Ahora es nuestro momento para la acción” contra el cambio climático
Leonardo DiCaprio
Es importante trazar una breve “balance”, de lo sucedido especialmente en Nueva York, donde la Marcha de los pueblos, logró concentrar alrededor de 400 mil personas, junto a las acciones en las 2,800 ciudades en más de 150 países.
Con ello, se convierte en la más grande manifestación (global/local) realizada con este objetivo. Pero no nos interesa como récord Guinness, sino por esa plantita frágil y vivaz de la radicalización democrática, que sigue creciendo con el nuevo ciclo de luchas, y que ahora puede (re)integrar a su agenda, la cuestión de la “ecología política”.
La tarea política que debemos asumir, es cartografiar la mundialización efectiva del capitalismo, incluyendo, especialmente desde la perspectiva que aquí abordamos, las crisis ecológicas; traduciendo nuestros “mapas” en acciones de conservación y regeneración ecológica. La preocupación por el medio ambiente -moral y política- tiene que ser asumida por una mayoría social (global/local), única capaz de cambiar de rumbo a escala planetaria. Se trata de una tarea política urgente, debemos ir más allá del “buen rollo”, e incluso de las “buenas prácticas”, cuándo se reducen exclusivamente a la vida privada, implicándonos en construir ese mundo común.
Necesitamos ponernos -individual y colectivamente- las pilas, emprender una “mutación ecológica”, de nuestro propio y múltiple ser y de la sociedad que somos. Incidiendo, en los modos de reforzar continuamente nuestras capacidades para llevar nuestra “ecología política”, en un tránsito incesante, globalizándola desde lo local, y relocalizándola desde lo global. Socializando -masivamente – la ecología política como una preocupación mayor asumida “desde abajo”.
La semana de lucha, subraya la importancia central de la creación de una “masa crítica”, ciudadana, con una decidida voluntad política, capaz de marcar la diferencia, para, a -piñón fijo- enfilar nuestras naves -territorialmente ancladas-, hacia la “Gran Transición”, a través de mil y un meandros, resistencias contra la destrucción de la ecósfera, luchas en defensa de lo común, emprendimientos “verdes” integrales y escalables.
Necesitamos dar ese “golpe de timón”, urgente y necesario, combinando, la fuerza de una miríada de rupturas – o micro-movimientos-, junto con la “confluencia virtuosa” en un movimiento de movimientos, capaces de alterar las instituciones, y de “torcer” el crecimiento económico ilimitado por criminalmente ecocida, al mismo tiempo que generamos “parcelas demostrativas” de cómo podemos vivir juntos.
En la semana de lucha, ciudadanos de todas partes de Estados Unidos, y de los más diversos países, compartieron relatos y experiencias que nos muestran -vívida y fehacientemente- las consecuencias humanamente atroces e inaceptables de las políticas decidas en las cumbres y en las reuniones internacionales, como la del martes 23 en la ONU, por parte de los responsables de los gobiernos.
Lo sucedido evidencia un divorcio -dramático- entre dos polos antinómicos. Uno que apunta a la construcción de un mundo común, el otro, a la destrucción de la ecósfera en aras de una acumulación financiarizada, al servicio de elites anómicas, absolutamente contrarias al bien común.
Basta con analizar las noticias de esa semana, de lucha, para advertir esos dos polos antinómicos. Por el lado del polo de la radicalización democrática, se puede leer: “Piden que los movimientos se pongan al frente de la lucha por el cambio climático”; “De cómo ganar la lucha del clima desde los movimientos de base”, entre otras. Por el otro polo, el del capitalismo destructivo, (o de la “la transición al colapso”) se leen encabezados tales como “Líderes impulsan objetivos no vinculantes de emisiones en cumbre climática de la ONU”; o también, “Arrestan a más de 100 personas en la protesta “Inundemos Wall Street” contra el cambio climático” o, “El calentamiento global y la guerra: dos crisis mundiales íntimamente ligadas”.
Cerraré con un testimonio recogido en el gran reportaje de Amy Godman “Detienen a manifestantes contra el rol de los gigantes financieros en el calentamiento global” a cuya lectura completa les invito:
“Soy veterano de la guerra de Afganistán, [..] estoy aquí para hablar sobre el cambio climático y sus conexiones con el militarismo.[…]cuando vamos al extranjero, vamos por los recursos y la influencia social y política. Específicamente por el petróleo. Todo se reduce a los recursos que están en el suelo que estamos desenterrando y quemando, y que se acumulan en la atmósfera y, que finalmente, nos están poniendo en una posición en donde no hay un futuro para nuestros hijos. La próxima generación de veteranos, van a ser los veteranos del clima. Entonces, yo como un veterano de las últimas guerras, Quiero que todo esto pare. Y esto significa, en parte, un cambio de paradigma. […]Las personas en Wall Street son los que se benefician de estas guerras. Hoy es el día donde cambiamos la marea”. ■
(ver/dossier)http://www.democracynow.org/es/blog/2014/9/26/2014_ny_cumbre_sobre_el_cambio