San Cristóbal de Las Casas, Chis. El historiador Enrique Florescano afirmó que como efecto de la globalización que vivimos “hoy predomina una concepción de la realidad y de la vida en sociedad que tiende a borrar las diferencias antropológicas y culturales que caracterizan a los pueblos e individuos que conviven en un mismo país o región”.
Agregó que “las transformaciones sociales, políticas y mediáticas de las últimas décadas también produjeron un cambio en los interlocutores tradicionales de la historia y las ciencias sociales”, ya que “anteriormente los principales destinatarios de los productos y servicios de las ciencias sociales eran los dirigentes políticos, los gobernantes, los líderes sociales, los medios de comunicación y los miembros de la academia”.
Ahora, subrayo, “los grandes protagonistas del cambio son la propia sociedad civil, las organizaciones no gubernamentales y las asociaciones informales regionales y locales”, por lo que “para mantener vivas y operativas las ciencias sociales tenemos que vincularlas estrechamente con su matriz, diseñar nuevas redes de comunicación con la sociedad y sus representantes efectivos”.
Dijo que la tendencia a la homogeinidad ha contribuido a convertir muchos libros de historia en constructores inadvertidos de la uniformidad de metas que hoy nos imponen los poderes fácticos y los medios masivos de comunicación”.
Al dictar la conferencia titulada “La historia, las humanidades y la formación del ciudadano”, durante la inauguración del cuarto Congreso de Ciencias Sociales que comenzó anoche en esta ciudad, que reúne a más de mil 200 intelectuale sy académicos, manifestó que “hay un cambio en la relación entre la historia y el lector porque la comunicación por medio del libro ha perdido el cuasi monopolio del que disfrutaba desde la invención de la imprenta”.
Sostuvo que hoy en día “otras formas de comunicación, como la televisión y los medios masivos y digitales son más rápidos, baratos y eficientes para transmitir conocimientos”.
Ante unas mil personas reunidas en el Teatro de la Ciudad Hermanos Domínguez, Florescano expuso que el historiador de hoy tiene las mismas tareas y responsabilidades que le heredaron sus antecesores, pero enfrenta otros desafíos, los cuales “están en nuestras propias manos resolver”.
En su oportunidad, el secretario ejecutivo del Consejo Mexicano de Ciencias Sociales (Comecso), Oscar Contreras Montellano, afirmó que en el México de hoy “uno de los mayores desafíos para la comunidad académica es cómo articular la pertinencia científica con la relevancia pública del trabajo académico”.
Agregó que las ciencias sociales se encuentran actualmente en una situación paradójica a la vez que tienen una mayor demanda de intervención en el diseño de políticas públicas y del desarrollo de instrumentos para la toma de decisiones, aunque no siempre tienen esa capacidad para abordar esas demandas desde plataformas connocitivas integradas a programas de investigación de amplio aliento.
Manifestó que “es un hecho que las ciencias sociales experimentan una creciente presión para generar conocimientos que sean de utilidad práctica para la sociedad, lo que plantea diversos tipos de desafíos y dilemas que la comunidad de ciencias sociales debe de enfrentar con la mayor lucidez”.
Sostuvo que las transformaciones y desafíos “radicales” ocurridas en México en los últimos tiempos, “exigen de una ciencias sociales activa, crítica y rigurosa”, ya que “la construcción del futuro requiere de una comunidad científico social a la altura de las exigencias de intervención en tareas públicas, de orientación intelectual y de generación de conocimiento especializado dentro de las normas científicas”.
