobiernos, tenemos el problema de la credibilidad, ¿qué tanto podemos confiar en las cifras que ellos nos den respecto al impacto? Pues yo creo que tenemos serias razones para dudar de las cifras que nos dé el gobierno”.
Asimismo, tras hacer un sondeo entre comerciantes, se revela que los beneficios y la derrama económica expuestos por la autoridad municipal, no fueron percibidos de la misma manera en el sector empresarial.
Heladio Flores, quien tiene un puesto de fruta rebanada y agua fresca en la plaza principal de Jerez, comentó que la Feria de Primavera de 2014 “no fue muy buena”.
Destacó que “años atrás vendíamos más, yo en lo personal vendía más fruta, tenía más ventas y me iba mejor que ahora, que supuestamente hay un programa como no se había visto en ningún año atrás y el auge que le están dando a la feria, pero hay un punto que a nosotros no nos favorece”.
Respecto a la derrama económica que menciona el gobierno municipal, señaló que “sabe dónde se irían esos 100 millones, pero para mí que no fue lo que dijeron; a lo mejor algunos sí se ayudaron, algunos comerciantes, los hoteles también, pero yo no creo que haya sido eso que dijeron”.
En ese tenor, Alberto Ortiz, quien trabaja en un pequeño restaurante que se encuentra en las calles aledañas al jardín principal, coincidió en señalar que el único día que tuvieron buenas ventas fue el Sábado de Gloria, cuando la fiesta se concentra en el centro de la cabecera municipal, pero advirtió que el resto de los días “no hubo tanta gente como esperábamos que hubiera”.
Consideró que los eventos de la feria se focalizan en exceso en el Teatro del Pueblo, mientras que “aquí en el centro nos dejan como que a un lado”.
Recordó que hace aproximadamente 12 años se programaban actividades feriales también en el quiosco del jardín, lo que diversificaba la oferta de entretenimiento y les ayudaba a tener un mayor número de clientes.
Debido a que esta práctica ya se ha abandonado por completo y a que los eventos se centran en el recinto ferial, expuso que la derrama económica que puede haber en la Feria de Primavera, “la verdad, no se refleja mucho en nuestras ventas”.
Por su parte, el empresario Ramiro Cabral, quien regenta una compañía purificadora de agua, subrayó que hay tres aspectos fundamentales que se están dejando de lado en la actual administración municipal y que son los de “escuchar, ver y atender al pueblo”.
Añadió que el problema que advierte, más que en la inversión, es en la falta de planeación gubernamental para que exista una estrategia que incluya realmente a las empresas locales, pequeñas y medianas, en los eventos de la feria.
Inconsistencias en los precios
Precisamente la inclusión de los comercios jerezanos este año se ve frenada en algunas ocasiones por los costos que se les han puesto a los locales para bares que se ubican al interior del Teatro del Pueblo.
El presidente del patronato de la feria 2015, José Juan Sánchez, informó que los precios de estos espacios, que en total son 16, son “muy accesibles” pues están entre los 100 y los 160 mil pesos.
Sin embargo, a través de las redes sociales y también de manera anónima se ha dispuesto de diversas declaraciones de empresarios, quienes aseguran que la cantidad que debe pagarse por uno de estos lugares puede alcanzar incluso el millón de pesos, los más cercanos al escenario, mientras que los que tienen el costo manejado por el presidente del patronato son los que se encuentran más alejados de los artistas.
Por ejemplo, en una publicación de Facebook de un empresario jerezano puede leerse: “Pues a mi tambien ya me sacaron de mi lugar de la feria cuando ya habia yo acordado lugar y precio y ahora resultó q siempre no, q es lo doble, yo no puedo pagar 630,000 pesos, una disculpa a mis clientes q m estuvieron pidiendo lugares (sic)”.
Ante las inconsistencias en los precios expuestos oficialmente y por los empresarios, se trató de localizar vía telefónica al secretario de Desarrollo Económico del ayuntamiento, Héctor Márquez, quien aseguró que está apoyando al patronato en la organización de la feria, pero no se obtuvo respuesta por parte del funcionario municipal.
En una entrevista previa, el ahora ex alcalde José Manuel Viramontes había expuesto que “el municipio no busca utilidad para la administración municipal, no busca una utilidad para el patronato de la feria, la mejor o la mayor utilidad va a ser la que se va a quedar en el pueblo”.
Pero, aparte de los elevados costos que algunos empresarios señalan que hay en los bares del Teatro del Pueblo, se añadió por parte de otros comerciantes, como el vendedor de fruta, Heladio Flores, que inclusive a los puestos callejeros se les incrementa el monto que tienen que pagar para poder trabajar en esos días.
Este jerezano lamentó que“el Sábado de Gloria es cuando nos quieren cobrar más porque se vende más; pero cuando vendemos menos, que no vendemos nada, por ejemplo, cuando está lloviendo, ahí tampoco no nos cobran menos, nos cobran lo que es”.
Colonias populares, abandonadas
El ahora candidato a diputado federal por el PAN aseveró que la derrama de la Feria de Primavera permea en la sociedad jerezana con beneficios económicos, además de que se han emprendido programas sociales para abatir los rezagos en el municipio.
La historia de Roberto Ultreras contrasta con la versión oficial. Este jerezano lleva ya 20 años encabezando labores de rescate de espacios públicos en el fraccionamiento El Molino. Principalmente ha adecuado canchas de futbol para los niños y jóvenes que viven en su colonia, con el objetivo de “mantenerlos ocupados” con lugares de esparcimiento saludables.
Para desarrollar estas labores, indicó, no se ha tenido respaldo. “Sí nos ha costado mucho trabajo, apoyo, pues muy poco hemos tenido, se puede decir que nada de esta administración”, señaló; ni siquiera para los cinco balones que necesitarían, cada dos meses más o menos, para organizar los torneos que antes se llevaban a cabo.
Subrayó que los vecinos sí tienen voluntad de apoyar, pero económicamente es complicado debido a que en la colonia habitan familias que “viven al día”.
En este sentido sostuvo que, “si hoy trabajaron, mañana comen, pero ya si no trabajan mañana, pasado mañana le van a sufrir. Un balón te cuesta 50 o 100 pesos, entonces hazte cuenta que dicen: ‘mejor déjalo porque con eso como hoy’, y cuando le pides al niño 5 o 6 pesos de cooperación para un balón, mejor con eso se lleva a la escuela para el lonche. Eso es lo que está pasando, necesitamos que haya apoyo de materiales y nosotros estamos dispuestos a trabajar”.
A diferencia de la falta de recursos que arguyen las autoridades y que impide apoyar iniciativas como la de Roberto, la Feria de Primavera sí absorbe un gasto millonario que, junto con la aportación de los patrocinadores, supera incluso la inversión de festivales estatales como el Cultural.
Cabe mencionar, además, que la organización de ferias regionales con altos costos para los gobiernos municipales, que por otra parte atraviesan una situación financiera complicada, es recurrente en el estado.
Estos gastos contrastan con los niveles de pobreza, así como con el Índice de Desarrollo Humano, que se trata de un indicador elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en el que se engloban los resultados obtenidos en tres ámbitos: la posibilidad de gozar de una vida larga y saludable, la educación y el acceso a recursos suficientes para tener una vida digna.
Por su parte en Jerez, de acuerdo con las cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), 6 de cada 10 habitantes de Jerez están en situación de pobreza, de los cuales 9 por ciento sobrevive en condiciones de pobreza extrema.
Además, los gastos en las actividades de la feria no tienen repercusión en general en los habitantes de este territorio y, como señaló Roberto Ultreras, “mucho menos en las colonias populares”.
Al respecto, y a falta de poco más de 15 días para que inicien los festejos de este año, aseveró que en 2014 “si tuviste feria 15 días, a lo mejor fue un relajo, pero no más quedamos igual, nuestra vida no cambió; desgraciadamente no se ve un alza del municipio, que digas que hicieron esto y les funcionó. No. Se hacen las obras y nosotros seguimos en las mismas”.
Por ello concluyó que lo que tiene claro después de dos décadas encabezando los esfuerzos de mejora en su colonia, sin apoyo gubernamental, es que los cambios deben empezar en la familia y se tiene que recuperar la conciencia de comunidad entre todos los vecinos que hace años existía; “es pesado porque hemos perdido la sensibilidad, pero antes, en Jerez, se hacía”.
