En plena crisis y descomposición económica y social, los políticos viven una rara euforia. Se congratulan de sus logros personales, legislan sin ton ni son, dictan normas, crean organismos, disponen a capricho del erario y hacen como si de esa forma estuvieran cambiando algo en el estado y en el país; pero en la zona alejada del confort dicha fiesta es cada vez menos comprendida y aceptada por indígenas, maestros, campesinos pobres, estudiantes y trabajadores con salarios de hambre cuyo poder adquisitivose reduce permanentemente por efecto de la inflación.
Ninguna de las reformas impulsadas por el actual gobierno federal es percibida como legitima por una sociedadagraviada hasta su límite. El viernes pasado la Legislatura estatal aprobó una reforma educativa estatal que no es más que una copia agravada de la federal y nos preguntamos ¿Qué beneficio trae para miles de niños y jóvenes una reforma educativa que sólo se traducirá en un doble control sobre el magisterio, uno por parte del sindicato y otro por parte de la autoridad educativa?;¿de qué servirán los censos escolares, las diversas evaluaciones, los nuevos exámenes a maestros y estudiantes, que darán a conocer, otra vez, lo mal que está el sistema educativo en su conjunto, si no se inicia una verdadera reforma de fondo de la Secretaría de Educación y de lo educativo, en sus contenidos, métodos y sistema pedagógico?
A los trabajadores, jóvenes sin estudio ni trabajo, comerciantes informales, migrantes pobres, mujeres de doble o triple jornada, indígenas, desplazados por desastres naturales, campesinos que se oponen al despojo de sus tierras por parte de mineras nacionales y extranjeras¿en qué los beneficia una reforma que impone máscontribuciones tributarias a la población mientras el gobierno federal sigue sin diseñar una estrategia adecuada para enfrentar la crisis que lleva más de 30 años?
Con la aprobación de la reforma educativa estatal se completa el escenario de crisis que afecta al sistema educativo del estado en su conjunto, pues agudizará la polarización en toda la educación básica hasta niveles que no hemos visto en el pasado, a lo que se suma el desprestigio y falta de representatividad de la dirigenciagordillista del SNTE, además de la grave y aplazada crisis de la UAZ y del resto de instituciones de educación media superior, y superior de la entidad; crisis que se agudizan sin encontrar cause alguno de superación por ningún de las autoridades involucradas. Pobre Zacatecas.
