10.8 C
Zacatecas
viernes, 29 marzo, 2024
spot_img

Autonomía e institucionalidad en el INE

Más Leídas

- Publicidad -

Por: GABRIEL CONTRERAS VELÁZQUEZ •

  • Agenda Política

Sin necesidad de aterrizar abruptamente sobre el tema, el consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova, comienza a construir el discurso de institucionalidad del órgano que hoy encabeza. Las especulaciones alrededor de la conformación de los Consejos Generales de los Organismos Públicos Electorales Locales, fue la brecha por donde el joven presidente antepondría la necesidad de resguardar el poder como institución, más que como representación o embajada de los intereses de los partidos. Crítica que en su momento sufrieron cada uno de quienes integran el Consejo General del INE.

- Publicidad -

La cabeza del recién estrenado órgano electoral, sabe que debe de generar las condiciones que le permitan incrementar la gobernabilidad de las OPLEs. Y es que el objetivo se ha vuelto evidente: a mayor autonomía, mayor capacidad de contención de las presiones que el instituto debe de amortiguar durante los procesos electorales.

Es precisamente por ello que Lorenzo lanza una advertencia (sin poner nombres), días atrás, sobre las acciones que algunos gobernadores comienzan a desplegar para que el INE tenga la apertura sobre quienes ellos considerarían, deben ser consejeros de los nuevos OPLES.

Antes de caer en la retórica simplista que implicaba acusar a los gobernadores –los enemigos públicos visibles de la reforma política- de haber iniciado una serie de presiones para hacer escuchar sus recomendaciones, atinadamente el presidente también denunció la incidencia de sectores como el académico, los partidos políticos, los medios de comunicación, e incluso funcionarios de gobiernos estatales y federales.

Al abrir este mapa de incidencias y redes de poder, mismo que explora entre sus ramificaciones la idea de abrir canales de influencia al interior de la institución nacional, el consejero demuestra y confirma, sin quererlo así, los niveles de politización que se han vivido en este tipo de organismos públicos “autónomos”. En su propia acusación señala la patente debilidad que sufrirán las instituciones, siempre y cuando no detenten el poder que invisten, por honrar acuerdos previos con los agentes políticos que circundan en la vida electoral.

Con ello, es importante retomar el argumento que en esta columna se ha vertido en ocasiones anteriores. La reforma política no contempló a las autoridades electorales como el núcleo donde se concentran los intereses de grupo, sino que equivocadamente, y teniendo como antecedente las irregularidades de otros procesos comiciales estatales, los partidos políticos buscaron justificar que el problema de incidencias venía sólo de uno de muchos agentes que buscan transgredir la vida de estas instituciones rectoras: los gobernadores.

Este razonamiento implica, necesariamente, valorar la calidad política con que cada institución hace valer la máxima democrática de su fundación, y su razón de ser: la autonomía. Si las instituciones son el núcleo a donde se dirigen los intereses de grupo, demostrados en su mayoría en forma de presión, la única manera de fortalecer el espacio de este encuentro de redes de poder es mediante la legitimación y el fortalecimiento de su institucionalidad (las reglas escritas y no escritas que impone en el juego de los agentes, y la suficiencia para hacerlas valer y respetar).

Por ahora, el mensaje del joven presidente busca ser claro: no habrá trato preferencial para ninguno de los sectores que conviven con el INE. Deberá de cuidar las formas en la presentación de la Comisión de Vinculación con las OPLEs, y mantener vigilancia constante, pues quien la ha de presidir es quien en su momento fue bajado como opción real para presidir al INE por su cercanía con el diputado Manlio Fabio Beltrones: el consejero Marco Baños.

También es importante reivindicar el llamado a los grupos académicos que han “generado contextos de exigencia”. Lorenzo conoce de cerca la lógica de estos espacios, pues durante un buen tiempo habitó la trinchera de los investigadores, y su ascendencia le ha permitido convivir con académicos desde la infancia.

Su olfato y temple político será puesto a aprueba, pues hay quienes en su círculo cercano se adaptan bien al molde de “académicos asesores” representantes de intereses individuales. Sus trabajos y precios son ya conocidos, y recientemente en Zacatecas hemos tenido a dos de ellos.

Por un lado, el ex presidente del Instituto Federal Electoral, Luis Carlos Ugalde, ahora asesor y consultor de funcionarios públicos, ha venido a dar consejo al gobernador Miguel Alonso Reyes, sobre la armonización de la reforma política en los congresos locales que ya está en puerta. Pareciera que el gobernador pretende evitar un desatino semejante a la impugnada Ley Estatal de Educación.

El otro, investigador de la UNAM que desde hace algunos años visita el estado con regularidad, no ha sido visto con los mejores ojos al interior del INE por su marcado activismo a favor y en contra de la reforma. A ello se suman viejas rencillas que éste tuvo con algunos de los nuevos consejeros nacionales. ■

- Publicidad -

Noticias Recomendadas

Últimas Noticias

- Publicidad -
- Publicidad -