Próximo a cumplir cuatro años de fructífera labor el Consejo Estatal de Desarrollo Económico, creado por la actual administración estatal con el apoyo decidido del dinámico empresariado local, fue celebrado por el titular del Ejecutivo estatal durante su reunión más reciente, a través de los siguientes conceptos: “Este consejo ha sido pilar en el desarrollo del estado…”; lo que implica necesariamente un magno reconocimiento, habida cuenta según datos del Inegi la aportación de nuestra entidad al PIB nacional era en 2009 de 0.88 por ciento, y es actualmente de 0.9 por ciento, por encima de Baja California Sur, Nayarit, Tlaxcala y Colima; lo cual si las matemáticas no mienten meridianamente indica nuestra contribución a la producción nacional de bienes y servicios se ha incrementado en dos buenas milésimas durante los últimos cinco años, por lo que de seguir creciendo a ese ritmo llegaremos a un envidiable 1 por ciento en apenas veinticinco años.
De muy bonito coincidieron en calificar los no escasos asistentes al festejo privado a cargo de las finanzas públicas, con el cual en la grata compañía de grandes figuras de la farándula, como Maxine Woodside y Polo-Polo, festejó el gobernador del estado su enésimo cumpleaños, con exquisito gusto amenizado por el presidente municipal de Fresnillo, y su show cómico-mágico-musical, y la viuda del más grande charro priísta fuera de la CTM. Si bien comentaron algunos compasivos la perceptible ausencia de Paquita la del Barrio y los Temerarios, quienes por obvias razones no fueron convocados, dejó todo un hueco en la refinada sensibilidad del (auto) celebrado.
Según el director de Human Rights Watch, el señor José Miguel Vivanco, de confirmarse el testimonio de una madre que dice que su hija fue asesinada por elementos del Ejército mexicano en un incidente ocurrido a finales de junio, que dejó 21 muertos, “nos encontraríamos frente a una de las más graves masacres ocurridas en México”.
Cabe al respecto señalar cuan deplorables resultan algunas opiniones a propósito de nuestro país, emitidas por alguien que evidentemente desconoce su historia. ■
