■ Es fundamental fomentar el respeto a sus derechos humanos, enfatiza la CDHEZ
■ Sufren violaciones a sus garantías en salud, empleo, vivienda digna y educación: Correa
Aunque del total de la población de Zacatecas sólo 0.34 por ciento, es decir, 5 mil personas, pertenecen a algún grupo indígena, la presencia de otras etnias en el territorio estatal es mucho mayor debido a la migración interna y en la que la entidad se ha convertido en punto de destino para estos ciudadanos.
Esta fue una de las coincidencias que expusieron en sus discursos las autoridades, este miércoles, durante la inauguración del curso-taller Los derechos humanos de los pueblos y comunidades indígenas, impartido por personal de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
En este sentido, el ombudsman zacatecano, Arnulfo Joel Correa Chacón, recordó que las últimas comunidades indígenas de la entidad, que mantuvieron hasta hace poco sus usos y costumbres, su lenguaje y las características propias de su pueblo, fueron Cicacalco y Tlachichila, entre otras.
Agregó que, aunque estas localidades ya perdieron las raíces que las distinguían, todavía es importante la migración interna por la necesidad que existe de trabajar y las oportunidades que en este sentido se abren en las actividades del campo, durante las diferentes temporadas del año.
Este hecho provoca, añadió, la llegada de Coras, Tepehuanes y Huicholes, sobre todo a la zona Huicot, que comprende el municipio zacatecano de Valparaíso y parte de los estados de Durango, Nayarit y Jalisco.
Estas personas, explicó, llegan a la entidad para trabajar en las labores agrícolas de pizca en la región de Tlaltenango, por ejemplo, y también en próximas fechas comenzarán a llegar al municipio de Fresnillo, en concreto a la comunidad de Río Florido, para empezar también con los trabajos de campo en este lugar.
Correa Chacón aseguró que las principales violaciones que sufren a sus derechos las personas de grupos indígenas se dan en materia de salud, empleo, vivienda digna y educación, puesto que en ocasiones los menores no hablan siquiera el español y en el caso de Zacatecas no existen traductores “para que estos niños reciban una educación adecuada”.
Señaló que, ante este panorama, es fundamental estar capacitados como ciudadanos y, sobre todo, como servidores públicos a fin de saber determinar también hasta qué punto deben respetarse sus usos y costumbres cuando se enfrentan a otros derechos como, por ejemplo, los de un niño.
En este sentido, ejemplificó estas dificultades en un caso reciente que atendieron en la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Zacatecas (CDHEZ), en el que un menor debía ser operado de apendicitis pero su padre no daba la autorización para ello.
Al respecto, expuso que “de acuerdo con la creencia del padre no tendrían por qué operarlo, pero por otro lado estaba el bien superior del niño que ha de estar por arriba de cualquier situación. Entonces había que intervenirlo, pero sin el consentimiento de los padres”.
Añadió que es importante que las capacitaciones que se organicen tengan como destinatarias a las mismas personas de las comunidades indígenas pues, muchas veces, son ellas las que desconocen en primera instancia sus derechos. No obstante, esto ha sido una tarea difícil, concluyó el ombudsman de la entidad, ya que “no acuden a un curso, no acuden a una capacitación o información; no sé si sea parte de su idiosincrasia”.
Finalmente, para mostrar nuevamente la importancia de esta población en el estado de Zacatecas, principalmente de los huicholes, comentó que en un espacio cercano a la central de camiones existe un centro ceremonial de este grupo indígena, considerado por ellos como el lugar del origen de la vida.
Correa Chacón señaló que esta ubicación “prácticamente se la come la mancha urbana y también hay que conservar sus costumbres y religión, que es parte de los derechos humanos que tenemos que promover”.
En ese tenor explicó que, para poder iniciar pláticas con las instancias encargadas de la preservación de estos espacios, primero tendrán que hacer un trabajo de campo que incluya la indispensable visión de los indígenas que hacen uso del lugar, pues hasta el momento ha faltado una mayor documentación del sitio.
