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jueves, 28 marzo, 2024
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Reto de la UAZ, garantizar la transparencia, señalan participantes del programa Synergia

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Por: MARTÍN CATALÁN LERMA • Admin •

■ Este año no hay expectativas para resolver la problemática estructural y financiera: Guzmán

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■ Apertura de instituciones busca evitar el crecimiento de la Universidad, señala Vélez

El reto de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), en el contexto de crisis financiera, académica y administrativa, es garantizar transparencia, transformar el ámbito de la planeación y erradicar la obesa burocracia que posee sueldos, prestaciones y beneficios privilegiados, además de impulsar un pacto institucional que permita atender la actual problemática.

Así lo afirmaron Antonio Guzmán Fernández, Alberto Vélez Rodríguez y Marco Torres Inguanzo en el programa Synergia, que a partir de ahora es conducido por el director de La Jornada Zacatecas, Raymundo Cárdenas Vargas.

Antonio Guzmán Fernández, ex secretario general del Sindicato de Personal Académico (Spauaz), expuso que este año no hay expectativas para resolver la problemática estructural y financiera, y el resultado que se derive del emplazamiento a huelga definirá en gran medida lo que ocurrirá durante el año.

“Mientras haya presión financiera e incertidumbre de los pagos a los profesores, el tema académico no puede atenderse, pero se rescatan diferentes espacios, posgrados y unidades académicas donde hay esfuerzo para sacar adelante la institución”, expresó.

Otro aspecto del problema financiero, explicó, se debe a que Gobierno Federal siempre busca reducir costos en la educación superior como ya ocurrió en el nivel básico, donde se impuso una Ley de Educación que busca recortar el pasto mediante medidas de índole laboral.

Recordó además que en el caso de la UAZ la fragilidad financiera ha sido un tema constante durante mucho tiempo. En 1991 la institución tuvo que ingresar al esquema del ISSSTE amenazada por un conflicto económico. Después, en 2005, cuando se negoció con ese instituto el pago de mil millones de pesos adeudados, el impacto fue mayor porque se modificó el Contrato Colectivo y el trabajador tuvo que pagar la cuota obrera.

Guzmán Fernández dijo que la UAZ puede sacar adelante una propuesta para superar los problemas universitarios por encima de los intereses de grupo y personales, pero ello depende “en casi 80 o 90 por ciento de la transparencia”.

Afirmó que la Universidad cuenta con una amplia justificación social, pero los procesos administrativos han sido desarticulados y sin planeación, además de mantener a una burocracia con salarios y prestaciones privilegiadas en comparación con los profesores.

“Tenemos el reto como universitarios de retomar nuestro propio destino y no poner a los bueyes delante de la carreta. Es decir, la UAZ se debe enfocar a lo que tiene capacidad y no ponerse a resolver el problema social de la educación, porque al final nosotros jugamos con nuestra Seguridad Social”, expresó.

El problema para ello es que el Consejo Universitario se esfuerza por no reunirse ni discutir, debido a la posición cómoda en que se encuentran sus integrantes, coordinadores de área y directores, quienes obviamente no votarían en contra de disminuir los excesivos salarios y prestaciones de los que gozan los funcionarios.

El docente Marco Torres Inguanzo, por su parte, señaló que previo a la crisis financiera, la Universidad ya tenía una crisis institucional generada por la imposibilidad para conducir a la institución y para buscar consensos, propuestas de solución, gestiones y coordinación con otras universidades.

“Si no hay esta conducción entonces el problema financiero se estanca, crece o explota. Eso significa que antes del problema financiero ya había una crisis institucional que debía resolverse, porque hasta ahora las autoridades universitarias siguen sin tener una propuesta clara”, indicó.

Comentó que los grupos políticos al interior de la institución se han replegado “y una nata burocrática autonomizada es la que ha tomado gran parte de la conducción, pero sigue la lógica de la burocracia en donde no se planifica con criterios propios internos, sino que sigue instrucciones externas, sin generar un proyecto colectivo ni a largo plazo”.

Aunado a ello, hay un problema fundamental que tiene que ver con la falta de planeación, y muestra de ello es que las preparatorias, en los últimos tres semestres, se fue al último lugar en aprovechamiento en lo que respecta al nivel medio superior en el estado, debido “fundamentalmente al clientelismo político”, agregó.

En ese contexto, Torres Inguanzo manifestó la necesidad de promover un pacto institucional que tenga como propósito el generar transparencia, rendición de cuentas, una planeación real y una administración pequeña.

Con ello, “tendríamos todas las justificaciones para pedir más recursos a la Federación. Gobierno Federal ha aceptado que las universidades estatales deben de pasar de 27 por ciento de cobertura a 50, lo que significa 8 mil 800 millones de pesos más para las universidades, pero el costo fiscal de exención del pago de colegiaturas a escuelas particulares que destina el gobierno son 132 mil millones de pesos”.

Expuso que la UAZ carece de una planeación estratégica y algunos logros obtenidos en el ámbito académico se deben en realidad a esfuerzos aislados por parte de algunos funcionarios o profesores, pero no como producto de una política institucional.

No obstante, el gobierno estatal y federal tienen responsabilidad en la problemática de la educación superior, debido a que la OCDE señala que la aplicación de la ciencia es causa de 25 por ciento del crecimiento económico en países como México.

Eso significa que si gobierno federal y estatal no apoyan decididamente instituciones como la UAZ para resolver sus problemas académicos y financieros, están omitiendo uno de los principales agentes de desarrollo, según puntualizó Torres Inguanzo.

Alberto Vélez Rodríguez, docente de Ingeniería y ex aspirante a la dirigencia del Spauaz, opinó que los altos funcionarios de la UAZ son quienes deberían hablar sobre los retos de la Universidad, puesto que no hacerlo sugiere que hay un vacío en la conducción.

Desde su punto de vista, académicamente la Máxima Casa de Estudios tiene el reto de mantenerse en el Consorcio de Universidades Mexicanas (Cumex), para lo cual se requiere que 90 por ciento de los programas estén acreditados, pero varios lo han perdido recientemente, tales como Ingeniería Civil y Mecánica.

En el diagnóstico que elaboró la Comisión Especial de Información respecto a la situación administrativa, financiera y académica de la UAZ, expuso, se encontró que en los procesos electorales el nivel de productividad académica se reducía.

Afirmó que el problema de la transparencia se debe a la ausencia de conducción en la UAZ, pues “tenemos un Rector que difícilmente opina o dicta una política. Es más, no difícilmente, no lo hace. El secretario general, que es el encargado de manejar la política interna, tampoco lo hace. El secretario académico, quien debería emitir las políticas académicas, tampoco lo hace”.

En consecuencia, Vélez Rodríguez señaló que esos factores muestran una ausencia absoluta de transparencia y opacidad, lo que genera un desorden de tal magnitud que la comunidad desconoce las cosas que se hacen o no por parte de los funcionarios. “Por eso uno de los grandes retos es que la autoridad salga y de la cara, y si lo hacen público, nos da certeza que empezamos a caminar”.

Según su punto de vista, los universitarios tienen la capacidad de trabajar en conjunto y enfocarse en los grandes retos institucionales, al grado que la conformación de la Comisión Especial de Información, creada por el Consejo Universitario, fue plural y de alguna forma derivó en un pacto establecido para elaborar una evaluación académica y administrativa.

Sin embargo, aseguró que la apertura de nuevas instituciones de educación superior en el estado se debe no a la diversificación, sino a la intención del gobierno de evitar el crecimiento de la UAZ por su Contrato Colectivo de Trabajo.

Al respecto, es importante generar una propuesta de Contrato Colectivo que empate “lo que pretende Gobierno Federal y lo que pretendemos los universitarios, porque de otra manera podemos caer en la fatalidad y que nos llegue desde arriba”, comentó Vélez Rodríguez.

Concluyó que uno de los mayores retos para la UAZ es definir qué va a hacer con respecto al adeudo estructural, y para ello se deben discutir las condiciones laborales y el aparato administrativo y burocrático, lo cual podría efectuarse mediante un Congreso Universitario, ya que “cualquier iniciativa debe salir de todos en conjunto”.

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