Primero las buenas noticias: es el estado de Zacatecas, según reporta la prensa local, el primer productor de oro del mundo, y recibió durante el primer trimestre del año 333.4 millones de dólares por concepto de remesas. ¿No es todo esto para echar las campanas al vuelo? Lástima que a diferencia del siglo 18, cuando las minas de Zacatecas generaron los recursos para la construcción de la actual catedral-basílica; los actuales templo de Santo Domingo, Museo Pedro Coronel y preparatoria número uno; el templo y el claustro de San Agustín, etcétera, actualmente el oro de Zacatecas desaparece en la lejanía, no dejando acá sino una enorme devastación ecológica; y la única riqueza que recibe Zacatecas es la generada en el extranjero por el sudor y las humillaciones, en el mejor de los casos, de sus hijos más humildes. Pero, en fin, veamos las cosas positivamente, porque si bien es cierto al paso que van pronto agotarán los yacimientos crean las empresas mineras, canadienses por lo regular, empleos, de muy alto riesgo y entre mal y pésimamente pagados, pues peor es nada; y tocante a las remesas habría que celebrar que aun pagando comisiones leoninas llegaron al fin y al cabo los recursos, y no quedaron en manos de aduaneros, inspectores, policías y demás fauna predadora de espaldas mojadas.
En el inevitable tema michoacano refrenda el gobierno de México su bien ganada fama de leal aliado y buen amigo manteniendo a La Tuta en libertad y al doctor Mireles en la cárcel; si bien por aquello de no te entumas y siguiendo los pasos de su amigo García Luna se rebela el primero como productor de magníficos filmes, el estreno de los cuales exhibe al hijo del ex-gober precioso de Michoacán informando pormenorizadamente de los manejos internos de Gobierno del Estado al productor antedicho, cuyo éxito como tal radica no en la exhibición masiva de sus producciones y superproducciones sino como dicen que dijo Luis Echeverría, todo lo contrario.
So pretexto de su cumpleaños y en la amable compañía de algunos precisos municipales se destapa como precandidato priísta a gober precioso nadie menos que Pedro de León Mojarro, conocidísimo y simpático ex–preciso estatal del PRD procedente de algún punto de nuestro venturoso estado, que si bien en prácticamente ninguna de las fotos que acompañan la nota del destape aparece en primer plano no es porque los fotógrafos no tuvieran la más remota idea de quién era el festejado, sino más bien por su modestia proverbial. ■
