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viernes, 19 abril, 2024
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A treinta y ocho años de la toma de rectoría de la UAZ en 1977

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Por: UZIEL GUTIÉRREZ DE LA ISLA* •

Retomando el conocimiento del significado de la memoria histórica de cualquier pueblo, entendemos que ésta, es el sustento del presente y que los valores representados por los hechos y personajes que han dejado huella de grandeza, son el camino que debemos recorrer, son ejemplo que fortalece el espíritu.

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Promover el entendimiento de la metamorfosis que ha sufrido nuestra UAZ a lo largo de 182 años de existencia, es una honrosa obligación que tenemos por el hecho de ser  miembros de su comunidad, porque de esa manera podemos estar enterados de su asombrosa trayectoria para entender en el marco de la actualidad el desempeño de sus funciones sustantivas, (docencia, investigación y extensión), convencidos de que la transformación de la educación en una sociedad es el mejor puente hacia un futuro mejor y lo que sea nuestra institución en el mañana, estará íntimamente relacionado con lo que hagamos en el presente. De ahí la importancia de mantener viva la Memoria Histórica, para los universitarios y toda la sociedad zacatecana.

Para recordar el hecho histórico de la toma de Rectoría de la UAZ en 1977, tomamos información del libro 1977 autonomía y sociedad en Zacatecas, UNA HISTORIA RECUPERADA, cuyo capítulo número uno es escrito por el amigo Abel.

Este sábado 10 de enero se cumple un año más de la toma de Rectoría de Universidad Autónoma de Zacatecas, sucedida en una época en la que permeaba la violencia sobre la razón, agentes externos y universitarios trataron de hacer uso de la fuerza para socavar la autonomía de la Máxima Casa de Estudios.

Aún todavía algunos universitarios se preguntan si los motivos fueron universitarios –por el bien de la amadísima, parafraseando al amigo Abel, o de otra índole-, o si en verdad; el contexto nacional e internacional influirían directamente en los acontecimientos que aún todavía hoy levantan ámpula, entre aquellos que estaban en la izquierda.

En ese momento la imposición del personal administrativo, la determinación de ingreso de los docentes, así como el hacer un esfuerzo por seleccionar a los estudiantes que deberían cursar las diferentes carreras existentes, en la relativamente joven Universidad Autónoma de Zacatecas, impactando con ello a los posibles alumnos y futuros profesionistas procedentes de las comunidades y de los municipios más alejados, violentando con ello el artículo 3º Constitucional.

Además en el más burdo de los asaltos a la razón y a las leyes establecidas es el hecho de que los Reynocistas, y del gobierno de Rodríguez Elías ya en manos del gobernador Fernando Pámanes Escobedo quisieran imponer al jurisconsulto  Uriel Márquez Valerio, sobre la reelección de Magdaleno Varela Luján, quien sin decir “ni admitir presiones”, retiró su candidatura.

En ese momento es importante señalar que el espíritu clientelar que por años se vivió en el ICZ y posteriormente en el ICAZ, iniciando su debacle con la reforma de 1971 y que se desbordo con el conflicto de 1977, en el que fue tomada Rectoría, que se albergaba en el hoy edificio de Prepa 1, ubicado en la calle Fernando Villalpando, en el nunca bien ponderado Centro Histórico, pretendiendo provocar con ese golpe al Rectorado establecido legalmente, una ingobernabilidad que pondría en tela de juicio la autonomía universitaria entregada en ese pasado siglo 20.

Todo como una pobre explicación de los momentos que se vivían en América Latina, de los regímenes dictatoriales como Estroessner, Pinochet, Videla, Bordebarry o el de casa Díaz Ordaz, a lo que aunado al descontento y falta de tierra y al fallido programa de la Reforma Agraria, los universitarios impulsaron la creación el 23 de enero de 1974, del Frente Popular de Zacatecas, que dirigió en un primer momento Juan Francisco Valerio Quintero, y en el que los universitarios impulsaron mediante asesorías las demandas ante los tribunales, que ya tenían ganadas a los terratenientes y que formaban no de manera formal parte del poder en turno, por lo que eso acrecentó, la política no declarada abiertamente de minar a la Universidad Autónoma de Zacatecas.

Sirva esta nota para reconocer a los universitarios y zacatecanos que defendieron sus ideas en el marco de la democracia y la libertad la autonomía de la Universidad Autónoma de Zacatecas; a aquellas instituciones de lucha social como el Frente Popular de Zacatecas, intrínsecamente relacionada con la historia de la UAZ. ■

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