- Agenda Política
«En el PRI, no vemos que en 2016 -aunque es opinar muy anticipadamente- vaya una persona que no sea del PRI.” Con estas sencillas palabras, el dirigente estatal del PRI, Juan Carlos Lozano Martínez, además de dibujar un restaurado consenso que mantiene con el Verde Ecologista local, abre la posibilidad a algún cuadro interno de su partido para ser proyectado hacia 2016. Insistió en que la alianza con el PVEM en Zacatecas persiste, y que se encuentra en una nueva etapa de cohesión; haciendo referencia a la ruptura que vivieron esos dos partidos en las elecciones de 2013.
Las declaraciones vienen a cuenta, una vez que la fuente pidió al dirigente ofrecer una postura con respecto a la que ha sido calificada como “anticipada” campaña de proselitismo a gobernador que realiza el ahora senador por el PT, David Monreal, y misma que fue sustentada en su parte esencial -sin afectar la normatividad correspondiente-, el día de ayer, por el congresista cuando a pregunta explica que “será la gente de Zacatecas quien decida si (él) será candidato”.
A la par, el representante del PRD ante el Instituto Nacional Electoral, Camerino Eleazar Márquez, mete a la autoridad electoral local en la guerra mediática, una vez que la obliga a “actuar de oficio, mandar clausurar la publicidad, si no lo hace se ve omisa y falta a la legalidad”; como ejemplo cita el caso del senador Alejandro Tello, y la repartición de becas a estudiantes, las cuales, ilustra, “si son gestiones del Senado, deben ser apartidistas totalmente”.
La postura del ex diputado federal perredista no ha variado desde que fue incluido como representante nacional del partido ante el extinto IFE. Todo lo contrario sus apreciaciones se han recrudecido en el último año también en contra de la consejera presidenta del IEEZ, Leticia Soto, con motivo del proceso electoral, en los temas de candidaturas independientes y coalición PAN PRD.
Ahora bien, la premisa de que el candidato que impulse el PRI en lo local podría salir de las filas del Verde Ecologista no es desconocida, puesto que ya había sido deslizada en ocasiones anteriores con el particular acento sospechosista, por quien encabeza al sol azteca estatal, Gerardo Espinoza (éste en sus últimos días como líder local). Teniendo esto en mente, además de algunos rumores que ponen al senador ecologista, Carlos Puente, como favorito para la candidatura a gobernador, el líder priísta buscó generar un margen tanto de trabajo conjunto, como de distanciamiento (nuevamente) en términos de la definición hacia 2016.
La tarea primordial de Lozano Martínez es evitar a toda costa generar mayores rupturas al interior del partido gobernante, ya que el PRI zacatecano es el organismo político que mayores divisiones ha generado en los últimos años, gracias a las pretensiones del gobernador de adueñarse del partido desde que Pedro de León Mojarro interactuaba como “delegado especial” entre 2011 y 2012.
Los datos que desechó el presidente del PRI, tenían la particularidad de marcar la agenda zacatecana pre electoral (llena de cotilleos, y que no siempre coincide con la de los medios de comunicación), muy por encima del conflicto mediático de supuestos actos anticipados de campaña de tal o cual partido, que son familiares para las fechas en que nos encontramos, y que terminan en el olvido de la opinión pública. La clase política lo sabe, y por ello trata de obtener más dividendos de la confrontación, que de los resultados que arroja el trabajo de las autoridades electorales.
Prueba de ello es el papel que juega el alcalde capitalino, Carlos Peña Badillo, en la agenda semanal del gobernador Alonso Reyes. Dentro del marco legal electoral, su trabajo no interfiere con la exposición masiva diaria en medios, lo que le permite estar en la vitrina de mayor exhibición, y donde la opinión pública toma referencia para respaldar sus juicios y preferencias electorales.
Es tal la apuesta por la imagen del joven alcalde, que incluso ya se ha vislumbrado como el “caballo negro” de la elección a gobernador. Lo que pone en jaque, eventualmente, el futuro del senador Alejandro Tello, quien no cuenta con los beneficios mediáticos del alcalde sobre la población votante.
De igual manera, es importante no perder de vista que independientemente de que el tablero electoral haya tomado mayor densidad en el nivel federal, una vez constituido el nuevo Instituto Nacional Electoral, el trabajo de estructuración de las bases será fundamental a la hora de la construcción de consensos y disensos en el plano local. Lo anterior es indudable, ya que las dirigencias nacionales tendrán la obligación de tender puentes de comunicación más eficientes con los grupos de poder que concentran los votos en lo regional, a la par que coordinan los esfuerzos de las dirigencias estatales para la obtención de los resultados planeados. ■
