10.8 C
Zacatecas
viernes, 29 marzo, 2024
spot_img

El Péndulo

Más Leídas

- Publicidad -

Por: RAYMUNDO CÁRDENAS HERNÁNDEZ • Admin •

El péndulo que oscila entre libertad y seguridad está de regreso

- Publicidad -

En su libro más reciente denominado “El retorno del péndulo. Sobre psicoanálisis y el futuro del mundo líquido”, el sociólogo polaco Zygmunt Bauman afirma que a fin de lograr una vida satisfactoria, los seres humanos permanentemente efectuamos una transacción entre las libertades que se desean disfrutar y la seguridad que consideremos indispensable para vivir en sociedad. Al respecto refiere que “En los tiempos de Freud y sus escritos, la cuita más común era el déficit de libertad; sus contemporáneos estaban dispuestos a renunciar a una porción considerable de su seguridad a cambio de que se eliminaran las restricciones impuestas a sus libertades. Y finalmente lo lograron. Ahora sin embargo se multiplican los indicios de que cada vez más gente cedería de buen grado parte de su libertad a cambio de emanciparse del aterrador espectro de la inseguridad existencial…”. Y se pregunta “¿Estamos en presencia de un retorno del péndulo?”

Recordemos que un péndulo es un sistema físico formado por un cuerpo que oscila suspendido desde un punto fijo, bajo la acción de la gravedad y de la inercia; Bauman utiliza ese concepto para indicar que la civilización es una permanente transacción entre libertad y seguridad, ubicados ambos valores en los extremos del péndulo.

Diversos autores utilizan la misma analogía para explicar las transformaciones mayores en materia económica. Así, en su artículo publicado en la revista CONFIGURACIONES (36 – 37) Carlos Tello Macías refiere que tras la catástrofe que significó la primera guerra mundial, la profunda crisis económica de 1929 y después la segunda guerra mundial, y frente a la existencia de una prestigiada Unión Soviética, se fue construyendo un consenso en diversas partes del mundo en el sentido de que las capacidades estatales recién adquiridas por el esfuerzo bélico deberían utilizarse para compensar las insuficiencias del mercado; el objetivo central fue impulsar el pleno empleo de las personas y los equipos, promover salarios remuneradores y multiplicar las prestaciones sociales de los trabajadores, para lo cual el análisis macroeconómico identificado con la obra de John Maynard Keynes desplazó al paradigma neoclásico y se colocó en primer plano, convirtiéndose en parte fundamental del pensamiento económico dominante a partir de mediados de la década de los años cuarenta. El péndulo cambió de dirección.

Así transcurrió en muchos países de Europa, América, Asia y Oceanía un periodo de tres décadas de un inusitado crecimiento económico. Fue la edad de oro del capitalismo, y la época de la economía mixta que llevó a muchos estados nacionales a niveles crecientes de bienestar social y a tasas aceleradas de crecimiento económico.

Sin embargo, con la crisis económica internacional de los años setenta, fue recobrando fuerza el pensamiento económico neoclásico en su versión neoliberal avalada por académicos como Friedrich Von Hayeck, Ludwig Von Mises y Milton Friedman, y aplicado por políticos como Ronald Reagan, Margaret Thatcher, Helmut Kohl y el mexicano Miguel de la Madrid; todos ellos iniciaron la gran reforma neoliberal debilitando al sindicalismo para desmontar las conquistas laborales y sociales reduciendo los derechos más emblemáticos. Fomentaron el libre comercio, la innovación tecnológica y se “deslocalizaron” las industrias buscando reducir los salarios y maximizar las ganancias de las corporaciones que construyeron una red hasta entonces inexistente. La euforia antiestatista devino en culto obligatorio al mercado, el individualismo y el consumismo sustituyeron a las aspiraciones igualitarias del pasado, todo lo cual se aceleró y agudizó con la caída del muro de Berlín y la desaparición de la Unión Soviética. Una vez más, el movimiento del péndulo cambió de sentido.

La puesta en práctica del neoliberalismo ha propiciado un desempeño económico inferior a la edad de oro del capitalismo y mayores proporciones de participación empresarial en el ingreso y en la riqueza, lo que ha significado una mayor desigualdad entre países y al interior de los mismos, hecho denunciado en sólidos trabajos de investigación llevados a cabo por distintas instituciones y personas, entre las que destacan los premios nobel Paul Krugman y Joseph Stiglitz, así como el autor del libro del año 2014, el francés  Thomas Picketty.

Sus resultados en nuestro país son pavorosos. El crecimiento económico se ha estancado desde 1982. Mientras que de 1933 a 1982 ( 5 décadas) el PIB por persona creció a un ritmo anual de 3.0% en términos reales, de 1982 a 2013 lo ha hecho a menos de 0.8%, sólo un tercio de la fuerza de trabajo tiene empleo formal y los salarios han perdido un 70% de su poder adquisitivo. La pobreza se mantiene en niveles del 60% de la población y la desigualdad social y entre las distintas entidades sigue incrementándose a niveles que impiden el propio crecimiento económico.

Los malos resultados del paradigma neoliberal han provocado conmociones políticas en diversos países como España y Grecia, en donde sus sistemas de partidos están en crisis por el surgimiento de nuevas y poderosas fuerzas que exigen la sustitución del neoliberalismo, mientras que en nuestro país hay indicios de que las movilizaciones provocadas por la tragedia de Iguala, la masacre de Tlatlaya, los hechos de corrupción que involucran al propio presidente y sus colaboradores cercanos, evolucionarán hasta consolidarse como un movimiento opositor frente a la neoliberal élite del poder.

Al parecer, el péndulo está de regreso.

- Publicidad -

Noticias Recomendadas

Últimas Noticias

- Publicidad -
- Publicidad -