■ El municipio de Fresnillo no ha logrado acreditar la certeza legal del espacio, señalan
■ Necesarios, 230 millones de pesos para dignificar el recinto cultural de El Mineral
El ágora José González Echeverría, que cuenta con 161 años de antigüedad, no ha sido rehabilitada en dos ocasiones porque el municipio de Fresnillo no ha logrado acreditar la certeza legal del espacio, considerado como la casa de la cultura, y uno de los principales íconos que dan identidad a los fresnillenses.
Actualmente el espacio presenta daños considerables en su infraestructura, varias de las salas de este lugar se encuentran al borde del colapso e incluso algunas de las salas han sido clausuradas por temor a que pueda ocurrir un derrumbe.
Para recuperar el espacio se ha presentado el proyecto a través de la Conaculta (Consejo Nacional para la Cultura y las Artes) y con ello buscar el financiamiento; en dos ocasiones se ha presentado el plan de rehabilitación ante el PAICE (Programa de Apoyo a la Infraestructura Cultural de los Estados) pero en ninguna ha resultado favorecido.
Según las autoridades de cultura, el único requisito que falta por cumplir es que el espacio sea propiedad del ayuntamiento y éste al no acreditar la posesión legal y real del inmueble ha tenido que dejar de concursar para la aplicación de recursos federales.
La rehabilitación de este espacio fue presupuestada por administraciones municipales anteriores y estimaron que el municipio necesitaría erogar un aproximado a 100 millones de pesos para poder recuperar el emblemático edificio, pero ahora el presupuesto se ha duplicado a 230 millones para dignificar el espacio.
Otra de las opciones que se tenían planeadas para recuperar el proyecto cultural era signar un comodato ante la empresa Minera Fresnillo por un lapso de tiempo de 99 años a cambio de que la iniciativa privada se encargara de hacer las mejoras al espacio, ésta sería considerada como “el último recurso” para evitar su posible privatización.
En torno al tema, Gustavo Salinas Íñiguez, director del Instituto Zacatecano de Cultura, expresó la importancia de recuperar el inmueble el que calificó con gran valor cultural e incluso lo comparó con el Hospicio Cabañas, localizado en la ciudad de Guadalajara, también dedicado a la cultura.
Por su parte, el director de Desarrollo Económico de Fresnillo, Jason Barker Mestas, declaró que se trabaja en la regularización completa del predio que según el funcionario municipal sí es propiedad del ayuntamiento porque está en su posesión sólo que desde hace 30 años quedó trabado el proceso de escrituración.
“En caso de que se apruebe la aplicación de los recursos, este espacio será reconocido como el espacio físico dedicado a la cultura más importante del norte del país con más de mil metros cuadrados de construcción donde se localizarían talleres de artes con áreas de exposiciones permanentes, residencia para talleristas, cineteca y un domo monumental en el centro con un aforo para 4 mil personas para eventos magnos culturales”, precisó Barker Mestas.
Para cumplir con este proyecto, se tiene estimado ejecutar una inversión de 230 millones de pesos, es por ello que se busca que instancias federales puedan invertir para el rescate de la casa de la cultura fresnillense porque los recursos del municipio para obra pública son insuficientes para rescatar el edificio.
La casa de la cultura de Fresnillo inició su construcción en el año de 1853, fue diseñado para albergar la Escuela de Minas y Metalurgia de Fresnillo y desde un inicio ya se tenía contemplado que el espacio llevara el nombre del entonces saliente gobernador del estado, José González Echeverría.
Para su construcción, se solicitó ante la Legislatura la cantidad de 18 mil pesos, presupuesto que fue erogado del erario estatal, con la finalidad de poder realizar el proyecto.
Posteriormente a principios del siglo 20 se utilizó como hospicio, institución creada con los intereses financieros de una herencia que dejó a su muerte José González Echeverría para los trabajadores de las minas y sus familias.
Hasta hace poco, también el inmueble albergó a los estudiantes de la Universidad Autónoma de Fresnillo así como a varias facultades de la Universidad Autónoma de Zacatecas, lo que provocó que su deterioro creciera a pasos agigantados sumado a la falta de mantenimiento.
En la actualidad es denominada como la casa de cultura y alberga seis museos con obras, objetos personales, estatuas, pinturas y todo un acervo de los fresnillenses que han prevalecido durante la historia del municipio como Tomas Méndez Sosa, Manuel M. Ponce, Francisco Goitia, Beto Díaz, entre otros.
