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jueves, 28 marzo, 2024
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El derecho humano al desarrollo sustentable en México

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Por: ÁLVARO GARCÍA HERNÁNDEZ •

  • Futuro Sostenible

México es un país megadiverso e inmensamente rico en recursos naturales, condición que debe llevar a los tres niveles de gobierno a estructurar políticas públicas acordes a proteger y mejorar las condiciones ambientales que nos son comunes. En un principio, el desarrollo sustentable era considerado un paradigma con fecha de caducidad, sin embargo, al pasar de los años se ha convertido en una estrategia mundial que ha sido muy mal instrumentada en detrimento de la calidad de las personas. Es en 1987, el año en que se acuña formalmente el concepto de desarrollo sustentable a partir de la Comisión Mundial de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y el Desarrollo, lidereada por Gro Harlem Brundtland entonces primer ministro de Noruega y, de esta forma, se conceptualiza como el desarrollo que satisface las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer la posibilidad de que las futuras generaciones puedan satisfacer sus propias necesidades. Dicha idea se potencia mundialmente a partir de la Cumbre de la Tierra celebrada en Río de Janeiro en 1992. Hoy el desarrollo sustentable, sostenido o sostenible se encuentra impregnado en diversas políticas, leyes, planes y programas estructurados con la finalidad de formar los cauces sobre los cuales desemboque por fín, la satisfacción de las necesidades presentes y futuras traducidas en empleo, vivienda, educación, protección del ambiente, explotación racional de los recursos naturales, abatimiento de la pobreza, marginación e inseguridad. En este sentido, la población debe exigir a los órganos estatales, políticas públicas adecuadas para avanzar en el cometido socio-ambiental, por lo tanto, si la sustentabilidad no es una realidad en tu lugar de origen o donde radicas, es precisamente por la ineficiencia o simulación estatal, lo cual polula en todos los órdenes de gobierno, agudizandose en el contexto municipal. El desarrollo sustentable es un derecho humano reconocido así, desde el viernes 10 de junio de 2011, fecha en que se cambió la denominación del primer capítulo de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos al término de Derechos Humanos y sus Garantías, por lo que en estricto sentido, el ambiente (artículo 4º párrafo quinto) y el desarrollo sustentable (artículo 25 párrafo primero) son derechos humanos fundamentales que el estado mexicano debe garantizar de manera irrestricta a todos los individuos que habitamos en el territorio nacional. Jurídicamente, el desarrollo sustentable se define como el proceso evaluable mediante criterios e indicadores del carácter ambiental, económico y social que tiende a mejorar la calidad de vida y la productividad de las personas, que se funda en medidas apropiadas de preservación del equilibrio ecológico, protección del ambiente y aprovechamiento de recursos naturales, de manera que no se comprometa la satisfacción de las necesidades de las generaciones futuras. Por su parte, la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Zacatecas dispone en su artículo 30 que todo individuo tiene derecho a disfrutar de un medio ambiente adecuado y sano que propicie el desarrollo integral de manera sustentable.
 Además, el mismo numeral sentencia que el estado dictará, en el ámbito de su competencia, las medidas apropiadas que garanticen la preservación del equilibrio ecológico, la protección del ambiente y el aprovechamiento racional de los recursos naturales, de manera que no se comprometa la satisfacción de las necesidades de generaciones futuras. En este contexto, como ciudadanos tenemos toda la estructura jurídica para que el mencionado desarrollo sustentable se instrumente a través de políticas tendientes a lograr el mejoramiento del entorno desde una perspectiva intergeneracional. Los enemigos de la sostenibilidad son en mi consideración: a) La simulación constante de acciones mal orientadas, hechas al vapor o que no corresponden a la solución de la verdadera problemática ambiental; b) La pobreza, el hambre y la marginación, ya que es imposible hablar de la calidad de vida de las futuras generaciones, cuando las presentes están sumamente agraviadas en sus derechos fundamentales como la alimentación, el agua, el empleo, la vivienda, la salud etc. c) La inseguridad constituye un agregado más a la complejidad ambiental ya que los programas de conservación no pueden llegar a aquellos lugares sitiados por las fuerzas delictivas; d) La soberbia institucional y la corrupción que opacan la visión de la realidad y que asignan los recursos públicos a organizaciones y personas a modo, que simulan obras y dan mochada a los tomadores de decisión a cambio de la continuidad de favores; e) La designación de funcionarios por la simple afinidad política, sin importar trayectorias o conocimientos. Así pues, está lejos el camino de la sustentabilidad en detrimento de los actuales y futuros pobladores de Zacatecas, México y el mundo. ■

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*Doctor en Derecho y Ambientalista

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