La reciedumbre de los hombres del campo ha sido siempre destacada porque por años se han enfrentado a múltiples adversidades y hoy, cuando el desarrollo del ciclo agrícola no está plenamente definido y las expectativas de conseguir una buena cosecha navegan en aguas de la incertidumbre, cabe una reflexión: la madurez de los políticos y funcionarios, hasta donde podrá hacerse notoria, porque cada año y en cada proceso electoral local o federal, la humildad de los campesinos se torna en esperanzas que los hacen pensar en el repunte, en la recuperación de lo perdido, en el cumplimiento de lo pedido (a cambio del sufragio) para ayudar a quien lo solicita, a conseguir sus fines aunque después no haya respuesta para aquél que necesita y pide la ayuda.
Luis Donaldo Colosio, presidente del Partido Revolucionario Institucional y candidato a la presidencia de la República, tenía en relación al campo, una visión ampliamente definida y desde aquellos ayeres y en aquel discurso pronunciado en el evento histórico del monumento a la revolución, con seguridad y angustia mencionaba: “Yo veo un México en el que los campesinos aún no reciben las respuestas que merecen. He visto un campo empobrecido y endeudado…”, esa frase sigue lamentablemente vigente porque a pesar de los pesares y al cúmulo de recursos de antaño, destinados a incrementar la producción en el agro no dieron resultados, como no se están dando en años inciertos como los que se han vivido últimamente debido a las intensas sequías o a los excesos de las lluvias torrenciales. El esfuerzo, la persistencia y la lucha del campesino sigue ahí, aferrada a sacarle a la tierra los frutos, aunque cuando se llega el momento de la comercialización, las trabas, los candados y la corrupción disfrazada, terminan con esas esperanzas del que bien se dedica a producir los alimentos que son requeridos en la mesa de la familia mexicana.
En tiempos como estos, cuando se da la renovación de liderazgos en tal o cual asociación, unión o institutos políticos, fundamental es el pensar en lo que justamente señalaba ayer el recientemente ungido presidente del comité directivo del PRI en Zacatecas, José Marco Antonio Olvera Acevedo: el liderazgo se gana con trabajo todos los días y los campesinos son así, líderes en su campo de acción porque ellos son ejemplo de constancia, responsabilidad y lealtad a su familia, a su tierra y a su comunidad. La nueva dirigencia encabezada por Judit Guerrero López y Olvera Acevedo, presidente ya en décadas pasadas de este instituto político y aspirante a la gubernatura del estado, llega en momentos álgidos, la lumbre encendida y muchos fierros en la lumbre; y bien decía ayer el dirigente Olvera Acevedo ante los integrantes del consejo político estatal, en franca referencia a los tiempos que están por venir: hay mucho trabajo, lo que falta es gente…y ciertamente que es fundamental llevar cabo un detallado análisis de cómo y de qué manera está el orden de cosas tanto al seno del comité directivo estatal, como en las oficinas (los que tienen) de los 58 comités municipales.
Y si en el campo se aplican quienes tengan que aplicarse, con seguridad y confianza, aunque no llueva como debe de ser para que el desarrollo vegetativo de los cultivos sea prometedor, habrá cosecha y habrá forrajes para el ganado aunque es justo decirlo, esos programas que se han venido aplicando por los responsables de lograr la transformación del campo y de darle ese rostro nuevo que quiere Enrique Peña Nieto, el amigo de Zacatecas, requieren de mayor supervisión para abatir en la medida de lo posible actos de corrupción o impunidad en el uso y manejo de los recursos. Hay líderes campesinos, es cierto, que cabe hacer una valoración de sus perfiles y en base a ello determinar para que sirven y a quien le sirven, porque el campo, como decía el extinto sonorense, amigo de Olvera Acevedo sigue ahí produciendo, pero hay que poner en la balanza todos los huevos, para poder determinar y señalar con certeza de qué lado están los de más peso, hay que dejar claramente establecido de qué lado masca la iguana.
Y a unas semanas del cuarto informe de gobierno de Miguel Alonso Reyes, hoy los titulares de las principales secretarías, sino es que todos, están aún trabajando horas extras para entregar buenas cuentas a quienes tienen la responsabilidad de armar este “histórico documento”. Mientras los días y las horas avanzan, el pueblo, Juan Pueblo se prepara también para disfrutar del programa general de la feria nacional de Zacatecas en el que se contemplan eventos que requieren de pago, como es el caso de las corridas de toros o los gallos. Aquellos que puedan irán a estos escenarios que son de paga y los que no, pos no, aunque tienen otras alternativas, como el teatro del pueblo, o los días gratis en los juegos mecánicos. No es recomendable el querer emborracharse a la vuelta y vuelta subiendo y bajando escaleras, porque ese método provoca dos cosas: cansancio y hambre. El cansancio como quiera pasa, pero el hambre, qué hacer contra el hambre en tiempos de feria y en la feria sin feria?…
Hasta aquí mi comentario, nos veremos en la próxima entrega ■
